Hasta la Ultima Gota

Despierto y como de costumbre él no está a mi lado. Mi corazón se hace pequeño al ver que se ha ido. Hoy es jueves, estoy a solo un día de salir de aquí así que todo va a estar bien. Seré libre, y quien sabe, quizás pueda haber una oportunidad para ambos allá afuera, donde pueda despertar y encontrarlo a mi lado. Solo con pensarlo mi corazón se siente mejor, y se llena de emoción.

Corro hacia el cuarto de baño y lavo mi cara y mis dientes, me veo en el espejo y por alguna razón que no se cual es luzco más joven, y algo radiante. Me gusta lo que veo así que, me sonrió a mí misma y siento ganas de abrazarme, pero guardo ese abrazo para alguien que si lo necesita en este momento. Me visto rápidamente y bajo, todas las chicas están en lo suyo. Karenna está sentada en una de las mesas solo supervisando que todo quede limpio y ordenado. Creo que no se ha dado cuenta que he bajado un poco tarde, el cual no es problema porque mi parte del trabajo siempre estará lista para mí. Pero por suerte aún no ha reparado en mí. Así que me escabullo al privado, para que piense que siempre estuve ahí.

Tomo una bolsa grande de basura y recojo todo lo que está en el suelo, me doy cuenta de que no vi a Sheryn por ningún lado, quizá Karenna la mando a limpiar los baños, ya que está aprovechando su posición para hacerle la vida imposible. Como sea, limpiaré e iré a buscarla para darle ese abrazo que guardé para ella y contarle que todo va saliendo bien y que solo estaremos aquí un día más. Noto algo extraño, las chicas están muy calladas. No están hablando acerca de las experiencias con sus clientes, no están riendo ni burlándose de ellos, hay algo pesado en el ambiente, se siente extraño.

La chica taiwanesa me hace señas con la mano queriendo decir que es hora de comer, he terminado justo a tiempo para comer y poder subir un rato antes de prepararme para mi última noche de trabajo, todas están sentadas en las mesas comiendo excepto Karenna que está en la barra. Erika me ha guardado una silla a su lado, Sheryn no está y la furia comienza a entrar en mí.

¿A donde la habrá enviado Karenna? no puede ser que aun siga limpiando.

Me siento en la silla y todas las chicas me observan extraño, Lois tiene lágrimas en los ojos. Observo el centro de la mesa y hay una botella de whiskey, Sheryn solía robarse una botella del bar cuando una de las chicas se iba, de la única forma que se puede salir de aquí. Y en este momento la única que falta es ella. Mi garganta comienza a doler y esa opresión en el pecho aparece de nuevo, siento que dejaré de respirar. Miro directamente a los ojos de Erika, y con una voz apenas audible pronuncio el nombre

— Se ha ido.

 — ¿Como?

 — Los hombres de Jakob la sacaron de su habitación en la madrugada.

Mis lagrimas comienzan a rodar por mi rostro, y la furia que comienza a entrar a mi cuerpo ya lo ha invadido completamente. Me levanto de la mesa y camino hacia la barra donde esta Karenna, ella esta como si nada disfrutando de su comida.

— ¿Qué le hiciste a Sheryn?

Ella se da la vuelta con comida aun en la boca, me ve incrédula, como si no supiera de lo que estoy hablando.

— Yo no le hice nada. Ella buscó su propia muerte.

— Claro que hiciste, tú le metiste cosas en la cabeza a Jakob para que se deshiciera de ella

— Piensa lo que quieras.

— Terminaras igual, sabes. No te creas especial.

— Lo sé, por esa razón no cometeré los errores que ella.

Alza su vaso de whiskey y se lo toma de golpe, Yo siento la ira apoderarse de mí. Ella de no debería brindar en su nombre, ni siquiera debería mencionarla, Erika me toma de la mano y me lleva a la silla de nuevo, Lois me abraza y Maru comienza a acariciar mis manos.

— Sabemos que estas molesta Emm, pero no deberías culpar a Karenna, sabemos que se ha comportado como una perra, pero eso no está en sus manos.

— Si Emm creo que Jakob ya la tenía sentenciada, no sabemos porque razón.

Quizá porque ya sabía demasiado.

Trato de calmarme un poco y no puedo negar que las chicas tienen razón, quizá eso fue lo que le dijo Jakob el día que la reemplazó por Karenna, cuando se le acercó y le dijo algo que solo ella escuchó. Por eso ella decidió contarme lo de mañana, por eso me dijo que debía salvarme yo.

Sheryn sabía que moriría esa noche.

— ¿Pero porque no me dijo nada?

— Vamos Emm, que podrías hacer tu, de hecho, ninguna de nosotras podría hacer algo.

Erika tiene razón, quizás no se podía hacer nada, o quizás yo sí. Quizá si Sheryn me hubiese comentado algo hubiera buscado la manera de que Sergio nos sacara antes, o quizás no. la verdad estoy muy confundida. Las chicas comienzan a contar sus historias de cuando llegaron aquí y Sheryn las ayudó, unas con o sin experiencia, pero aun así estuvo para todas. Yo más que nadie sé de eso. Casi fue mi madre, me regañaba como una, y he de admitir que aún sigo con vida porque ella siempre estaba interviniendo y aconsejándome, a su manera, y yo siempre la criticaba porque pensaba que ella no sabía nada de la vida de afuera de este maldito lugar y por esa razón quería que yo me acostumbrara o resignara a esta vida, Y realmente era su única forma de sobrevivir e hizo lo que pudo para que nosotras lo hiciéramos también.

Maru sirve el whiskey en los vasos y con un simple "por Sheryn" los levantamos y nos bebemos hasta la última gota.