Descarto mis planes de comer algo, se me ha ido el hambre, subo a mi habitación, tomo mi maleta previamente lista, bajo las escaleras hacia la cocina donde Harry está buscando que comer, me le acerco y le doy un abrazo que dura un poco, quizás el ultimo abrazo que vaya a darle. Salgo directamente al auto, y conduzco hasta el estacionamiento, necesito respuestas y estoy decidido a encontrarlas hoy. Llego quince minutos antes, me estaciono en el lugar de siempre, y aprovecho para revisar mi correo y confirmar que todo está listo, estoy sobretiempo, una vez llegando mi equipo a Berlín no podré hacer otra cosa más que poner en marcha la operación.
La puerta de mi auto se abre y mi amigo se sienta.
— Tengo quince minutos que necesitas
— Que me digas donde puedo encontrar a estas chicas
Le extiendo una fotografía de Elena abrazada con las tres chicas, y él la examina cuidadosamente.
— Si las recuerdo, las amiguitas de tu hermana, recuerdo que las espiábamos cuando se quedaban en tu casa.
— ¿Qué sabes de ellas?
— Solo hay una con vida. estas dos fueron asesinadas por la organización y tu hermana bueno... ya sabes.
La rubia sigue trabajando para Jakob en un club del centro. Se llama "El Elixir"
— Gracias hermano.
— ¿Esta es la última vez que nos vemos sabes? al menos la última como amigos, una vez que todos sepan que eres policía tendré que negar que te conozco.
Lo entiendo completamente.
Le doy un abrazo y me recuerda al tiempo cuando éramos unos jóvenes sin preocupaciones y responsabilidades, solo viviendo la vida locamente. De todo nuestro grupo de amigos él fue el único que estuvo ahí cuando todo se vino abajo en mi mundo, y aunque la vida nos llevó por distintos caminos siempre en el mundo paralelo donde yo no soy policía y él no es un policía corrupto que trabaja para la mafia solo somos dos grandes amigos. Salgo del estacionamiento y conduzco hasta el centro, al club "El Elixir" en busca de Anette Muncer. Ella podrá aclarar toda lo que paso esa noche.
Son casi las tres de la tarde, pero no importa porque los clubes del centro abren las veinticuatro horas desde que la prostitución es legal en Alemania, es parte de las atracciones que ofrece Berlín a los turistas, y el turismo sexual contribuye con la economía del país, sin mencionar que la trata de personas también ha aumentado, y los proxenetas están volviéndose cada vez más millonarios. Me estaciono unas calles cerca del club y como es de esperarse, las calles están llenas de turistas, más que todo norteamericanos, algo sorprendidos al ver mujeres desnudas expuestas como maniquís en ventanas, y letreros especificando lo que estas mujeres pueden hacer con su precio al lado.
Finalmente llego al club, y al entrar parece que fuera de noche, hay gente embriagándose y mujeres completamente desnudas sirviendo tragos, otras están bailando en el escenario, y sobre las mesas de los clientes, no veo a Anette por ningún lado. Me siento en una mesa tratando de mirar la cara de todas las mujeres que pasan frente a mi esperando reconocerla, hasta que unos enormes senos tapan mi vista y sin preguntar se sienta en mis piernas.
— ¿Qué vas a tomar guapo?
— Sabes estoy buscando a una chica, rubia, alta, ojos verdes, tiene un lunar en su mejilla creo que su nombre es Anette
Ella pone una cara de desagrado y entorna los ojos.
— Ya la busco.
—Gracias dile que la espero en el privado de por allá.
Le extiendo un billete suficientemente grande como para pagar el tiempo que Anette pueda hablar conmigo, la chica lo toma, y yo camino hacia unas cortinas, donde en su interior hay una mesa con un tubo en el centro y un sofá rojo, me siento a su espera. Al cabo de unos minutos la cortina se abre y veo entrar a una chica, luce mayor para su edad, tuve que verla con atención para reconocerla, ella si me reconoce al instante, y su cara pasa del asombro a la vergüenza, pero en segundos se recupera y actúa como si yo fuera un cliente normal.
— Hola Anette
— Hola... nunca te había visto por aquí. ¿Quieres algo especial?
— Si, que te sientes y contestes unas preguntas.
Ella palidece un poco y baja de la mesa, se sienta a mi lado, y trata de escuchar atentamente.
— Se trata de Elena ¿cierto?
Yo asiento levemente con la cabeza y extiendo la última hoja de su diario, Anette la lee y me la devuelve.
— ¿Qué paso esa noche?
— Éramos jóvenes y estúpidas, conocimos a estos chicos, eran populares, guapos y mayores no como los chicos de nuestra escuela que eran unos imbéciles inmaduros. Ellos solían estar afuera de nuestra escuela y nos decían cosas bonitas, ya sabes, caímos como tontas. Empezamos a salir con ellos, y solían alagarnos, nos decían que éramos hermosas y que podían ayudarnos a ser grandes, ya sabes, modelos ir a pasarelas y estar en la televisión y en portadas de revistas. Bueno ese era el sueño de todas excepto el de Elena, curioso porque ella era la más bonita de todas, pero ella no, no soñaba con aparecer en una revista, solo quería enamorarse encontrar el amor de su vida. Así que Jakob la manipuló de esa manera, mientras a nosotras nos engañaban con sesiones fotográficas que nunca salieron a la luz y fiestas donde iba gente importante donde nos darían a conocer, a ella la engañaban con flores y palabras bonitas. Esa noche Elena ya no quería hacer más las cosas que Jakob le pedía, y comenzaron a discutir. Él se puso bastante agresivo con todas, y yo me enfadé con ella, le dije que por su culpa perderíamos todas las oportunidades. Ella me gritó, dejo en claro que no le interesaba, ya que debía preocuparse por algo más importante y llevó su mano hacia su vientre, yo inmediatamente supe a qué se refería y le dije que no le dijera nada a Jakob y que le ayudaría a deshacernos de el bebé. abortarlo. Pero ella se molestó conmigo, estaba convencida que Jakob la amaba y se iría con ella y serian una familia feliz. Siguió discutiendo con Jakob, al final ella dijo que se iba y uno de los hombres de Jakob la llevó a casa. Jakob estaba increíblemente molesto, y empezó a ignorar sus llamadas y mensajes, pero hubo un momento en la madrugada donde desapareció, regresó ya casi para al amanecer, y yo claramente le escuché decir a uno de sus amigos