La Luna de mi manada

capitulo 8 -mi dulce mate-

Narra Dalisha

Me asome a la ventana de mi habitacion para ver que eran aquellos insesantes golpeteos, la noche era oscura pero podia distinguir a Alex parado en la calle con un cartelito pequeño que decia "¿puedes salir?", rei ante este gesto y asenti para luego abrir mi ventana y deslizarme por uno de los umbrales hasta la calle, corri hacia sus brazos y me apegue a el con un abrazo fuerte, ese era el lugar donde queria estar...ese era mi hogar. El beso mi frente suavemente y miro a mis ojos con un brillo especial en ellos para luego reirse levemente.

-dime que eres ahora Dali...¿una loba? ¿o una niña mono?- rio mientras seguia abrazandome y yo le hice un puchero tierno, su risa se habia convertido en mi nuevo sonido favorito.

-porque querias que saliera?.

-Queria que tuvieramos una cita, solos tu y yo, esta noche es perfecta para eso no crees?- rasco su nuca sonrojado y miro a otro lado, de repente se detuvo y me miro con rapidez.

-casi lo olvido...tu herida como esta??- tomo mis mejillas e hizo que lo mirara a los ojos, su preocupacion era autentica lo pude sentir en ese instante, el verlo asi me provocaba querer besarlo y jamas separarme de sus labios.

-e...estoy bien...duele a ratos pero ya esta sanando- toque el area afectada e hice una leve mueca de dolor. -el doctor dijo que el veneno de aquel vampiro no llego a mi torrente sanguineo y...- el me interrumpio con un suspiro.

-y aun asi bajaste por ese techo con riesgo de caerte y de que te pasara algo malo- me miro con una ceja alzada y seria se veia sexy de esa forma asi que mordi mi labio inferior y emplee algo que a mi papá y a Nathan los mataba: la ternura.  

-yo se que si hubiera caido tu me atraparias- lo regrese a ver y no tuve tiempo de reaccionar cuando me cargo en brazos y beso la punta de mi nariz, senti muchas ganas de besarlo en ese instante, pero luego sacudi mi cabeza ante ese pensamiento, malditas hormonas.

-eso responde a tu pregunta...niña mono?- alzo sus cejas en forma "seductora" y empece a reir.

-en realidad no, y...a donde iremos?- pregunte bajandome de sus brazos.

-es sorpresa asi que...ponte esto- me tendio una venda y rode mis ojos sonriendo, me la puse y despues sus manos tocaron mis hombros guiandome por el bosque, caminamos unos 20 minutos hasta que la venda cayo a mis pies, ese era mi lugar favorito de entre todos, la cascada a la que llamabamos "crystal moon", esa cascada nacia desde un peñasco y moria en una laguna cercana, se habia convertido en un lugar importante para mi pues ahi fue donde nos conocimos Zoe y yo y donde tuve mi primera borrachera con Nathan y Miro, y ahora...estaba teniendo una cita con mi mate, en el pequeño muelle que habia cerca habia una mesa para dos con velas y rosas de distintos colores, la luna estaba en su punto mas alto haciendo que todo se viera mas romantico y brillante, habia una botella de vino y lasagna, regrese a ver a Alex con una ceja alzada interrogandolo:

-esta vez Alya no me dijo nada, fue Zoe ella me ayudo a preparar todo esto para ti- rei y el tomo mi mano acercandonos a la mesa me dejo acomodada y empezo a servir el vino y la lasagna, lo hacia con sumo cuidado y elegancia, miraba todas sus facciones y su cabello rizado un pequeño rulito se asomaba por su frente haciendolo ver mas apuesto, tomo asiento frente a mi y antes de que empezara sostuvo mi mano.

-Dali antes que nada quiero recordarte lo mucho que te amo, y que nunca sentire nada por otra mujer que no seas tu.

-Alex...eso yo lo se, no tienes que recordarmelo- antes de que continuara, puso en mi dedo indice un hermoso anillo de oro blanco con un diamante pulido en forma de media luna rodeado por pequeños zafiros, lo mire maravillada pues nunca antes habia recibido un regalo tan hermoso, mis lagrimas empezaron a caer de felicidad, senti como mi alma se llenaba de una felicidad indescriptible. Mire a sus ojos y sabia que el hombre que estaba frente a mi jamas me dejaria sola, y con tan solo sostener su mano yo podia conquistar el mundo entero me acerque a el y lo bese con dulzura, eso lo tomo por sorpresa pero me correspondio, sus labios eran suaves y calidos, encajaban perfectamente con los mios, queria mas de el, lo queria solo para mi y no me importaba si alguien se oponia yo seguiria amandolo, lo amaria hasta que mi corazon dejara de latir, daria mi vida por el...por mi dulce mate.




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