Narra Alex
Despues de haber confirmado que Dalisha estaba bien decidi volver a casa, estaba muy cansado por lo de anoche y ademas Dimitri estaba en el medico de la manada al cuidado de Zoe, subi a mi habitación y me deje caer sobre la suavidad del colchon durmiendome enseguida, senti un suave olor a lilas combinada con vainilla, cuando abri mis ojos estaba en un bosque oscuro, iluminado por pequeñas farolitas de color azul y lleno de glicinias en flor, recorri un poco el lugar para luego percatarme de la presencia de una chica de cabello negro y brillante y un vestido celeste que le llegaba hasta los tobillos, poseia un parecido considerable con Dalisha exceptuando los ojos azul zafiro profundos que tenia, me sonrio de forma suave y me pidio que me acercara, para luego tomar mi mano y poner en ella una gardenia y susurro con voz suave.
-por favor, dile a Azazel que lo amo...- para despues desaparecer frente a mis ojos. Desperte sobresaltado e hiperventilandome que habia sido aquel extraño sueño?, me levante inmediatamente para luego darme cuenta de que en efecto en mi mano derecha habia una gardenia fresca, me puse un abrigo y sali de casa dirigiendome al territorio de los vampiros, al llegar muchos de esos chupasangres me recibieron de mala gana hasta que una voz los detuvo.
-que clase de comportamiento es ese hacia los invitados?- alze mi vista viendo como Azazel bajaba con una bata de dormir y un libro en la mano, Azazel Darkwood, era el actual rey de los vampiros, perteneciente a un largo linaje de vampiros de raza pura y uno de los que heredaron muy jovenes el trono de los vampiros, me acerque a el sonriente.
-es bueno verte despues de tanto viejo amigo...
-lo mismo digo alpha felicidades por encontrar a su mate- esto ultimo lo dijo con un toque tristeza y amargura en su voz, Azazel y yo nos llevamos bien desde que se firmo el tratado de paz entre territorios, por lo que ahora no debo preocuparme mucho por los ataques de estos, los unicos que ahora me preocupaban eran los insufribles rogues y sus constantes ataques a la manada, recorde a que habia ido y le mostre la gardenia.
-ten...no se como explicarlo pero...una chica en sueños me dijo que te amaba y...-no me dejo terminar su mano apretaba mi cuello con fuerza y sus ojos se tornaban rojos, estaba perdiendo el control pues mostraba sus colmillos brillantes.
-viniste a burlarte de mi cierto??!! de donde sacaste esa gardenia!!??...contestame!!- apreto mas su agarre, empezo a asfixiarme hasta que lo patee en el estomago alejandolo de mi, este retrocedio y por instinto empece a toser y aspirar para recuperar el aire perdido.
-c...calmate maldita sea...no se quien sea ella, solo vine por esto...n...no se quien carajos es ella...- el volvio a su postura normal y miro hacia el suelo suspirando pesadamente, hizo una seña de que lo siguiera y lo obedeci caminando a la sala, de uno de sus libros saco una foto y me la enseño...mi sorpresa fue grande cuando vi que era la misma chica de mi sueño, el parecio entender mi rostro y vio la foto empezando a lagrimear, acarició la foto con suavidad mientras la miraba con ternura y despues hablo.
-ella era tan hermosa, un angel entre tanta oscuridad, adoraba las gardenias como estas...mi bella alma gemela, si tan solo estuviera con vida ella hubiera sido una itanium preciosa...mi bella Danae...- lo mire con lastima si habia algo en lo que los vampiros y los lobos eramos iguales era en el hecho de que nosotros nacemos sin la mitad de nuestra alma, y depende de nosotros encontrarla, protegerla y amarla mas que a nuestra vida y cuando la perdemos jamas volvemos a amar a otra persona, nuestra alma muere junto con ella o el, palmee su hombro mostrandole mi apoyo, estaba sin duda destrozado. Al mirar mas de cerca note que aquella muchacha guardaba cierto parecido con mi madre, yo habia heredado los ojos color avellana de mi padre pero mi madre era la unica con ese distintivo azul en sus ojos, tomo la gardenia y la guardo en un cofre donde tambien habia una corona de flores hechas con jazmines y margaritas y unos pendientes de rubies.
-Yo....lamento esto, no sabia que ella estaba...- no quise terminar ya que no queria tener que traerle tantos recuerdos malos cuando el se acerco y toco mi frente con su dedo indice, me quede paralizado y de repente fui transportado a un claro del bosque neutro, estaba rodeado de margaritas y en el medio habia una chica sentada tenia un vestido blanco tan pulcro que parecia brillar con los rayos de la luna, y su piel era tan blanca que facilmente hubiese sido confundida con una hija de la luna, me acerque a ella pero no se daba cuenta de mi presencia hasta que escucho unos pasos y se volteo a ver, una sonrisa dulce se presento en sus labios rojos y se levanto para recibir a....Azazel?, el era bastante mayor para ella tecnicamente era una niña pero a ella no parecia molestarle en absoluto, corrio a sus brazos y se refugio en ellos.
-Azazel no tienes idea de cuanto te extrañe...
-y yo a ti mi hermosa Danae...me hiciste muchisima falta- el pego sus labios a sus cabellos y acaricio su espada, el aura alrededor de ellos se volvio tan pura que cualquiera que estuviera cerca en ese momento se hubiese sentido mas liviano que una nube, ambos se miraron llenos de amor hasta que el se separo.
-te tengo una sorpresa, asi que se cierra los ojos y no hagas trampas- ella se rio suavemente y cubrio sus ojos, Azazel coloco la corona de flores que vi en el baul en su cabeza y la acomodo.
-Puedes abrirlos, aunque no creo que se compare con tu belleza, mi futura reina- ella lo miro y sonrio de forma triste, ella era una loba y el un vampiro y sabia que una union asi era dificil, debias renunciar a ser una loba o el renunciar a su raza y linaje, el entendio esto y acaricio sus mejillas con suavidad.