Narra Dalisha
Un profundo oscuro estaba dibujado frente a mi, la oscuridad pesaba sobre mi cuerpo impidiendo que me moviera, sentía que algo caliente recorría mi cara, cuando intente abrir mis ojos todo me daba vueltas y me sentía realmente debíl para poder continuar luchando, solo deje que la oscuridad me engullera por completo, aún sentía mi cuerpo pesado pero ahora estaba en un claro del bosque donde los rayos de la luna iluminaban todo a su alrededor, parecía tan real pues las flores crecían en busca de un poco de la luz de nuestra Diosa, en medio de ellas vislumbré una bella mujer, de largo cabello negro y piel palída que acariciaba a una loba negra y blanca que yacía dormida en su regazo, me acerque a ella y cuando notó mi presencia lejos de asustarse alzó su mirada de zafíro hacia mi, me invitó a tomar asiento a su lado y yo accedí mientras me sentaba a su lado, pude ver su vestido blanco y pulcro que reflejaba su alma mientras aun miraba a la loba dormida.
-Tu eres la mate de mi hermano...Dalisha cierto?....
-S-si...soy yo...que hacemos aquí?...Tu quien eres?...
-Supongo que tu hermano Nathan ya te contó sobre mi...no es asi?- dijo con una voz dulce que parecía de seda, suave y ligera, jámas regresó su vista hacía mi solo estaba concentrada en la loba que yacía respirando pacíficamente sobre sus rodillas. Era curioso pero lejos de sentir miedo, la sola presencia de aquella angelical criatura me hacia sentir en paz conmigo misma.
-Yo soy Danae...la hermana de Alex...
-T...tu...pero...no se supone que tu estabas....
-Muerta?...Si...lo estoy...pero lejos de sentir dolor no sufro a lado de nuestra Diosa- alzó su vista hacia el cielo estrellado donde una blanca luna le sonreia y le mandaba todos sus rayos, cerró sus ojos y suspiró de una forma que parecía liberar todo el peso de lo que estuviera sintiendo, la loba finalmente se levantó y me miró a los ojos mientras movia sus orejas, era imponente y hermosa, tenía los ojos de Danae y pude darme cuenta al fin de que su loba estaba separada de su cuerpo, Danae acarició entre las orejas de la loba con cuidado y ternura.
-En vida jamas pude conocer a mi loba, pero la Diosa no quizo que yo me fuera de este mundo sin conocerla, se llama Amelia, a que es una belleza..?
-Porque me trajiste aqui..?...debes tener una razón para haberlo hecho...-Ella hizo un silencio de unos 5 minutos hasta que me regresó a ver, con una sonrisa suave.
-Porque...mi hermano esta sufriendo mucho por ti..
-Eso...no es cierto...el me rechazó..no me quiere cerca de el y si es asi..entonces yo tampoco- dije decidida tragandome las lágrimas al recordar las palabras que él habia usado, sin embargo, no iba a llorar otra vez por el.
-No fue su culpa el hacerlo...nuestro padre lo obligó porque no quiere que sufra el mismo destino que yo...tu eres una gamma sangrienta...muy poderosa. no te va a importar lastimar a quien este en tu camino con tal de obtener lo que desees...ya sabras que yo fui asesinada por una, pero el te ama...esta dispuesto a dar su vida por ti, el vinculo de mates los hace inseparables...- se levantó y tomó con ambas manos mi cara obligandome a mirarla a los ojos.
-Lo hizo para protegerte..nuestro padre iba a matarte si tu no te alejabas, mi padre jamas tuvo en cuenta nuestros sentimientos, el solo quería protegernos a costa de nuestro sufrimiento, yo jamas pude decirle a Azazel que lo amaba, el era mi mate...yo era su alma gemela, estabamos destinados y sin embargo, el egoismo y la soberbia nos separaron...no dejes que a ti y a Alex les pase lo mismo...- Su mirada era tan suplicante y llena de sufrimiento que enseguida yo tome sus manos y le prometí que una vez despertara, hablaría con el, ella sonrió agradecida y sin antes darme una mirada llena de alivio, se internó en el bosque seguida por su loba quien caminaba a su lado. Una vez que se hubo ido yo mire hacia el cielo hasta que de pronto empecé a escupir sangre y un dolor intenso me hizo reaccionar, ya no estaba en el claro ahora , estaba en una vieja bodega de provisiones donde una pelirroja con una capa de lobo blanco obserbava complacida hacia mi, no controlaba mi propio cuerpo, Alya habia tomado el control y estaba atacando a Alex, el se resistia mientras yo sin saber que hacer empecé a llorar, yo no queria atacarlo pero mi cuerpo no era mio en ese instante, Alya gruñia y mordia a Alex causandole profundas y sangrantes heridas mientras este chillaba, sentí que alguien estrello su cuerpo contra el mio, se trataba del alpha actual, el padre de Alex, Alya logró empujarlo lejos de ella, y cuando vi que mi amado mate estaba recostado en el piso vulnerable...luche, luche como nunca antes habia luchado para protegerlo, logré quitarle el control a Alya y reaccionar brevemente para acercarme a el y acariciar su nariz húmeda con la mia.
El abrió sus enormes ojos y me miro tratando de sonreir, lo habia lastimado bastante y sus heridas dolian en mi piel como si fueran mias, en sus ojos se vio un breve brillo, sentí aquella horrible presión en mi corazón como si alguien hubiese metido su mano en mi pecho y lo estuviera apretando, me di la vuelta y vi a Roselynn apretando su puño lleno de su sangre.
-Maldita sea, obedeceme Alya...MATALO!!!!- Gritó con fuerza, su mirada azul se llenaba de locura haciendo evidente que esta mujer le sobraba de belleza lo que le faltaba de cordura, gruñi hacia ella mientras me acercaba amenazante, ella no retrocedio solo se quedo en su lugar apretando mas duro su puño y junto con el vino un dolor que me tiro al piso en medio de sollozos, esta mujer iba a matarme.