Narra Alex
La batalla contra Dalisha me estaba dejando sin fuerzas, su fuerza era el doble de la mia sin mencionar que su tamaño habia incrementando provocando que estuviera en desventaja, me tiró al suelo con un solo movimiento de sus garras y perdí el aire, mi visión se volvió borrosa por un momento y solo vi que mi pequeña reaccionó por unos segundos, sus ojitos brillantes me miraron con sufrimiento y frtó su húmeda nariz con la mía, aquello me hizo sentir feliz por un momento, hasta que de repente Dalisha dio un chillido de absoluto dolor y cayó al suelo mientras se retoria, escuche a esa maldita mujer acercarse a mi pequeña, mientras hablaba de forma despectiva.
-Me eres insevible ahora que no puedo controlarte, asi que te mataré primero...y luego seguira Alex- Dalisha volvió a llorar de dolor mientras Roselynn apretaba su puño sangrante con fuerza, mi cuerpo pesaba demasiado por mas que intentaba que reaccionara, solo logre arrastrarme hasta estar a su lado, dejo de moverse después de un rato provocando un aullido de pena de Anses.
-Pequeña...mi pequeña...esta muerta...
-N...no lo esta...ella no puede...- Una última exhalación salió de sus pulmones, ella no podia estar muerta...no podia dejarme aquí solo, no podía dejarme sin su cariño, sin sus hermosos ojos color chocolate, no podía dejarme atado a una vida sin ella, preferiría estar yo en su lugar, con las pocas fuerzas que me quedaban me levanté con mis patas temblando pero dispuesto a matar a aquella pelirroja que se habia llevado a mi Dalisha, aproveche que estaba distraída y en un ataque rápido me abalanze sobre ella, ella me miró con sorpresa mientras yo mordía su cuello con fuerza, mientras ella gritaba, cuando senti que sus uñas dejaban de clavarse en mi piel la solté y corrí hacia mi mate quien parecía dormida, lamí su mejilla y me recosté a su lado llorando, esperando, rogando porque la Diosa Luna no se la llevara.
Narra Roselynn
Me quedé tirada en el piso, mientras escupía sangre y veía como Elian abrazaba a Helena, empecé a llorar porque yo era la que debía estar en su lugar, debía ser yo a quien abrazará durante las noches frias, yo debía ser la luna de la manada, me era insoportable saber que la última escena que veria antes de morir, era a Elian feliz, cerré mis ojos por unos minutos y el pasado volvía a mi mente, un pasado irrecuperable.
Recordé la vez en que Elian fue el primero en defenderme en la escuela, todos me molestaban por el cabello rojo y rizado, detestaba mi cabello porque no era normal, pasaba mis recesos solitaria y me ocultaba en los baños para evitar ser golpeada por mis acosadores, cada dia se volvía un infierno para mí a tal punto que me era difícil ver el lado bueno de las cosas, todo era irrelevante y gris, hasta que el con su sonrisa de chico bueno me ayudo, se sentó a lado de mi en el recreo y me ofreció un pedazo de su manzana, yo desconfiaba pero el insistía tanto que acepté finalmente.
-Eres muy bonita como para estar sola...tu...
-Me llamo Roselynn Gallagher...y tú eres...
-Elian Marcovich...el hijo del alpha por así decirlo.
-Como es que el futuro alpha se acerca a alguien tan...insignificante como yo..?- Sus malditas palabras, esas malditas palabras fueron las que me hicieron caer en un océano de sentimientos hacía el...
-Porque no...?- Sentí como si el viento golpeara fuertemente mi corazón haciendo que empezara a palpitar con fuerzas, desde ese día el y yo crecimos juntos desarrollando sentimientos fuertes hacía el otro, nos graduamos juntos, jugamos juntos...hasta que un día me pidió que fuera su novia, aquello me hizo tan feliz, el me hizo creer en que finalmente había encontrado mi lugar en este mundo, después de estar tanto tiempo perdida...Hasta que ella llegó, Helena Lawton apareció para arruinarlo todo, ella era la mate de mi amado Elian...
-Elian...ya se que encontraste a tu mate...
-Pensaba decirtelo en algún momento...
-Cuando...?...cuando tu y ella estuviesen casados? cuando ya hubiesen tenido hijos?...
-No quería que esto terminara así..Siempre fuiste mi mejor amiga..no quisiera que esta amistad se acabara así de la nada...quiza tu y yo aún podamos...-Intentó tomar mis manos pero yo las aleje tan rápido como pude mientras empezaba a llorar y gritarle todo mi dolor.
-Como puedes pedirme que me quede a tu lado aun sabiendo mis sentimientos hacía ti?!!...eso es demasiado cruel!!!- Sentí como mi corazón se apretaba cada vez más dejandome sin respiración, era un dolor terrible y agobiante, mi cuerpo empezó a temblar hasta que mis piernas falsearon y caí al suelo llorando con fuerzas, en medio de las lágrimas vi como el se alejaba por aquella puerta dejandome sola y perdida...como al inicio de todo.
Meses después encontré a mi mate, un humano al que se supone debía de amar y proteger...pero no lo hice, no sentía nada por él...por más que lo intentaba no podía, hasta que un día me cansé y a sangre fría tome su vida con mis propias manos...Lloré, lloré hasta decir basta...hasta que mi alma se sintió satisfecha, hasta que me enteré meses después que estaba embarazada de él...después de aquello todo se vuelve borroso y difuso.