Narra Dalisha
Mamá nos miraba sonriente mientras nosotros aún no saliamos de nuestra sorpresa, el primero en tomar la iniciativa fue Alex quien se separó de mi primero mientras carraspeaba.
-Si no tiene problema en que yo este aquí entonces acepto su invitación señora.
-Por supuesto que no, sería un honor tener al futuro alpha en nuestra mesa, pero ¿En tu casa no celebran la Noche Buena?.
-La celebramos pero el 25 de diciembre, el 24 mis padres se dedican a repartir regalos en los orfanatos de las manadas vecinas- Sonreí ante eso pensando que cuando yo sea la luna de la manada haría el mismo trabajo que la madre de Alex, sería hermoso ver a tantos pequeñines sonrientes con sus regalos, Alex me tomó del hombro y me agitó suavemente para que dejara de soñar despierta.
-Bien entonces ¿gustas esperar o tienes algo mas que hacer?
-Pues no tenía nada planeado, solo le pido que me deje ir a cambiarme de ropa- Lo miré de pies a cabeza y yo pensé para mi misma que este hombre no necesitaba cambiarse nada.
-Tus hormonas te estan traicionando Dalisha?- Alya al fin me contestaba, después de tanto tiempo, reí ante su comentario y mire a mi alpha, tan lindo y apuesto. Mamá me pidió que fuera a dejarlo a la puerta y yo asentí, mi mate se despidió de Nathan y mi padre de manera respetuosa y de mis tios de forma cordial, Liana esperaba que se acercara a ella para despedirse con un beso en la mejilla pero él simplemente mantuvo la distancia y le sonrió cordial, abrí la puerta y salió perdiendose entre la nieve. Ví de reojo a mi prima quien se mordía las uñas de los celos y la envidia, ¿Sería muy infantil de mi parte sacarle la lengua ahora?.
-Vas a ser la futura luna de la manada, ya tienes 21 años ¿y te preguntas si es infantil de tu parte sacarle la lengua a tu prima?- Dijo mi loba con tono sarcástico y burlón, esta vez no le haría caso a mi loba, ella ya me había hecho la vida lo suficientemente pesada y no iba a desaprovechar esta oportunidad, cerré la puerta y suspiré.
-Si me disculpan queridos tíos tengo que ir a lucirme para mi mate, el alpha...Porque yo si tengo uno- Dejé que mi voz de diva sarcástica saliera a flote mientras miraba a Liana quién le faltó poco para reventar de lo roja que estaba de la ira, si yo hubiera sido ella me hubiese arrancado mi melena postiza, reí y los dejé a los tres con la palabra en la boca, subí a mi habitación sonriente encontrandome con Nathan quién me miraba riendose.
-Lo ví todo Dali, enserio hiciste eso?
-La perra se lo merecía, ella ya me había hecho la vida miserable demasiado tiempo así que es mi turno.
-Sabes que a mi tampoco me cae bien la prima Liana pero tampoco soy tan cruel como para restregarle en la cara que su mate la rechazó- Él me siguió hasta mi habitación y yo me senté frente a mi tocador para cepillarme el cabello, mi mellizo me quitó el cepillo de las manos y empezó a hacerlo él, me relajé ante esto. No era nada raro para mi puesto que el desde que eramos pequeños siempre se encargó de peinarme y con el tiempo se volvió un experto en esto.
-Ella se lo busco, nadie le dijo que se embriagara y le fuera infiel, no puedes culparme por ello.
-Lo sé...Por cierto Abdel vino hoy, dijo que tendría que volver a su manada por unos cuantos días pero te dejó un regalo de navidad, lo escondí en caso de que Liana quisiera robarselo.
-Gracias, Miro vendra a cenar con nosotros?
-No...dijo que pasaría las fiestas con su familia en Japón, otra vez...-Terminó de cepillarme y me devolvió el cepillo sonriendo, salió para irse a vestir para la cena y yo hice lo mismo, vi la bonita bolsa brillante que mi hermano dejó en el armario, y suspiré, la abrí y ahí estaba el vestido ms hermoso que jamas había visto en mi vida, Abdel sabía el color: rojo pasión, era de falda hasta las rodillas y escote con encaje blanco, el me conocía, me lo probé y se amoldó a la perfección a mis curvas, terminé de cepillarme el cabello y bajé justo a tiempo para ver como Liana se le lanzaba a los brazos a mi mate, para supuestamente "saludarlo" con algo de suerte, el me vio y la rechazó para correr hacia mí, hizo una reverencia frente a mi, se veia tan apuesto con esa camisa celeste y esos pantalones de mezclilla negros, lo besé frente a Liana quien dio un resoplido exasperante y se puso frente a mi.
-Lindo vestido, es una lástima que este en tí, se vería mejor en alguien que si sepa lucirlo- Era todo iba a arrancarle a esa creida sus extensiones y arrancarle el cólageno de sus pechos postizos pero Alex intervinó.
-Creo que a mi hermosa mate se le ve mejor, ella tiene todo natural...a diferencia de otras- Dijo refiriendose a mi prima, ella iba a decir algo pero mi madre nos llamó todos a la cena, papá se sentó a la cabeza y mamá a su lado derecho, a su lado mi tía Androméda y Liana frente a mi, Alex tuvó que sentarse a lado de mi tío y Nathan a mi lado, el olor a pavo era exquisito y las guarniciones que había hecho mamá se veian mas apetitosas, cuando agradecimos a la Diosa Luna por los alimentos, empezamos a comer, estaba a punto de tomar una jugosa pierna del pavo pero Liana se me adelantó. La miré mal y suspiré, después de unos minutos me acerqué a tomar una mazorca pero como siempre Liana estaba ahí arruinandolo todo otra vez.
-Lo siento prima espero que no te moleste, sabes que me encantan las mazorcas.
-Si claro, descuida...-No le tomé mas importancia y me dediqué a comer hasta que ella llegó a los límites de mi paciencia, ella "sin querer se acercó a tomar la ensalada y regó en mi vestido mi copa de champagna para el brindis, se hizó la idiota y pidió perdón.
-Oops perdón primita sabes que soy muy torpe.
-Tú...descuida..-Alex tomó una servilleta y me la acercó pero ella como siempre, fingió que se regó su copa en ella y empezó a coquetearle...A MI MATE!!!