La Luna de mi manada

Capitulo 32 -La sangre de mi manada-

Narra Dalisha

Después de la boda, todo se calmó, volvimos a la realidad, mis padres trabajando y muy pronto la graduación de la universidad, estábamos próximos a rendir los éxamenes, no me preocupaba mucho ya que siempre fui de las que se esmeran bastante en el colegio, por eso Nathan me había puesto el apodo de "pequeña loba de los libros", no me agradaba mucho el apodo pero al final se que no es con mala intención, caminaba por la calle tranquilamente mientras el aire húmedo anunciaba tormenta, este tipo de climas me gustaban, podía usar mis suéteres favoritos, tomar chocolate o café y sobre todo acurrucarme en mi cama y dormir todo lo que quisiera.

-Este tipo de climas...me agradan, quiero salir un rato para sentir el viento en mi pelaje.

-Saldras después de clases, lo prometo.

-Esta bien, pero mas te vale cumplirlo- Corté la comunicación con Alya casi entrando a la universidad, al ver que había una gran multitud reunida en el patio me acerqué a ver que sucedía, en el aire flotaba un aroma metálico y amargo que embotaba todos mis sentidos, era realmente desagradable, era el olor de la sangre y el miedo, me apresuré a llegar hasta el centro en donde estaba el objeto del pánico y la extrañeza de los lobos, al abrirme paso entre la multitud, el olor a sangre se hizo mas intenso provocando que tuviera que cubrir mi nariz, siempre odie el olor de la sangre de los lobos, comparada a la sangre de otro tipo de especies, la nuestra tiene un olor en especifíco de acuerdo a nuestras emociones, un olor dulce cuando sentimos amor, un olor repulsivo cuando sentimos odio o ira, un olor a flores marchitas cuando sentimos tristeza y así...Pero este olor en específico, era diferente, era un olor a metal y fruta podrida, cuando vislumbré lo que soltaba ese aroma quedé en shock...era la misma chica que había salvado de un rogue la noche del baile de inauguración, estaba amarrada a un árbol, con sangre saliendo de su boca y nariz, cortes en su frágil cuerpo y varios moretones, tenía su ropa hecha un desastre y...tenia sangre escurriendo de sus piernas, sentí unas enormes ganas de llorar pero me contuve y me acerqué corriendo a ella para bajarla, rompí como pude la cuerda y la tomé entre mis brazos, acerqué mi oido a su pecho, necesitaba saber si aún podía salvarse, su corazón latía, muy poco pero lo hacía, la abrazé mas a mí, mientras dejaba salir lágrimas.

-ALGUIEN LLAME A UNA AMBULANCIA!!!! RÁPIDO!!!- Grité viendo a la enorme multitud, todos empezaron a moverse mientras yo aún mantenia a la chica entre mis brazos, me negaba a soltarla y no entendía quien pudo haber hecho eso, una chica que parecía tener unos 26 años de edad se me acercó.

-Disculpe Luna...pero...la chica tenía este cartel colgado de su cuello- Me entregó un trozo de cartón y cuando vi el mensaje escrito con la propia sangre de esa chica, me quedé helada...

-"SI NO ENTREGAN A SU LUNA, SEGUIRA CORRIENDO LA SANGRE DE SU MANADA ENTRE SUS MANOS, PRIMER AVISO"- Sin duda esto se trataba de un llamado a la guerra entre la manada y los rogues, estaban pidiendo mi cabeza en bandeja de plata a cambio de la paz entre ambos bandos, aún no sabía el porque, analizaba todo lo ocurrido hasta el momento cuando encontré la respuesta...Aquella noche yo asesiné al líder sin siquiera quererlo...era por eso que clamaban por mi, era un "sangre por sangre" retorcido y sádico...vi como los paramédicos llegaban y se llevaban a la chica mientras revisaban sus signos vitales, todo pasaba en cámara lenta, inclusive cuando Alex tomaba el cartel entre sus manos y me abrazaba a él, estaba aterrorizada aún por lo que mis ojos vieron, ¿Por qué gente inocente tenía que pagar por mis errores?.

-Nena...calma todo esta bien...ya estoy aquí...no dejaré que nada te pase- Sonrió como solo el sabe hacerlo y me ayudo a levantarme, mi cuerpo solo respondía a impulsos e instintos ya que yo aún seguía en shock y aquel olor, ese maldito olor...seguía dando vueltas en mi cerebro sin querer irse de ahí.

-Dalisha...será mejor que te vayas a casa...te ves realmente pálida.

-Yo...estoy bien...s-solo fue la sorpresa del momento...lo juro.

-Aún asi, deberias irte no es un lugar seguro para ti, sobre todo si el culpable de esto sigue suelto.

-Enserio estoy bien...no necesitas preocuparte por nada.

-Dalisha, hablo enserio es mejor que te vayas de aquí...

-Deja de tratarme como si en algún momento me fuera a romper!!!!!- Grité esta vez llena de furia y frustración, vi que el se sorprendió un poco pero me devolvió la mirada.

-Entonces haz lo que se te pegué la gana!!! no se ni porque me molesto en preocuparme por ti!!!!.

-Yo jamás te pedí que lo hagas!!!! Y si tanto te molesta entonces lárgate y dejame en paz!!!!!- Grité ante la mirada silenciosa de toda una multitud, ingresando a la universidad, lo primero que hice fue ir al baño y encerrarme en uno de los cubículos, al entrar no pude soportarlo más, el estómago se me revolvió provocando que regresara todo lo que había ingerido en las últimas horas, me sentía realmente mal, era una mezcla dolorosa que se asemejaba a una puñalada en el abdomen, no sabía si eran por las emociones fuertes que había experimentado o era la ira de que me tratasen como a una niña pequeña, yo era fuerte y debía demostrarmelo a mi misma a la próxima y cuidarme de hacer esas escenitas, pero realmente...el haberle gritado a Alex todo aquello...solo me hacía querer devolver todo de nuevo, me arrodillé frente al inodoro y empecé a llorar, sin poder más...

Pasaron segundos, minutos, horas...no estaba segura...no tenia noción del tiempo, mi cabeza daba vueltas y mis oidos zumbaban, tapé mis oidos con fuerza para dejar de oir ese irritante zumbido hasta que finalmente, aquello dejo de retumbar en mi mente para solo transformarse en una voz femenina fuerte y dura, esa no era Alya, se trataba de otra entidad que yacía en mi mente.




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