Narra Dalisha
Los dias continuan pasando y cada vez se siente más cerca el dia del eclipse de la Luna roja, he de admitirlo aunque la loca de Ledna venga y me use como su saco de boxeo al menos me mantienen bien hidratada y alimentada, la presencia de Connor se hizo costumbre ya para mi, aunque no hable mucho al menos me ayuda a no volverme loca de la soledad. Puedo ver a traves de una pequeña grieta en la pared que empieza a anochecer, solo puedo ver la luz de una fogata a lo lejos y oir los gruñidos de algunos rogues que estan peleando o entrenando, no sabria decirlo con exactitud, me giro al escuchar que Connor entra por aquella puerta con un cuenco con agua y algo de bayas silvestres y carne de ciervo.
-Tu cena...- Dejó la bandeja en el suelo y se sentó frente a mi observándome fijamente.
-G...Gracias...- Empecé a comer bajo su atenta mirada y aunque me incomódara que me viera comiendo no dije nada para no despertar su ira, el entrecerró los ojos y suspiró.
-Descuida nada de lo que digas me haria enojar...estoy acostumbrado a este tipo de cosas después de todo...
-L...Leiste mi mente...?!! Cómo!?- Dije sorprendida retrocediendo, me sonrió de forma pícara mientras tomaba una de las bayas y se la metía a la boca.
-Digamos que es una habilidad que aprendes cuando eres el hijo de un lobo y de una nigromante.
-Pensé que los nigromantes tenían prohibido cruzarse con los lobos, de hecho es una ley en cualquier manada del mundo.
-Preciosa...por algo soy un rogue no?- Acomodó su cabello negro suspirando, entonces el estaba consciente de que hay ciertas razas que no pueden cruzarse jámas, entre ellas los lobos con los nigromantes.
-Connor...si no te importa nada de lo que diga, entonces podría hacerte una pregunta?.
-Ya lo estas haciendo o no?
-Porque haces todo esto..? me refiero a...el hecho de que cuidas de una desconocida, y además...no creas que no me doy cuenta de como miras a Ledna...- Él se sorprendió un poco pero no dijo nada solo miro a otro lado neutral.
-Porque amo a Ledna...incluso si ella hace todo esto por vengar la muerte de su mate...- Como vio que no estaba dispuesta a seguir hablando el continuo.
-Ledna y yo nos conocemos desde que éramos cachorros, ella al igual que yo nació siendo una exiliada de la manada, su madre se había enamorado de un joven vampiro, pero como sabes las ideas estúpidas de que las razas no pueden mezclarse los hizo unos indeseables dentro del clan y de la manada, ella nació siendo una hibrída...conmigo fue muy diferente...mi padre renunció a la manada por estar con mi madre que era su mate, ella me enseño algunas cosas básicas de la magía negra y me dio un símbolo de protección antes de ser asesinada por Elian, el la culpaba de haber corrompido a uno de sus mejores hombres con su magía- Noté que sus músculos se tensaban y su respiración se volvía mas y mas agitada, presentía que si no hacía algo se saldría de control tarde o temprano.
-Connor...acaso tu símbolo...es un rito con algún demonio?- Había escuchado sobre que los nigromantes mantenían estrechos lazos con algunos demonios, incluso llegaba al punto que muchos de ellos hacían pactos de amor cuando un demonio se enamoraba de un nigromante.
-En parte, el demonio que me otorga su protección es benévolo hasta cierto punto, pero eso no significa que si me dejo llevar por deseos oscuros o algún pensamiento negativo este no vaya a sacar lo peor de mi.
-Ahora....entiendo porque Ledna te quiere de su lado...
-Si...que lista eres, al ser el único de los rogues que posee habilidades con la magia negra y que tiene a un demonio protector me necesita para usarte como sacrificio en la luna de sangre...solo así ella absorverá tu poder y podra tomar venganza en contra de Elian y de tu manada...
-Támbien haces esto por tus padres cierto?...Tu támbien vas a obtener venganza contra Elian...
-No creas que no he podido ver tus recuerdos...se que detestas a Elian tanto como yo, lo odias aunque logras ocultar tu aura a la perfección pero se que Ondina quiere acabar con el- Connor se acercó a mi y tomo uno de mis mechones de cabello y empezó a enredarlo en uno de sus dedos, no me sorprendía el hecho de que pudiese leer mi aura o los horribles pensamientos que había tenido en contra del padre de Alex, los nigromanticos podían leer los pensamientos más horribles de cualquier ser.
-Sabes...te tengo confianza, así que para que respires un poco te sacaré de aquí...pero no tan lejos- Tomó una cadena con esposas y las aseguró muy bien en mis muñecas, desató la que tenía en el tobillo y me hizo poner de pie, aprovechamos la oscuridad de la noche para escabullirnos hacía algún punto en el que el desierto y el bosque se unian, en medio de esto se hallaba una tumba con flores rojas y algunas margaritas...Era grande y bien cuidada, al acercarme más una sensación de profunda tristeza me invadió el alma, sentía muchas ganas de llorar y y caí de rodillas tapando mi boca para callar los sollozos, por alguna razón Connor no tuvo la misma reacción que yo.
-Descuida, entiendo esa sensación, a donde te traje es un punto maldito...un lugar donde alguna vez lloró mi madre y también el demonio que la protegía.
-D...de que estas hablando..?! Un punto maldito!?..
-Si, aquí fue donde mi madre le guardó luto a mi padre después de que este muriera por protegernos, aquí fue donde Elian la asesinó a sangre fria...para ese entonces yo tendría dos años de vida pero eso a alguien como Elian no le importaba, el quería acabar conmigo a como diera lugar pero mi símbolo de protección me salvo.
-A que te refieres con que aquí es donde el demonio de tu madre lloró su muerte?...
-Me corrijo...aún le llora, pero solo cuando se cumple el aniversario de su muerte, por eso sientes tantas ganas de llorar, aquí es donde la energía de Abadonna se concentra mas por sus lágrimas, puedes sentir su dolor.