Narra Dalisha
Y ahi estaba yo de nuevo, en aquella sucia cabaña mientras era golpeada por la loca de Ledna, por alguna razón no sentía dolor en absoluto, seguro se preguntaran porque no escapé cuando Connor me llevó a la frontera del bosque...Bueno es simple, las cadenas que el maldito astuto de Connor me pusó eran de plata lo que me impedía transformarme en Alya, eso solo hubiera provocado que me lastimara a mi misma y a Alya...Cuando sentí que los puños de la lunática dejaban de estrellarse en mi rostro solo regresé a verla con ojos vacios.
-Terminaste de desquitarte conmigo, zorra de quinta??- Ella no me respondió de inmediato solo atinó a soltar una risita psicótica que solo hizo aumentar mi ira.
-Bueno, ya que lo pregunta tengo tantas ideas de tortura para usted...pero quiero que llegué lo menos lastimada al altar de sacrificios, no me gustaria que su preciosa sangre se desperdiciara- Tomó con su dedo un hilo de sangre que resbalaba por mi boca hasta mi cuello y se lo llevó a la suya mientras lo saboreaba, estaba loca sin duda, pero no podía culparla del todo, los rogues eran seres sádicos que adoraban ver el sufrimiento de los demás.
-Porque atacaste a esas dos chicas...??...Ellas no tenían nada que ver conmigo...
-Ah...se refiere a Sky y Roxanne?, lo se...pero necesitaba a alguien, quien fuera, para sacarla de su escondite, y mire aqui esta- Dijo dándome una media sonrisa mientras tomaba un cuchillo de plata de una mesita cercana, no tenía miedo de ella o de lo que quisiera hacerme, eso solo le daría más razones para lastimarme, solo vi como pasó el cuchillo por toda mi garganta, casi rozándolo, no pude evitar un estremecimiento de dolor, la plata en mi piel me quemaba de forma horrible y sentir que aquel metal se podía clavar en mi yugular en cualquier momento solo lo hacía más aterrador.
-Que pasa Luna? tiene miedo de que la mate ahora mismo??- Dijo Ledna con una sonrisa de asesino serial mientras de repente clavó el cuchillo en mi colchón con furia y empezaba a llorar, no me miraba a los ojos solo se dedicaba a llorar y sollozar, escuché como me maldecía llena de rabia.
-Tu...tu mejor que nadie deberías saber que un mate es lo más hermoso que un lobo puede tener...Tu...TU!!!! LO MATASTE!!!! Tu y tu estúpida manada!!!!...me lo arrabetaron, el era lo único que tenía, yo lo amaba!!! - Juró que por primera vez en mi encierro sentí pánico de Ledna, solo podía ver con miedo como se jalaba de los cabellos y susurraba el nombre de su mate, se había vuelto loca de dolor por su pérdida. Bajé mi mirada a mis tenis sucios sin poder decir nada, solo cuando ella volvió a lanzarme un puñetazo pude reaccionar, vi sus ojos inyectados de locura y dolor, era bonita y estaba bendecida con belleza y rabia.
-Pero esta noche...cuando la luna de sangre este en su punto más alto, me vengaré....Si, vengaré a mi amado Dereck...solo así...volveré a sentirme plena...seré libre...- Me dejó tirada en el colchón nuevamente sin saber que decir, mi mente estaba a mil por hora, sin darme cuenta la noche del ritual estaba cerca, y yo no había podido escapar, no...eso era mentira, no había querido escapar. Yo se que le había prometido a Alex que algún dia nos casaríamos y que yo tendría a su siguiente heredero, y ahora no podía hacerlo...Le había fallado a Alex, a Zoe, a Nathan, a mis padres. Cerré mis ojos un instante dejándo que las lágrimas salieran, hasta que de repente un fuerte golpe en la puerta de madera me hizo despertar, mis ojos vislumbraron la tenebrosa silueta de aquel hombre que tanto odiaba, de aquel que me hizo dudar de mi misma...El Alpha actual estaba frente a mi sonriendome, burlandose de mi aspecto.
-Vaya forma de terminar con las plagas como tú...
-Usted..que hace aquí?!...Usted...- Al fin se me cayó la venda de los ojos, el había planeado todo esto solo para sacarme de la vida de Alex, acaso un Alpha podía hacerle esto a su propia manada? Acaso podía ir en contra del juramento que le hacía a la Luna?.
-Querida Dalisha, mirate...ahora solo eres un despojo más...un despojo del que me voy a deshacer.
-Porqué...?? Porque me hace esto!!?...Se supone que usted debe cuidar de cada miembro de la manada!!!! no darle la espalda!!!! -Grité con fuerzas mientras las lágrimas volvían a salir sin control.
-Por que te detesto...Dalisha Ivanov, Te desprecié desde el primer momento en que supe que tu eras la mate de mi hijo, te desprecié tanto cuando supe que eras la segunda descendiente de la Luna roja, tu me quitaste a mi Danae...no permitiré que dañes a mi hijo...Finalmente cuando esta noche te ofrezca como sacrificio, vengaré la muerte de mi pequeña...
-Usted acabó con Roselynn!!! Ella fue la que asesinó a Danae!!! Jamás tuve nada que ver con ella!!!! Desé cuenta, cuando los rogues tengan mi esencia acabaran con la manada!!!.
-Es un precio que estoy dispuesto a pagar...todo por mi pequeña Danae...
-Le va a dar la espalda a su pueblo, a la gente que confió en usted por su hija!!!??? Ella querría esto!!!?- No me respondió solo se limitó a mirar el suelo y salir de la cabaña, estaba consumido por la sed de venganza y de sangre...mi sangre...Forcejeé con las cadenas que habian en mis muñecas para salir de ahí, pero estaban hechas de plata haciendo que mis muñecas me ardieran, no me importaba quería salir de ahí a como diera lugar, Connor no había aparecido ese día para nada ni siquiera para llevarme la comida, veía aterrorizada como la noche se iba volviendo más oscura y me estaba quedando sin fuerzas para luchar, cuando ya no podía ni ver mis propias manos un par de tipos aparecieron frente a mí, desabrocharon mis cadenas y me tomaron de ambos brazos, forcejeé nuevamente con ellos para safarme.
-Suelténme!!! No me llevarán tan facil!!!- Pateé las piernas de ambos haciendo que perdieran el equilibrio y me soltarán, corrí con todo lo que mis piernas y mis fuerzas me podían dar, pero finalmente caí con un dolor paralizante en mí pierna derecha, al fijarme tenía un dardo incrustado en ella, no dolía pero mi cuerpo quedó paralizado de inmediato, alzé mi mirada y vi que Ledna y Elían me miraban riendóse de mi ínutil intento de escape, me tomaron entre los dos y me guiaron hacia una roca plana y alta entre las dos había hogueras gigantes y a los costados varios lobos que aullaban de placer a la luna, una auténtica escena del infierno, este no era el tipo de altar al que había soñado llegar, al final solo podía quedarme quieta viendo como todos los rogues me gruñian cuando pasaba mientras yo saboreaba mi sangre que caía de mi nariz, mi cabello estaba sucio y desaliñado, yo misma me daba lástima. Ambos me depositaron con rudeza en la roca y ataron mis extremidades a los lados, miré el cielo estrellado por última vez, sin prestarle atención a las palabras de Ledna, solo esperaba mi final, mi respiración se volvío agitada cuando vi el inmenso puñal ceremonial que estaba lista para clavar en mi pecho cuando se detuvo.