La Luna de mi manada

Capitulo 44 -Nuestras pequeñas-

Narra Alex

Los meses continuan pasando y nuestro pequeño hijo o hija continua creciendo dentro del vientre de mi amada Luna, también hemos estado discutiendo acerca del nombre, cada movimiento que realiza el bebe siempre me pone ansioso porque esto de ser padre primerizo es algo emocionante pero aterrador a la vez, Dakarí ya se moviliza por el bosque siempre acompañado de su padre siempre convertido en lobo, esto para que los niños puedan acostumbrarse a su naturaleza de licántropos y no sientan miedo de ellos mismos, Oona y Connor también serán padres dentro de poco, a diferencia de nosotros ellos no aguantaron las ganas y quisieron saber el sexo del bebe mediante ecos, va a ser niño, y conociendo a los padres un niño de un carácter fuerte y guerrero.

Observo a mi hermosa mate tararear una melodía suave mientras lee sentada en una silla mecedora, sus facciones son relajadas como una noche calma, esta tranquila y entrecierra sus bonitos ojos cafés, deja caer el libro de sus manos y pronto empieza a suspirar de forma relajada, se acaba de dormir con sus manos puestas en su abultado vientre, aprovecho esto para acercarme y arrodillarme frente a ella y hablar suavecito para no despertarla.

-Es cómodo ahí dentro pequeñin??, supongo que si porque no pareces tener en prisa en nacer, aunque si te soy sincero yo si estoy ansioso por conocerte...Deseo saber si tendrás esa mirada acaramelada de tu madre o si tendrás mis hoyuelos...si serás un pequeño cachorro guerrero...o una cachorrita fuerte...no importa...seas lo que seas te amaré tanto tanto...te amaré con la misma intensidad con la que amo a tu madre- Una mano roza mis cabellos y al alzar mi mirada, Dalisha me mira de forma enternecedora con una sonrisa que calma todos mis miedos interiores.

-Ella o él lo sabe...nosotras lo sabemos cariño...-Toma mi mano y la pone a un costado, una alegría inconmesurable empieza a crecer dentro de mi cuando siento una patadita y luego otra, el fruto de nuestro amor esta dando a entender que me ha oido y que está feliz por mis palabras, abrazo a mi Luna y luego empiezo a besarla por todo su rostro y finalmente le doy un beso corto en su cuello, justo en el lugar en donde se encuentra mi marca, un lobo que rodea con su cola a la Luna en señal de protección, cuando ambos yacemos juntos en la cama, empiezo a quedarme dormido tomado de la mano de mi mate, siento su fuerte amor recorrer cada fibra de mi cuerpo haciendo que Anses ronronee de placer.

A las nueve de la noche unos quejidos fuertes empiezan a despertarme, un fuerte apretón en mi mano me despierta de sobresalto, mi Luna esta sudndo muchisimo haciendo que su camisón se pegue a su piel.

-A-Alex!!!! el bebe...esta por nacer!!!-Grita con mas fuerza haciendo que mi madre y abuela entren a la habitación asustadas ante tal barullo.

-Mamá!! rápido ayudame a llevarla al auto!!!- Digo con voz fuerte.

-No!! No llegaremos a tiempo al hospital!! debemos llevarla con Neferet!!-Me siento acorralado obligarla a bajar con esos horribles dolores de parto me parece algo innecesario, por lo que sin perder tiempo les pido a mi madre y abuela que se queden con Dalisha un momento en lo que yo regreso con Neferet, salgo de la casa y me transformo en Anses, empiezo a correr con todas las fuerzas que mis patas me dan, tardo unos cinco minutos en llegar ya que soy mas rápido en mi forma lobuna, empiezo a rasguñar la puerta de la cabaña hasta que se abre dejando ver a Neferet sin su acostumbrada capucha solamente viste un vestido largo de seda verde claro.

-Alex?? es un poco tarde no crees??- Ella mira en mis ojos y sin decirle nada asiente y se adentra en su cabaña para guardar algunos frascos en un morral de cuero, luego sale y se monta en mi lomo, emprendo el camino de regreso con rápidez ya que siento que Dalisha esta cada vez mas asustada, vuelvo a mi forma humana una vez que pisamos la entrada de la casa. Neferet no necesita que yo le diga por donde ir, se guía por los gritos y sollozos que vienen de la parte de arriba, Neferet me pide que me quede afuera puesto que necesita solo a una persona con ella para que la ayude así que la que me acompaña es mi abuela, ella permanece sentada en la sala con una taza de té para mi, pero yo no puedo sentarme y quedarme quieto doy vueltas por la sala ansioso sin saber que debería hacer, las horas pasan lentas y tortuosas solo puedo fijarme en como el reloj pasa sus manecillas lentamente como si se estuviera burlando de mi angustía, cuando finalmente el reloj marca las tres de la mañana unos llantos estruendosos se hacen escuchar, al subir a toda prisa la puerta de la habitación se abre mientras mi madre me recibe con una sonrisa grande.

-Alex...son niñas...son mellizas- La noticia me deja estupefacto asi que sin mas me adentro en la habitación, Neferet con una sonrisa de alivio me recibe con una reverencia haciendoce a un lado para dejarme ver a mis pequeñas hijas...Finalmente soy padre...me acercó a Dalisha quien tiene en ambos brazos dos pequeños bultitos que se remueven y lloran, ella con una sonrisa cansina pero orgullosa me recibe mientras le doy un beso en la frente que aún tiene un poco de sudor.

-Lo hiciste de maravilla preciosa...Sabía que lo lograrías no por nada eres una loba pura y fuerte...Dejame verlas- Asintió y corrió un poco las mantas con las que ambas estaban cubiertas, fue amor a primera vista, las amaba tanto como amaba a su madre, una tenía un bonito cabello color caoba, parecido al de su madre y la otra tenía un cabello negro y una piel blanca casi pálida, me recordaba mucho a alguien pero no sabía quien. Arrullé a ambas mientras algunas lágrimas se me iban por la alegría, mis hijas y mi esposa se convirtieron en lo más amado para mí. 

No había podido dormir en toda la noche pero valia la pena porque así pude ver a mis amadas pequeñas- Dejé a Dalisha descansar mientras me inclinaba sobre la cunita que habíamos mandado a traer, tendré que pedir que traigan otra, ambas yacen dormidas después de haberse alimentado y de haber sido bañadas, una sonrisa de tonto se dibuja en mi rostro ya que aún no me creo que sea padre al fin, ahora entendía muchas cosas, el amor inmenso, el miedo de que algo malo les pasara, deseaba poder mantenerlas lejos de los peligros pero sabía que era imposible. Dalisha se despertó pues escuché como bostezaba y se movía, me acerqué a ella y tome su mano.




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