Capítulo 3: Siempre te amaremos

Los minutos pasaron en un incómodo silencio antes de que una voz decidiera romperlo.

-Noah... ¿Qué fue eso allá atrás? - preguntó Alex exhausta de tanto correr, con un matiz de miedo en su voz después de casi perder a su mascota.

-No tengo ni idea - respondí mientras tomaba mi collar para examinarlo. -Este collar me lo regaló mi madre, pero hasta donde sé, es solo un collar - añadí para expresar que estaba igual de confundido que ellos.

-Bueno, gracias a tu súper linterna en forma de collar es que pudimos escapar - dijo Daniel con una pequeña sonrisa.

-Sí, pero si no fuera por la distracción de Alex, tú estarías en la basura y yo inconsciente en el suelo - comenté para que Daniel no me diera todo el crédito.

-Gracias... Alex- dijo Daniel con una mirada tranquila.

-No pasa nada, igual no salió como lo planeé del todo- respondió un poco nerviosa, quizás debido a la situación entre ellos dos y Kasey.

Los tres avanzamos en silencio total durante unos minutos, y podía sentir la tensión entre ellos. Cada instante que pasaba, me preguntaba por qué nadie había mencionado nada sobre lo que estaba sucediendo. -Quizás simplemente no quieren hablar de esto-, pensé.

Después de todo lo que había ocurrido, finalmente llegamos a la casa de Kasey y nos acercamos para tocar el timbre de la puerta.

-Ay no -murmuró Daniel a mi lado, deteniéndose por completo. -Alex, Kasey no te quiere ver ni en fotos -dijo, lanzándole una mirada preocupada a Alex.

-No podemos dejarla, ellos deben seguir por ahí dando vueltas -me interpuse entre los dos, señalando en dirección a la tienda.

-Noah, Daniel tiene razón, debería irme antes de que Kasey se dé cuenta de que estoy aquí -afirmó Alex, aunque su voz titubeaba, poniéndose del lado de Daniel.

-Miren, no sé qué fue lo que pasó, pero al menos...

-¡AL FIN LLEGA...! -interrumpió Kasey, abriendo la puerta agresivamente.-Explíquenme qué hace ella aquí -protestó, mirándonos molesta a los dos.

-Kasey... de no ser por ella y Luna, Noah y yo estaríamos tirados en un callejón y nunca hubiéramos llegado a la reunión -comentó Daniel, intentando justificar la presencia de Alex y su perrita, aunque su voz también parecía debatirse entre la lealtad y la preocupación.

Kasey dejó escapar un suspiro mientras observaba a Alex con desdén, pero al ver la ropa sucia y casi rota de Daniel pronto comprendió la gravedad de la situación y lo arriesgado que sería para Alex y Luna intentar volver a casa.

-Todo por los animales...- murmuró entre dientes mirando a Luna.

Todos entramos en fila a la casa de Kasey en silencio a quien claramente le habíamos arruinado la tarde

-Kasey, escucha...

Las palabras de Alex fueron de inmediato interrumpidas por una expresión de rechazo de parte de kasey quien cerró la puerta justo detrás de ella luego de darle una mirada hostil.

-¡Hola niños!, hace meses que no los veía juntos- dijo la madre de Kasey asomando su cabeza desde la cocina con una sonrisa cálida en su rostro.

-Señora Dennis, mis más sinceras disculpas por mi ausencia- respondí actuando dramáticamente en broma.

-Si, unos meses más y hubiera olvidado quién eras- bromeó de vuelta. -espero que la hayas pasado bien en España- añadió con una voz tranquila.

La señora Denis se volteó hacia Daniel y Alex. Daniel saludó como siempre, mientras que Alex se sonrojó y miró al suelo tratando de esconder su pena. Pero, por la cara de confusión de la mamá de Kasey, quedó claro que ella estaba tan perdida como yo en esa situación.

-¿Daniel, querido, qué te ha pasado?-preguntó al verlo todo sucio y con un labio hinchado.

-Alex me pidió que sacara a Luna a pasear y terminé rodando por el suelo- respondió Daniel con astucia, intentando sonreír aunque fuera fingido.

-Ya veo... pero-

Antes de que la señora Foster pudiera expresar sus dudas, Kasey intervino rápidamente.

-¡Listo mamá! ¡Te quiero!.

Los tres de nosotros nos encaminamos hacia la sala en completo silencio, con Alex y Luna detrás. Se sentía una atmósfera cargada, y Kasey, poco acostumbrada a mostrarse tan perturbada, avanzaba murmurando entre dientes. Un escalofrío me recorría al verla en ese estado, y por la mirada de Daniel, intuí que él compartía mi inquietud.

-Chicos, no permitamos que la chica popular arruine nuestro plan. Siéntense donde quieran- declaró Kasey, rompiendo el silencio de repente y sorprendiendo incluso a Luna. -Ahora, cuéntenme qué les sucedió-preguntó una vez que todos estuvimos sentados.

Mientras compartíamos detalles, la atmósfera cargada en la habitación se fue disipando. Kasey suavizó su actitud hacia Alex al comprender mejor por qué ella nos acompañaba. Daniel continuó narrando y, al llegar al momento en que Alex intervino con Luna, lancé una mirada impaciente a Kasey mientras Daniel narraba cómo nos ayudó a escapar

-Supongo que sí fuiste de ayuda -admitió entre murmullos.

Pasados unos minutos, nos comenzamos a reír de la forma en la que Roger quedó tirado en el suelo gritando por ayuda luego de ser cegado.

-Van a querer vengarse de ustedes, y lo saben -comentó Kasey, haciéndonos pensar en lo peligroso que sería el próximo año en la escuela luego de lo de hoy.

-Planearemos algo para que finalmente el director se dé cuenta de lo que hace su hijo- aseguró Daniel, confiado en sus palabras.

-Bueno ya que estamos todos bien, empecemos con lo que vinimos a hacer- dije finalizando la platica de como Roger casi nos rompe botellas de la basura en la cabeza.-¿Qué ideas t...?-

-Concuerdo con el que tiene un arma como collar, ¿qué ideas tenemos hasta ahora?- dijo Kasey a mi lado mientras tapaba mi cara con su mano para ella poder terminar lo que iba a decir

-Bueno, ¿saben sobre la cueva abandonada en la montaña?- habló Daniel primero, dando comienzo a la planificación.

Comenzamos a platicar, y con cada idea que surgía, nuestro plan iba cobrando vida. A diferencia de otros planes, este lo tomábamos muy en serio por una sencilla razón: pasé seis meses en España gracias a un intercambio estudiantil.