Recordar aquel tiempo me dio tristeza, era como si lo viviera una y otra vez.
Como si volviera a caer. La Luna ya me miraba con tristeza, ya tan cansada. Mis suturas volvían a abrirse una y otra vez por su causa. Eso me dolía mucho, mis heridas no eran atemporales, eran para siempre, creadas para vivir en mí. Esa noche decidí salir a caminar porque necesitaba despejarme. Caminando en una noche oscura pensando. Claro que no me da miedo caminar sola, porque más miedo me da otra cosa que despierta poco a poco.
Caminando por la senda, de pronto siento que alguien me toma y me encubre a una esquina.
—¡Ah! Grito por instinto.
Muerdo su mano cuando me tapa la boca.
—Diablos, gatita.
—En serio, no puedo creer que seas tú, idiota. ¿Cómo me vas a asustar así?
—Mordiste duro, gatita. Solo quería hablar contigo.
Verlo tan lindo allí, tan sereno y observando su dolor, me da risa.
—Quiero que sea como antes cuando estábamos juntos. Quiero que hablemos y que olvides el pasado. Sé que me extrañas —me dijo.
En aquel momento, no supe si reír o golpearlo por imbécil. Qué hermoso todo y lo peor era que en el fondo mi corazón quería explotar y decirle que sí, pero mi mente seguía con la seguridad de que sería atemporal, fugaz y que se desvanecería con el tiempo. Yo no quería sufrir otra vez. Ya bastaba con lo que había sufrido. No quería más.
Me observaba con su linda mirada.
—Dímelo, gatita.
Me acaricia suavemente la mejilla y mirándome a los ojos me habla.
—Tú me extrañas, lo sé. Sé que en las noches tienes insomnio, que tardas en dormir y escribes en tu cuaderno para despejar porque tu mente no te deja.
—Que ya no eres tú la misma sin mí... Tus manías de antes regresaron, de las que yo te había librado.
—Dímelo, gatita, dime que quieres regresar. Lo sé.
Estaba perdiendo, no podía permitirlo otra vez su manipulación y engaño... No quería.
—No quiero, ya estoy harta de que vuelvas y me dejes —la rabia me ganaba, tenía mi tristeza en mis ojos, las lágrimas eran tan traicioneras que salían solas y me jodía que él me observara así, tan débil.
—Yo no volveré. Vete y no regreses, ni me busques. Ya no es igual.
No podía ser, él no me dejaba y me desmoronaría en poco tiempo si seguía... Tanto tiempo y él ahora vuelve... Se me acercó y sus brazos me abrazaron en un abrazo cálido y yo no podía más, me dolía estar en sus brazos.
—El tiempo pasó y no lo puedo devolver para volver contigo. Te extrañé aunque no lo creas...
—Yo no quería dejarte.
Siempre la misma excusa, la misma de siempre..
Hearts 🌑🥀
Tal vez la sutura sigue latiendo
Doliendo, sin sanar
Crees que sanará con palabras
El