Sergio
La pequeña celda se ha abierto y el que solía ser mi jefe entra con una silla, la desplega en el centro de la celda y se sienta frente a mi.
— No lo entiendo Sergio, ¿Qué haces aquí?
— Tu me tienes aquí por sospecha de colaborar con los Jakob y Los Manccini.
Él me mira serio, no le agrada para nada que me haga el estúpido.
— Vamos ya habla, déjate de juegos conmigo y sé claro y para que te ahorres los cuentos te diré lo que sé; Tu hermano se asoció con Jakob, tu padre volvió a trabajar con su familia en Sicilia, tu ejecutaste un operativo conjunto al nuestro con los sicilianos para rescatar una chica del Luxur el día del allanamiento a la bodega Manccini donde se apresó a Jakob pero misteriosamente tu hermano no estaba ahí. Pudiste huir a Sicilia pero en vez de eso te apareces aquí y te entregas para ser investigado. No lo preguntaré otra vez, ¿Qué buscas?
Suspiro y sonrió porque estoy en el momento que esperaba.
— ¿Michael si tu sabias quien era mi familia desde el principio porqué me dejaste entrar?
— No lo sé, una corazonada quizás. Pasaste todas las pruebas, tenias habilidades y cuando supe que tu no tenias ni idea de donde provenías, sumado a lo que le pasó a tu hermana, creí que podrías ser un elemento clave para trabajar contra las mafias
Claro, con el odio y la ira en mi, era suficiente para ser un arma.
— Y lo hice ¿no?, Tienes en prisión a Vladimir Jakob y has desmantelado mas de la mitad de sus negocios en New York, mas una campaña publicitaria en contra de la trata y tráfico de personas que tu esposa encabeza, un ascenso en camino, eres el hombre del momento.
Digo eso ultimo con un poco de desprecio, Michael solo me observa y sonríe un poco y encogiéndose de hombros comenta;
— No tiene nada de malo tener aspiraciones Sergio, tu mismo estarías disfrutando conmigo ese éxito si hubieras seguido el operativo como se había planeado, pero decidiste botarlo todo ¿Por qué? Un hermano que traficaba con personas sin importar que pasaban ellas y una chica cuya vida estaba destinada al fracaso desde sus inicios.
Mi mandíbula se tensa y no sé porque, no me gusta que hablen mal de ella. Michael sonríe y realmente se burla de mi.
— Sabia que era por la chica, realmente me costó creerlo porque has sido el agente mas controlado y duro que he tenido, jamás pensé que pondrías en riesgo toda una vida de éxitos y propósitos ante ese tipo de sentimientos, ¿Qué carajos tiene en la vagina esa chica? Porque dos cojidas y perdiste el enfoque.
— No tiene nada que ver con ella.
Digo ya realmente frustrado, estoy harto de ese tipo de comentarios acerca de ella.
— Si, claro, ¿sabes que es lo mas tonto? Que sacrificaste tu vida por una persona que no llegará ni a los treinta años, y no es invento mío, es estadístico, ese tipo de chicas se ponen en peligro constantemente, hasta que las matan o se suicidan.
Ahora estoy realmente irritado.
— Quizás, pero hice lo que pude. La situación es la siguiente; si tu me acusas como conspirador y me envías preso, yo pediré ser tratado como testigo, daré información acerca de algunos negocios de la familia Manccini a cambio de mejores tratos en prisión y tal vez una rebaja de condena, también diré que tu sabias desde mis inicios en el FBI quien era mi familia y sabias que estaba conspirando con la mafia y no me detuviste, aparte contaré que no intentaste hacer absolutamente nada para salvar esas chicas, a las que llamaste “daño colateral “
Digo todo eso con la calma que me carateriza, cruzando mis brazos y recostado en la pared.
— Nadie te va a creer eso, además es algo que puedo manejar.
Michael intenta fingir que no está preocupado.
— Se que puedes, pero nadie allá arriba se va a arriesgar a poner como director a una persona mencionada por un mafioso, así que despídete de tu ascenso y tendrías que quitar tu vista del senado, ya que nadie querrá a un político que dejó morir a unas chicas abusadas y desprotegidas, además no solo tengo mi palabra.
Esa es la verdad, no solo tengo mi palabra, también tengo grabaciones de llamadas y mensajes, seria una baja a su popularidad del momento si eso sale a la luz. Y como es de esperarse no es el único del que cuento con información comprometida y él lo sabe, por eso no librará una guerra conmigo, ni me desaparecerá como se ha hecho con otros agentes a lo largo de los años porque yo provengo de una familia diferente, una familia que si librará una guerra.
Miro atentamente su rostro y no veo una pizca de sorpresa. Entonces sigo hablando par atratar de razonar y salir de aquí lo menos salpicado posible.
— Escucha Michael me di cuenta que todo esto nos supera, sabes Mijail no se quedará de brazos cruzados con todo lo que has hecho contra los Jakob y quizás a ti ya no te interese porque obtuviste tu ascenso y tus otras aspiraciones entonces será problema de otro. ¡Pero nunca acabará! Las mafias seguirán existiendo, los malos negocios seguirán generando dinero, dinero que tu aceptaras para tu campaña política en el futuro. ¿Y sabes que? Yo no quería ser parte de esto, de encarcelar los malos para que luego personas como tu, tu superior y yo hagamos negocios con ellos por conveniencia.
— ¿Entonces que quieres?
— No quiero ser un fugitivo, la investigación saldrá limpia me premiaras por el valor o algo se te ocurrirá y saldré del FBI con la cabeza en alto.
Michael se ríe a carcajadas.
— Chico, tu apellido está en boca de todos ahora, si te premio sería lanzarme la soga al cuello.
— Si me premias será una confirmación de mi traición hacia mi familia, tú te aseguras tu ascenso y lo de mi familia lo resuelvo yo.
Él se queda pensativo un rato, se levanta se la silla y sale de la celda. Yo me acuesto en la pequeña cama, y las palabras de Michael resuenan en mi mente; " No llegará ni a los treinta“ " la matarán o se suicidará" “es estadístico “ Y quizás sí, es estadístico pero Emily es más que números y yo sé que ella sabrá aprovechar esta oportunidad y buscará tener una bonita vida, quizás no conozco más que la Emily del Luxur pero no sé, lo siento, siento que ella no es de las que se da por vencida tan fácilmente.