Emily
Gina y yo estamos desayunado en el restaurante como todas las mañanas. Después de aquella noche cuando le conté todo sobre mi, pasa todo el tiempo conmigo. Decidió que iba a acompañarme siempre, y que me ayudaría a ser una chica normal, tiene ideas muy locas pero no me molestan, como el hecho de que los días de terapia me espera en un café cercano a la clínica y comemos pastel de fresa con cappuccino, mientras le cuento como ha ido todo.
— Ya deja de mover la pierna.
— Es que no puedo estoy muy nerviosa, no sé como puedes estar tan tranquila Emm.
Esta semana ha sido de evaluaciones y hoy nos dirán quienes continúan en el programa Gina esta tan nerviosa que apenas y a comido, mas sin embargo yo estoy tranquila aunque, mi pecho se siente como si estuviera levemente oprimido.
— Chicas se hace tarde...
Valery se acerca a nosotras con una jarra de café en la mano, se ve cansada, está a punto de terminar su carrera como enfermera, así que turna en el Hospital y por las mañanas está aquí. No sé como lo hace realmente. Tomo mi bolso y Gina hace lo mismo listas para salir. Caminamos hasta el edificio de la universidad y pasamos rápidamente por todo el lugar hasta llegar al taller donde normalmente estamos, solo que hoy está diferente, no hay telas sobre las mesas o el suelo ni tijeras, ni hilos o patrones, no hay chicos frustrados o enojados queriendo golpear al maniquí, hoy todo está limpio y recogido y los chicos están sentados en sus mesas muy callados.
— Parece que llegamos a tiempo.
Me susurra Gina y nos sentamos en nuestro lugar justo cuando Rebeca entra con los resultados, Gina toma mi brazo con sus manos y lo apreta, yo no le digo nada, está muriendo de los nervios.
— Buenos días a todos, como saben hoy finaliza esta parte del proceso, se que han trabajado muy duro. Antes de darles sus notas finales quiero comentarles que la universidad creó un programa recientemente junto con su sede en New York donde los mejores tres estudiantes podrán continuar sus estudios de diseño en esa cuidad y tendrán la oportunidad de hacer una pasantía en el Grupo MCC.
Gina está por arrancar mi brazo.
— Voy a comenzar con los tres ganadores de esta oportunidad.
Samuel Louis Cooper, Gina Stacy Jackson y Emily Marie Carter. Felicidades chicos.
Estoy paralizada y creo que ya he quedado sin brazo, Rebeca continua hablando pero no estoy prestando atención, creo que voy a desmayarme, Gina está feliz revoloteando con Sam pero yo estoy asustada, no puede ser, lo de ser diseñadora no era en serio solo quería algo que me alejara de la depresión y las ganas de morir, veo a mi alrededor y se que hay mas chicos que quieren y merecen esta oportunidad.
Cuando Rebeca ha finalizado y sale del taller yo corro detrás de ella deteniéndola en el pasillo.
— Rebeca, no puedo aceptar la oportunidad, debería considerar dársela a alguien mas.
Rebeca me mira sorprendida, no da crédito a lo que estoy diciendo.
— ¿Qué estas diciendo Emily? La oportunidad es tuya eres muy buena, ¿Por qué la rechazas? New York es el sueño de todo estudiante de diseño.
Bueno... No mío, estoy pensado en que excusa decirle cuando Gina nos interrumpe.
— Rebecca no la escuche, está asustada porque nunca ha salido de esta cuidad, déjela procesar.
Rebeca nos ve a las dos y me da una sonrisa amable.
— Se que la primera vez que sales al mundo es aterrador pero es necesario Emily, verás que después de esta oportunidad vendrán otras y crecerás, no tengas miedo.
Me da la espalda y sigue caminando haciendo resonar sus stilettos por todo el pasillo. Mi garganta se cierra, pero quisiera decirle que yo ya salí al mundo y no fue lo mejor, no quiero tener que andar por ahí sola, encontrándome con personas malas que pueden hacerme daño. Estoy bien en casa, en la casa donde crecí, junto a mi hermano. No necesito ir lejos otra vez.
—¿Que hiciste? ¿Por qué te metes?
Estoy furiosa con Gina y ella lo sabe.
— ¿Yo? ¿Qué estabas haciendo tu?
Realmente no quiero hablar con Gina así que camino a toda marcha hasta salir del edificio y continuo así con ruta al restaurante, pero Gina no deja de seguirme y una vez fuera comienza a hablar.
— Emm sé que no quieres salir de nuevo de la cuidad pero no puedes perder una oportunidad como esta por miedo, debes continuar.
Eso me molesta aún mas así que me detengo y me giro para quedar enfrente de ella.
— ¿Qué no puedo? Tienes idea de lo que sufrí Gina, no, no tienes ni la más mínima idea porque tu vida ha sido perfecta, tienes a tus padres de los cuales te la pasas quejando así que no sabes que es ir de un lugar a otro con padres adoptivos sufriendo todo tipo de abusos, nunca has sido maltratada en tu vida, andas feliz por la vida riendo de aquí para allá porque no sabes nada de lo que el mundo puede llegar a ser porque a ti no te pasan cosas malas, lo único malo por lo que has llorado es porque no te quedó un vestido que te gustaba mucho. ¡Así que no me vengas a decirme si puedo o no tener miedo!
Gina tiene lágrimas en los ojos a punto de caer parce que no dirá nada mas, pero si lo hace.
— Tienes razón, no tengo ni idea, pero no te desquites con migo, porque nada de lo que te ha pasado es mi culpa, como tampoco lo es que a mi no me haya pasado nada. Yo solo he tratado de ayudarte para que tu vida mejore, ¿pero sabes que? Atraes lo que piensas y como siempre estas pensado en que algo malo va a pasar y que personas malas vendrán entonces eso es lo que obtienes, si no me crees pregúntale a tu terapeuta.
Gina se da la vuelta y camina al lado contrario del restaurante y yo me siento un mala persona. Entro y me siento en una mesa, no quiero ir hasta la cocina en este estado y tener que darle explicaciones a James. Valery se sienta enfrente y la verdad es que lo que menos quiero es comentarios de otra chica cuya vida ha sido perfecta.