La Luna Perdida

Ella Otra vez

Sergio

Estos días han sido muy cansados, Grupo MCC no solo se dedica a la creación de carteras y zapatos, también al tabaco, vino y cervezas artesanales, eso entre otras acciones que han comprado a otras empresas incluida una de comunicaciones, las primera vez que vi la larga lista quedé muy sorprendido, como la lista de cenadores, gobernadores y presidentes a los que han financiado, y entonces me di cuenta de dos cosas, que mi padre nunca estuvo tan lejos de ellos solo decidió trabajar en los negocios legales ya que quien proveia el vino a grupo MCC era Industrias Manccini ahora Industrias Mandavier, la cuál es de mi propiedad, de esta manera no se involucra a Industrias Manccini con Grupo MCC después de la relación con los Jakob pero seguimos en el negocio del vino. Y la segunda cosa es que; Los Jakob son abierta y públicamente malos, sus negocios ilegales son conocidos en todos lados, pero los Manccini se esconden bajo un fachada de bonitos negocios legales. ¿Quiénes serán peores?

“ Tu también eres un Manccini “ esas fueron las palabras de mi padre cuando le cuestioné acerca de todo eso y entonces supe la verdad, que solo mantuvo un perfil muy bajo para que mi madre no se diera cuenta, para no decepcionarla. También me di cuenta que mi padre no confía en mi, porque después de esa conversación Gian se apareció en la oficina y nunca salió.

— Mandavier ¿Qué clase de apellido es ese?

Yo lo ignoro Gian habla demasiado, él también es un Manccini es hijo de Paolo, pero ahora es un Mandavier, o al menos aquí en New york pero parece que no le agrada para nada su nuevo apellido.

— ¿Eso es lo que haces todo el día, te sientas en tu escritorio viendo tu portátil y muchos papeles?

— Si.

— ¡Dios! Que aburrido, miro todos los edificios de esta cuidad y pienso en la cantidad de personas que están igual que tú, en este tipo de trabajo y no sé como no han saltado por alguna de las ventanas.

Yo sigo ignorándolo centrado en mi trabajo y él continúa hablando.

— ¿Quiero decir donde está la acción de esta gente, como se sientes vivos?

— ¿Cómo te sientes vivo tú Gian?

Pregunto sin levantar la cabeza. 

— Yo corro de aquí para allá, como en cualquier restaurante, tengo sexo con alguna chica linda, y si alguien me quiere joder tomo mi arma y luego ¡boom! se mueren, y cuando me veo aún de pie, sé que estoy vivo.

Eso me exaspera, pero no digo nada, no comprendo el matar por diversión, en el FBI te entrenan para cuidar a otros y cuidar de ti, no nos entrenan para ser asesinos por deporte.

Jerry toca dos veces y después de mi señal entra

— Señor Nicolas, en una hora dará inicio el desfile de la universidad. Recuerde que por la vinculación y las becas que la empresa otorgó es el invitado de honor, y se escogerá los pasantes que trabajarán con nosotros.

— Lo olvidaba Jerry Gracias, prepárate tu también, vendrás con nosotros.

El asiente, sale y Gian sonríe

— Por fin algo de acción, chicas moviendo su trasero frente a nosotros.

— Son estudiantes Gian, por favor compórtate.

Le lanzo una mala mirada y él dibuja un circulo con sus dedos en el aire al rededor de su cabeza, simulando el halo de un ángel.

Salimos de la oficina y llegamos al auto, la ventaja de que esté Gian conmigo es que siempre conduce, así no lo hago yo, ya que no puedo correrlo entonces está bien que me sirva como chófer. Mientras el auto avanza, reviso mi celular y tengo dos mensajes de Nathalie. He estado ignorándola desde hace un mes, ya que sobrepasó el limite. Me dejé llevar un poco con ella solo por no ser grosero ya que pronto tendría que regresar a Washington. Fuimos a cenar a un lugar nuevo, un restobar de hamburguesas, ella escogió el lugar, todo estaba normal, hasta que regresó del baño, cuando me di cuenta tenia sus labios sobre los míos, estaba desprevenido y me besó, nunca nos besamos en público, pero eso no fue lo peor; cuando se sentó frente a mi, la luna de Emily estaba colgando de su cuello, me molesté inmediatamente pero no quise hacer una escena, así que esperé que terminará su comida pedí la cuenta y nos marchamos, una vez que estacioné frente a su apartamento le pedí lo más educadamente que pude que me devolviera el collar, pero no reaccionó bien.

— ¿Disculpa, que? ¿ Este collar es lo que te ha puesto con mala cara?

En realidad, no es el collar, lo que me tiene con mala cara, es que ella lo lleve puesto.

Decido no contestar nada, porque sé que puedo ser muy grosero a veces.

— Pensé que era mío, el otro día que me quedé en tu apartamento, cuando desperté estaba sola y el collar estaba en tu mesa de noche, creí que lo habías dejado ahí para mi.

Es la razón por la que no invito a nadie a mi departamento, odio que se entrometan en mi privacidad.

— ¿Qué te hizo pensar que era para ti?

— No sé, en tu apartamento no hay ninguna cosa que pertenezca a una chica excepto por este collar así que pen...

No la dejo terminar porque estoy muy molesto, solo se quedó una noche y le dió tiempo suficiente de revisar todo mi apartamento.

— Ese collar, siempre está ahí, ese es su lugar.

Suelto un poco molesto, y algo subido de tono.

—¿Por qué? ¿ A quien le pertenece?

— No es tu asunto, devuélvelo por favor

Le extiendo mi mano, esperando que no continúe con sus preguntas, ella se lo quita y de mala gana lo coloca en la palma de mi mano, estoy a punto de decir gracias cuando el portazo de la puerta del copiloto me interrumpe. Después de esa noche, ha enviado mensajes disculpándose, luego del tercero le respondí un simple; “ Esta bien, no importa “ Pero he ignorado sus mensajes siguientes. 

Después de un tráfico típico de New York finalmente llegamos a la universidad, tardamos un par de minutos en encontrar el salón de eventos donde realizan sus pasarelas, Jerry habla con la persona encargada de la organización y este nos guía a la primera fila donde se encuentran vacías solamente nuestros tres lugares. Un par de minutos después la directora da inicio al evento, al parecer no lo hacian porque esperaban nuestra llegada. Ella da un discurso agradeciendo por aceptar la vinculación y yo hago un gesto con la cabeza solamente. Las luces se apagan dejando solamente reflectores entonces bonitas chicas comienzan a desfilar frente a nosotros con bonitos vestidos y otros no tanto, pero realmente el del trabajo aqui es Jerry, él es quien decidirá cuales son los mejores diseños y escogerá al grupo de diseñadores que trabajarán con nosotros. Al final pasarán mas tiempo con él que conmigo. Gian no disimula su felicidad y lo que menos está observando es la ropa.




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