Peor de lo que pensaba

Sergio

Es domingo y la cuidad está alterada por lo que sucedió ayer, ha sido la noticia principal de todos los periódicos y medios de televisión, manejo de vuelta a mi apartamento luego de dejar a Emily en el de ella. Eso no salió para nada bien, admito que yo estaba demasiado molesto.

En la madrugada, ella se quedó dormida en mi pecho y yo con ella, cuando desperté la luz ya asomaba por la ventana, lleve a Emily a mi cama y busqué en mi celular, tenia varias llamadas de Gian pero no pude responder ni una. Busco en la televisión algo que me dé información acerca de como terminó todo y me doy cuenta que Iván Jakob está muerto.

¡Mierda!

Apagué la televisión y fui al apartamento de Gian pero este no abrió su puerta, Y eso me puso aún de mucho más mal humor. Y cuando regresé me desquité con Emily. Sé que no debí hacerlo pero no podía dejar pasar el hecho de que sea tan irresponsable con su vida. Pensé en disculparme, supe inmediatamente que vi sus lagrimas que debía hacerlo pero no lo hice porque al final es mejor así.

Suspiro para mis adentros recordando su mirada herida y su rostro triste cuando la llevaba a casa. También vi su mirada de decepción cuando le devolví su collar, me gustaba tenerlo conmigo, me ayudaba a dormir por las noches, pero ella lloró tanto por él cuando creyó que lo había regalado a otra persona que no pude no dárselo, al final es el único recuerdo que tiene de sus padres. Tampoco le expliqué la confusión con Nathalie, quizás eso pueda ayudar a borrar los sentimientos que tiene hacia mi, porque yo no puedo corresponderle. Gian finalmente llega al apartamento con el celular en speaker y una llamada, lo coloca en la mesa de la sala, toma asiento, yo hago lo mismo.

Paolo está al otro lado de linea con demasiado coraje por lo que escucho.

— ¿Cómo es que Iván está muerto? ¡No debían matarlo, debían capturarlo!

— Papa, no fue nuestra culpa, yo di instrucciones para que no lo mataran, pero todo se volvió un caos e Iván estaba a punto de escapar. No se pudo hacer más.

— ¡No se pudo hacer más! ¡Imbroglio! Inaceptable.

— No tenemos a Iván pero sí encontramos mucha información acerca de más negocios, los Jakob esta vez no se van a recuperar.

Gian trata de dar un premio de consolacion 

— Espero que así sea, Giancarlo Manccini.

La llamada se termina y Gian quiere romper algo.

— Si hubiese ido en vez de quedarme en ese edificio solo vigilando eso no hubiese pasado, Iván era importante para negociar con los Jakob.

Eso es claro pero no podia entrar el, era muy ariesgado.  Gian patea el mueble mientras camina de lado a lado.

— Fueron bastantes descuidados, hubieron muchos inocentes muertos.

Comento poniendolo al tanto de las personas que murieron. 

— Siempre van a ver inocentes muertos, y ahora más porqué esto terminará en guerra, las posibilidades de negociar no pasarán ni en mis mejores sueños. Son ellos o nosotros.

El timbre de mi apartamento suena, lo cuál me parece extraño ya que nadie me visita y Gian tiene acceso. Camino hacia la pequeña pantalla y miro a la pelinegra de piernas interninables y cuerpo de modelo, como la llamó Emily, simplemente suspiro y permito el acceso al elevador para que pueda subir.

— Gian, escóndete en mi habitación.

Este me ve curioso pero hace lo que le pido, yo camino hacia la pequeña cocina a preparar café cuando las puertas del elevador se abren, ella camina hacia la sala, pero mi voz la para en seco.

— Un gusto de nuevo Nathalie, ¿ A que debo tu visita?

Ella se gira, con una sonrisa de maldad y camina hacia la barra que separa la sala y la cocina, no se sienta, solo coloca sus manos entrelazadas sobre ella.

— Estoy llevando el caso del Luxur, ¿Si sabes lo qué pasó ayer, no?

Porque no me sorprende. 

— Claro, está por todas la noticias. ¿Café?

Ella niega con la cabeza y yo sirvo en mi taza.

— Resulta, que estaba revisando las cámaras de seguridad de los edificios de esa calle y encontré algo curioso.

Ella me muestra en su celular, una grabación donde Emily y yo salimos caminando abrazados del club.

¡Mierda!

— ¿Y? Me viste salir del club con una chica ¿Cuál es el problema?

— Investigué, porque se me hacia conocida, sabia que había visto su foto antes, ella no es solo una chica, Es la prostituta que te ayudó con la información para poder capturar a Vlad Jakob en Berlín. Y que casualidad que decidieron ir justo a un club de los Jakob y que justo después de que ustedes salieran, se dio el ataque.

— Te sorprenderías cuantas coincidencias han pasado en estos últimos meses.

Trato de sonar lo más despreocupado posible.

— Hablando de coincidencias, nos encontramos una vez en el baño del Resto-Bar y se sorprendió al ver que llevaba puesto el collar. ¿Era de ella, cierto?

Yo asiento levemente sin quitar la vista de ella, esperando que me diga a donde quiere llegar.

— Desde ese día, su rostro se me hizo muy familiar y...

Pero mi paciencia no está al cien hoy. 

— No mientas, sabias quien era y por eso me besaste al salir. ¿A que viniste Nathalie?

La paciencia se me está acabando, igual que el café.

— Sabia quien era porque cuando se desarrolló la operación en Berlín era bien sabido por todo el equipo que te estabas cogiendo a una de las prostitutas del club para obtener información. Lo cuál bueno, es parte de nuestro trabajo a veces. No la quisiste dejar morir porque te ayudó, esta bien. ¿Pero sabes que me parece insólito?

— No.

— Que sabes que tipo de mujer soy, la preparación que tengo, todos mis títulos y rechazaste lo que teníamos por una prostituta. ¿Tienes idea de como me hizo sentir eso? ¿O es que la estas usando nuevamente para destruir a los Jakob? 

Decido ignorar su segunda pregunta.