La Luna Perdida

Algo pasó

Por un breve segundo me he quedado sin palabras, sin saber que responderle a la hermosa chica de cabello rubio cobrizo y ojos color miel que me escudriñan hasta lo más profundo. Por muy poco que me guste hablar sobre mis asuntos es algo que debo hacer. Emily no merece pensar toda la basura que Nathalie pudo haberle dicho.

—Ya sabes de mi madre, ahora te hablaré de mi padre.

Ella asiente y se cierra aún más el saco alrededor de su cuerpo.

— Mi abuelo era uno de los mafiosos mas poderosos de Sicilia, logró expandir sus negocios por toda Italia y otros países de Europa, New York y Chicago. Según la historia y todos los archivos que pude leer era un hombre sanguinario y calculador. Tuvo dos hijos, gemelos, el único parto que mi abuela pudo darle debido a que su salud no le permitía tener más embarazos. Serguei, mi padre y Paolo Mancini. Serguei era el mayor por minutos y el más ávido para los negocios, así que mi abuelo puso todas sus esperanzas en él para la continuación de su imperio. Mi padre estudiaba en Roma y manejaba los negocios en esa cuidad cuando conoció a mi madre. Ya te conté como era mi madre así que papá no quiso involucrarla en esa vida. Se fueron juntos.

— Abandonó a su familia por ella.

— Si, pero esta vida siempre te sigue Emily, yo crecí sin conocer la familia de mi padre, solo por historias, recuerdos bonitos sobre su familia que compartía con nosotros, tuve una vida normal, vi luchar a mis padres por levantar el viñedo y todo su negocio, luego mamá enfermó y murió, papá estaba afianzando los negocios en Berlín asi que decidió que era una buena idea mudarnos. Eso fue un caos. Los tres nos convertimos en un desastre. Por otro lado en Sicilia, el abuelo Mancini murió y con él la estabilidad de los negocios, los rusos aprovecharon ese momento expandiendose y dejando a Mijail Jakob en la cabeza. Mijail tiene siete hijos muy bien entrenados, cada uno maneja una cuidad importante para ellos. Vlad Jakob manejaba Berlín eso ya lo sabes. ¿Ya te dije que esta vida sigue no?

Ella entiende a lo que me refiero, y no necesito decirlo porque ella termina diciendo lo que estoy pensado.

— De todos los hombres de Berlín, tu hermana se enamoró de un Jakob.

— Eso era exactamente lo que pensaba pero luego de la muerte de Elena, yo solo no podia estar en casa, no soportaba a mi padre y menos esa cuidad. Tomé un avión y llegué a Washington donde un familiar de mi madre, traté de hacer mi vida lejos de todo lo que conocía, estudié economia y tenia amigos. A semanas de mi graduación de la universidad el FBI brindó una capacitación acerca de la agencia, se me hizo raro que estuvieran en la facultad de ciencias económicas pero no le di importancia, la agencia llamó mi atención y apliqué, realicé las pruebas necesarias y quedé adentro. Michael se encargó de mi desde el inicio, empecé a notar que mi entrenamiento era muy diferente al de los otros chicos.

— Ya sabian quien eras.

— Si, pero yo no lo sabia, ellos me lo contaron y el odio por mi papá creció más. Michael me expuso su plan de trabajo para ascender a director de la oficina en Washington, todo era relacionado con las mafias, él queria usarme para tener acceso y a mi no me importaba porque yo quería vengarme de Jakob. Así que centré mi trabajo en torno a ellos, pero siempre con bajo perfil, nunca me he dejado ver, derive mis estudios e incluso acepté encargarme de la exportación del vino para no ser vinculado con la agencia, mientras recolectaba información sobre la organización y desmantelabamos algunos de sus negocios, Michael ascendió y yo también, pero entonces la mafia nos vuelve a seguir y esta vez alcanza a Harry.

— Tu hermano se asocia con Vlad Jakob.

— Y ya no puedo trabajar tan a la sombra, en la agencia comienzan a dudar de mi y todo lo que mis padres construyeron una vez se ve amenazado.

— Y ahí es donde entro yo ¿No?

La miro fijamente a los ojos por un minuto, para que escudriñe en mis ojos mientras le cuento toda la verdad.

— Tú nunca fuiste parte del plan Emily, en la agencia hay una base de datos con todas las personas desaparecidas que alguna vez se han podido encontrar en las redes de trata de personas pero nadie denunció tu desaparición.

Noto como la tristeza llena sus ojos, mientras asiente.

— No digo que tu hermano no lo haya hecho, pero al estar preso debió ser difícil que le prestarán atención ya que la comunicación entre ustedes era solamente telefónica. Lo tomaron como que no querías llamar y ya.

— Si entiendo. Entonces ¿Cuál era el plan?

— Mi regreso a Berlín era para hacerme cargo de la empresa totalmente, mientras me acercaba a Jakob por medio de Harry, si era necesario debia hacer un par de negocios con Vlad mientras brindaba toda la información para desmantelar la red en esa cuidad. 

Doy un largo suspiro, sabiendo que debo ser honesto y admitir sentimientos que no he querido reconocer ni a mi mismo. 

— Pero entonces te conocí, y no sé que pasó. Perdí el rumbo, me decia a mi mismo que lo hacia porque si te ayudaba sería como ayudar a mi hermana a salir de las manos de Jakob pero ha sido una mentira para ocultar que algo pasó en mi desde que te vi la primera vez en ese club. Yo sabia que estaba siendo vigilado porque no confiaban en mi, así que le dije a Michael que la única forma de saber lo que necesitabamos era acercándome a una de las chicas del club.

— Fui una distracción para ti.

Yo niego con la cabeza, ella es increíble, le estoy contando parte de mis sentimientos y lo único que intrepreta es que fue una distracción. Me rio un poco.

— Si Emily, fuiste una completa distracción pero has sido la distracción más bonita.

Le guiño un ojo pero ella me fulmina con la mirada, parece no agradarle para nada mi comentario. Miro hacia el cielo, todo se está poniendo gris y la temperatura ha bajado.

— Creo que debemos irnos, está muy frio y pronto lloverá.




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