La Luna Perdida

Funeral

Sergio

El aire sopla friamente mientras me abro paso por el sendero en medio del bosque, el paisaje es hermoso y los diferentes tonos de verde dan vida a los altos árboles que rodean el lugar. El sonido de agua corriendo se escucha cada vez más cerca, yo me detengo un momento para que ese sonido me guie hacia ella, porque si encuentro el rio, la encuentro a ella.
El fuerte viento juega conmigo llevando el sonido de una lado a otro, confundiendome pero no lo logrará. Luego de un par de minutos identifico el provenir del sonido y con pasos fuertes camino hasta su encuentro.
La pendiente está un poco resbaladiza debido a las lluvias que normalmente siempre son partes de esta montaña, utilizo los troncos de los árboles para sostenerme. No sé por cuanto tiempo continuo bajando hasta que a través de las gruesas hojas de arbustos y plantas salvajes logro ver un hilo de agua cristalina corriendo sin parar.
Me apresuro, atravezando todo a mi paso sin importar que estas puedan lastimarme con sus espinas y ahí está finalmente, el abundante agua apresurandose en su camino que conduce hasta su destino.
Miro hacia todos lados intentado localizar alguna manera para poder llegar a la otra orilla, pero al parecer escogí el punto más arábigo para su cruce.

— Nicolás...

Escucho su voz llamarme varias veces pero no logro verla, me muevo con cuidado para descender un poco y encontrarla pero el viento y el canto del rio me están confundiendo nuevamente.

— Nicolás...

Esta vez la escucho mas cerca.
Entonces, bajo un peñasco, sentada en una piedra, una mujer con el cabello rubio cobrizo se abraza con con las piernas flexionadas hacia su pecho intentando cubrir su lastimado y desnudo cuerpo del frio viento.

— Emily...

Grito fuerte para que sepa que he venido por ella, que la he buscado por todas partes.
Ella guiada por el sonido de mi voz, logra verme y sonríe, como si supiera que la encontraria.
Acelero mi paso, casi corriendo, intendado no tropezar con las rocas para no caer en la helada agua. Estoy a punto de llegar a ella.

— Nicolás

Dice casi en un susurro mientras se levanta y se desliza en la profundidad del rio cuya corriente hará imposible que pueda salir nuevamente.

— Emily, No...

— Nicolás.

Me despierto sobresaltado y asustado con los preocupados ojos cafes de Gian sobre mi. Me acomodo en mi asiento haciendo que el castaño hombre retire su mano de mi hombro y se siente nuevamente frente a mi.

— Estamos apunto de aterrizar, hace ratos que intento despertarte.

Paso mis manos por la cara intentando limpiar el sudor mientras intento calmarme. 
Gian mira hacia la ventana un poco pensativo y preocupado, una evidente señal en él cuando tiene algo que decir.

— ¿Qué?

— Deberiamos de estar aterrizando en Italia no en Houston.

— Lo sé Gian, no nos quedaremos, dile a los muchachos que carguen gasolina y tengan listo todo, luego del funeral partiremos a Italia. Solo necesito despedirme.

Eso último lo digo casi en un susurro, pero suficientemente audible para Gian, quien me observa por un leve momento mientras agrega.

— Si, quizás eso ayude a que dejes de decir su nombre mientras duermes.

No entiendo su comentario, aunque la verdad no entiendo la mayor parte de cosas que se relacionan con Gian.

No digo nada, solamente intento pensar en ese extraño sueño y me doy cuenta de que no, no era ella, porque mi Emily siempre me llama por mi verdadero nombre, para ella siempre fui Sergio. Ahora ya ni en mis sueños está.

Una camioneta me espera en la pista para llevarme a Glendwood Cementery mientras otra espera por Gian para llevarlo a otro lugar por temas de negocios a supervisar en esta cuidad. De alguna manera debemos justificar nuestro atraso y desvio. Aunque para ser honesto Paolo ya debe saber la verdadera razon pero me tiene sin cuidado lo que piense y sus ordenes.

Mientras nos adentramos al tráfico del la cuidad cierro los ojos nuevamente porque la luz del dia me parace segadora. 
No sé por cuanto tiempo estuve asi, pero a mi me parecio un instante cuando el auto se detuvo y al abrir mis ojos estabamos frente a la entrada del cementerio.

Bajo del auto y camino guiado por la dirección que me fue enviada a mi telefono para llegar a lugar donde la familia Carter se encuentra descansando, mismo lugar donde Emily descansará ahora.

Me detengo prudencialmente cuando diviso un grupo de personas quienes se encuentran dandole un último adios a la urna de cenizas antes de ser depositadas en el espacio que prepararon junto a sus padres. 
Yo encuentro un lugar donde puedo observar todo sin ser visto.
Valery llora desconsoladamente mientras su novio James la abraza aparentemente dandole consuelo pero en sus ojos logro ver la tormenta que lleva. 
Gina es un mar de lágrimas junto con Sam y el resto del equipo de pasantes quienes a pesar de sus diferencias viajaron juntos hasta acá para mostrar respeto. 
Los padres de Gina se muentras contrariados, quizás pensando que están en un funeral de una joven de la misma edad de su hija, igual que el resto de personas quienes son amigos de su hermano y su novia, identifico uno que otro familiar lejano, pero al final ninguno tenia idea de quien era enrealidad la joven que ya no esta.

—¿Espiando?

Escucho la voz de Nathalie acercándose a mi hasta que se pone a mi lado para observar juntos el funeral desde lejos.

— No, solo despidiendome. ¿Tu que haces aquí? Creí que enviarias informes a la division de Houston para que se encargaran del resto.

— Eso iba a hacer pero me preocupé que Gina pudiera ser un problema, estuvo a punto de quebrarse varias veces, y al final ya sabes... Es mejor hacer las cosas uno mismo para que no hayan errores.

Si, lo sé, yo era igual que ella, nada mejor que hacerlo uno mismo, pero Nathalie se está tomando muchas molestias.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.