Capítulo 1 - Lucy

…Lucy…

El sonido de la alarma me rompe el letargo en mi mente, me estiro tratando de alivianar mi adormecido cuerpo, y me aliento mentalmente “Hoy será un buen día”. Salgo de la cama, y entro al cuarto de baño mientras me quito el pijama para una ducha rápida que me ayude a bajar los pies sobre la tierra. Me visto con mis clásicos jeans, una remera lisa de color azul y mis convers, bajo sintiendo el olor al café recién hecho.

__Buenos días pa!__ digo mientras me acomodo en el desayunador.

__ Buenos días hija!__ dice mi padre, extendiéndome una taza de café y galletas, mientras me dedica una de sus amplias sonrisa. Después de toda una vida, no entiendo cómo puede levantarse sonriendo día tras día.

Mi padre es un apuesto médico de 40 años de edad, tiene unos hermosos ojos azules, cabello castaño, es alto, atlético y muy amable. Cuando mamá nos abandonó, teniendo yo meses de nacida, no volvió a estar en pareja, aunque se lo pedí en muchas ocasiones, ya que considero que merece la felicidad y de rehacer su vida. Solo nos tenemos el uno al otro, y a la nana Sara nuestra vecina quien prácticamente me crió, es por eso que más ansiedad siento que encuentre a alguien que lo acompañe. Tengo 18 años en una semana empiezo la universidad y no soporto la idea de verlo solo los fin de semana o menos quizás. Aunque mi padre trabaje demasiado, sé que uno de los motivos es la falta de compañía.

Estoy por comenzar la carrera de biología, la universidad queda a 4 horas de viaje desde mi casa, por eso mi padre me consiguió un pequeño departamento, en el cual hoy tengo que ir a firmar para sellar el contrato, de paso conocer el recorrido y un poco el lugar antes de mudarme este fin de semana. Estoy muy ansiosa, no puedo esperar a comenzar, conocer personas, el cambio de vida, estar sola en una ciudad totalmente desconocida, pero es algo que quiero experimentar. Voy a extrañar las cenas y desayunos con mi padre y las tardes con mis amigos de secundaria, las calles que llevo años caminando, pero es solo hasta el verano.

Mi padre me saluda, con un tierno beso en la frente como es de costumbre, toma su maletín y sale apresurado, y pienso que es de familia el defecto de llegar tarde a todos lados. Termino de desayunar y lavo los pocos trastes que usamos. Tomo mi bolso y una campera de cuero negra, salgo de casa y subo en mi pequeño auto, el regalo de mi padre para mi cumpleaños número 18. Ajusto el GPS, que me oriente en mi largo viaje, una vez sobre la ruta la paz inunda mi ser, el paisaje es hermoso, nunca había visitado esta parte del país. A ambos lados del camino se observan campos con algunos árboles, de fondo se elevan majestuosas montañas tras una hora de este paisaje, la locutora española de mi aparato me indica que gire a la derecha tomando otra ruta más estrecha que la anterior. Me veo en un túnel formado por la naturaleza, un inmenso bosque cubre casi por completo la vista hacia el cielo, a cada lado se puede distinguir con una belleza impactante, la naturaleza en todo su esplendor.

Disfrute tanto el trayecto que el tiempo trascurrió muy pronto. Nuevamente comenzó una zona de campo abierto y un cartel de bienvenida me indico que ya estaba llegando a mi destino. La ciudad de Villa Cadney, es muy bella y tranquila, la rodeaba una gran cantidad de chalets y se ven los rascacielos del centro. Una vez aparcado en mi futuro hogar, desciendo viendo una hilera de pequeñas casas idénticas entre ellas, recorro guiándome por la numeración hasta dar con la indicada. Una escalera de pocos peldaños me lleva a la entrada, paredes blancas, una enorme puerta color negro, y una gran ventana con vista a la sala de estar, son lo primero q veo. Toco el timbre a la vez q la puerta se abre viendo a una joven poco mayor que yo, que me da la bienvenida.

_ Tu debes ser Lucy! Me llamo Sara._

_Si, un gusto_ respondo estirando la mano al instante.

_Pasa, te estaba esperando, te doy una recorrida por el lugar. No tengo mucho tiempo, en una hora entro a la Universidad. _ una dulce sonrisa adornaba su rostro. Acomodaba su largo cabello castaño detrás de su oreja.

_No te preocupes, también tengo algo de prisa._ dije mirando el amplio lugar. Mi padre se esmeró mucho buscando, es realmente hermoso. Una vez adentro, se ve la escalera al primer piso, a mi derecha una pequeña sala de estar con unos abultados sillones, una pequeña mesa ratona y un smart gigante. Continuando un desayunador separa la cocina, con amueblado color caoba, una mesa redonda y la puerta que da al pequeño lavadero y patio trasero. Subiendo las escaleras la primera puerta da a la habitación de huéspedes, pequeña pero acogedora. Seguido de un amplio baño con todas las comodidades, y por último la habitación principal con un gran ventanal que da salida al balcón, amueblada cálidamente con una cama de dos plazas un gran placard todo en tonos beige.

Era un sueño hecho realidad, firme feliz entre risas con Sara, resultó ser una persona muy alegre y carismática. Quedamos en encontrarnos para festejar mi llegada a la ciudad este sábado. Descargue algunas cosas que traje para adelantar la mudanza, y aproveche para acercarme a la universidad para finalizar la inscripción y solicitar los horarios en los que voy a cursar. El camino al centro desde el departamento fue solo de 5 minutos, estacione en la universidad y me encamine a la recepción. El lugar era muy grande, lleno de espacios verdes y estaba compuesto de varios edificios, cada uno pintado del color correspondiente a la carrera. Aún no estaba muy concurrido, ya que no comenzaban las clases. Finalizado el papeleo, me dirijo a la librería que se encuentra en frente, para comprar los libros que necesitaría para el comienzo, cruzaba distraída la calle ojeando la lista de materias y horarios, cuando escucho mi nombre en un grito, seguido del estrepitoso sonido de un vehículo frenando, mientras unos brazos me llevaban junto a otro cuerpo directo hacia el suelo.