…Lucy…
El día transcurrió muy rápido, llegue muy tarde a casa. Mi padre aún no llegó o ya se fue nuevamente. Prepare una cena rápida y subí a mi habitación a bañarme. Salgo de la ducha, mientras escucho sonar mi celular. Atiendo la llamada pero al instante cortan. Dejo sobre la mesa de noche el teléfono, ya que quizás solo fue una llamada equivocada. Me desplomo en la cama agotada, fue un día intenso, Sara es una persona increíble, seguramente nos llevaremos muy bien. Compartimos varias de las materias ya que cursa la misma carrera y la inicio este año. Mañana me mudaré, para estar instalada para el inicio de la cursada. Cierro los ojos intentando dormir, y escucho en mi mente el sónico de los neumáticos frenando y esos ojos mieles se instalan de nuevo en mis pensamientos, tengo que admitir que es un chico muy apuesto, creo que el más lindo que vi hasta ahora. Abrazo a mi almohada y me dejo llevar por los brazos de Morfeo, reviviendo el instante en que tocamos nuestras manos.
…Amir…
Los recuerdos de esta tarde no dejan de rondar en mi cabeza. Esa chica, esos ojos azul cielo, frágil como un cristal y sentir la necesidad de protegerla. Sacudo la cabeza no puedo hilar un pensamiento fuera de esa joven que salvé, no puede ser. Ya ha pasado un año de su pérdida, el dolor esta aún latente en mí. Pero hoy sentí algo deferente y una pequeña luz se instaló en mente. Sacudo la cabeza y entro a la ducha, miro mi mano la misma con la que acepte la ayuda para levantarme del suelo esta tarde, después de quedar mirando a Lucy, así la llamo Sara, quede prendado como un adolescente. La corriente que recorrió mi cuerpo desde su toque no lo había sentido jamás, ni con mi dulce Ambar, mi mate, la destinada que la madre luna indicó para mí, a quien no supe cuidar y perdí en manos enemigas.
Tomo la notebook, comienzo a revisar los detalles de los datos para la junta que tengo dentro de unas horas. La empresa y la manada absorbe todo mi tiempo, eso ayudó mucho a superar todas las perdidas en estos años. Comenzando por mi familia hace seis años, mi padre, mi madre y mi hermana menor, cuando sin guardar luto tuve que tomar las responsabilidades como alfa de la manada con solo 16 años, y luego Ambar, quien fue mi mayor apoyo, con quien crecí a quien me aferre y confié mis mayores miedos.
Nuevamente esos ojos cruzan mi mente, esfuman todo pensamiento y borran el dolor, su voz resuena en mi cabeza, con sus palabras abarrotadas, saliendo una tras otra disculpándose, y una culpa se instala, por haberme ido de esa manera, pero la confusión fue mayor que mi razón. Sin darme cuenta ingrese en la base de datos de la inmobiliaria de mis padres, en el listado de los últimos ingresos, dando con ella Lucy Iris Aguilar. Tomo mi teléfono celular y marco su número, se escucha el tono y responde.
_Hola_ no sé qué decir, simplemente me quedo en silencio, _Hola quien habla?_ cuelga la llamada. Porque ocupa mi mente de esta manera? Tengo un deseo inmenso de acercarme a ella, mi instinto me insta a seguirla donde quiera que valla, y una pregunta más surge. Porque?
“es ella”, indica Yago mi lobo en mi mente, desde la muerte de mis padres que no se comunicaba conmigo, solo llegaba al momento de transformarme cuando era realmente necesario. Yo lo culpe, por su pérdida ya que en medio de la batalla corrió en sentido contrario siguiendo órdenes de su alfa, mi padre.
“eso es imposible”, respondo.
“no es imposible, ella es mía, es ella”, me contradijo.
“pero…”
“mía, y es tiempo de unirnos” me recalcó y cortó la comunicación.
Si esto era así, entonces Ámbar nunca fue mi mate, Yago nunca la reclamo como suya, pero yo lo sentía así. Siempre que quiso comunicarse conmigo no lo deje, hasta que llegó el momento que dejo de intentarlo, apoderándose de mí en momentos de debilidad para salir a internarse en el bosque, o solo en batallas que necesitaron mi presencia. Miles de dudas rondaron, y un extraño sentimiento de esperanza creció. Ame a Ámbar, su pérdida dolió hasta lo más profundo, pero un minuto de contacto con mi bella y frágil Lucy, basto para despertar tanto en mí, que no dudare un segundo en luchar por estar con ella aunque sea solo una humana.
… Lucy…
Dormí hasta que mi cuerpo recobro energías. Me levante, me bañe y puse un conjunto deportivo cómodo, ya que un día largo me esperaba. Baje a desayunar, papá aun no llegaba, habíamos quedado en que hoy me acompañaría hasta Cadney, pero por la hora que es no creo que eso sea posible. Prepare café y desayune, mientras preparaba las últimas cosas para mi nueva casa. Debería buscar un empleo de medio tiempo, así ya no tendría que depender enteramente de mi padre y empezar a cubrir yo misma mis gastos. Aunque tengo una abultada cuenta que dejo mi madre para mí cuando cumpliera la mayoría de edad, prefiero no malgastar ese dinero y dejarlo para invertirlo en mi carrera. Comienzo a cargar todo en mi vehículo, armando y desarmando hasta que pude guardar todo lo que necesitaba. Llamó por teléfono a mi padre, quien justo estaba entrando en casa.