Capítulo 6

Carlisle:
Sería bastante difícil controlar a Bella durante su año de recién nacido, pero ahora que hemos agregado a Angela a la ecuación, hay una lista completamente nueva de posibles problemas a los que llegaríamos cuando llegara el momento.
Edward había estado sentado al lado de mi Bella durante dos días y medio. Su cambio fue casi completo, podía escuchar su corazón latiendo más rápido, más fuerte.
Ángela por su parte, estaría acabada en unas pocas horas, a un día, hasta que despertara a su nueva eternidad. Por supuesto, teniendo en cuenta las heridas de Bella… .
-¿Carlisle?. -Mi dulce Esme llamó desde abajo.
-En mi estudio, amor. -Respondí.
Ángela dejó escapar otro grito de pura torturante agonía. Bajé las escaleras hacia la sala de estar para encontrarme con Esme.
-La pobre niña. -Dijo Esme con tristeza, tenía la mano en el corazón; No había duda sobre eso. A su voz le faltaba su tono normal y alegre.
-Terminará pronto y tendremos dos… . -Fui interrumpido por Alice gritando por las escaleras.
-¿Alguien va a abrir la puerta o va a tener que quedarse afuera todo el día?.
-No te preocupes Alice, yo abriré. -Dijo Esme.
-¿Quién es?. -Pregunté, curiosa por saber quién nos visitaría.
-¿Por qué no vamos a ver?. -Afirmó Esme. Tomé su pequeña mano en la mía y salí al vestíbulo.
Esme abrió la puerta y nos encontramos con Charlie.
-Hola, Charlie. -Saludó Esme, fingiendo no inmutarse por el hecho de que Charlie había aparecido en nuestra puerta, cuando le dijimos que su hija estaba en cuarentena porque estaba demasiado enferma para recibir visitas.
-Quiero ver a Bella. -Dijo Charlie, no necesitaba el don de Jasper para saber que estaba decidido.
-Eso podría ser un poco difícil. -Le dije. Esto iba a ser cualquier cosa menos simple.
Alice me miró mientras bajaba las escaleras con Jasper. La mirada me dijo que quería que le contara todo. Jacob se rió desde su lugar en el sofá. Parecía perfectamente a gusto.
-¿Por qué no te sientas?. Esto puede tomar un tiempo para explicarlo. -Le dije.
Rosalie entró en la habitación entonces, una Renesmee riendo tontamente acunada en sus brazos de piedra.
-¿Quién es esa?. -Preguntó Charlie. Parecía estar empezando a preocuparse.
-Rosalie. -Dijo Esme, esperando que simplemente ignorara al bebé en sus brazos.
-No, ¿quién es la pequeña bebé?. Presionó. ¡Maldita sea!.
-Es parte de la explicación, solo espera. -Gorjeó Alice y Charlie suspiró, era masilla en sus manos.
-Esme, ¿puedes alimentarla?. Probé la fórmula para bebés, es posible que tengas mejor suerte. -Dijo Rosalie.
Fue entonces cuando noté que Rosalie tenía una gran cantidad de fórmula para bebés, que yo había dicho que sería mejor para el lado humano de Renesmee, goteando de su hombro, bajando por su espalda y cayendo al suelo. Ella también estaba furiosa, perfecta, una Rosalie loca.
-¡Aparentemente ella piensa que eres un objetivo, Rose!. -Alice se rió desde su lugar en el regazo de Jasper en el sofá de dos plazas.
-¡Cállate Alice!. -Rosalie casi se abalanzó sobre ella, pero recordó al bebé en sus brazos que parecía haber crecido un poco desde la última vez que la había visto, en sus brazos.
Esme se paró frente a los dos valientemente y le indicó a Rosalie que le diera el bebé.
-Ve a cambiarte. -Le ordenó, después de que Rosalie le hubiera entregado el bebé.
Rosalie subió las escaleras, murmurando acerca de la venganza y de conseguir a Alice.
-¡Y ni siquiera pienses en tratar de vengarte de tu hermana!. ¡No te llevará a ningún lado sino a más problemas!. -Esme la llamó.
Rosalie le susurró a Esme y yo dejé escapar un gruñido bajo y protector.
Esme lo ignoró todo y se dirigió a la cocina. Podía oler el horrible hedor de la fórmula para bebés y escuché a Esme tarareando una canción que Edward había compuesto y luego escuché el agua de la ducha y Angela comenzó a lloriquear y gritar de nuevo. Esperaba que Charlie no lo escuchara, pero mis esperanzas no duraron mucho, el grito de Ángela fue bastante fuerte. Me pregunto qué pensó Charlie que pasó en esta casa. Chicas gritando, gente desaparecida, silbidos y gruñidos.
-¿Qué fue eso?. Preguntó Charlie, preocupado cuando miró a su alrededor y no vio a Bella por ninguna parte, ni siquiera un rastro de que había estado allí recientemente.
-Te explicaré todo, Charlie. Solo estoy esperando a Esme y Renesmee. -Le dije al preocupado padre.
-Nessie,. -Murmuró Jacob.
¿Insulto?.
-Jacob la apodó Nessie. -Explicó Alice.
-Está bien, Nessie. -Corregí.
Esme volvió a entrar en la habitación entonces, Nessie estaba mamando de un biberón, el mal olor emanaba de él. Emmett bajó las escaleras y se sentó en el sillón reclinable.
-¡Eso es una locura!. -Jacob gritó desde el otro lado de la enorme habitación.
-¿Qué es lo que está loco?. -Esme preguntó inocentemente, haciendo rebotar a Nessie con su brazo izquierdo y sujetando bien la botella con el derecho.
-¡Que hiciste que ella bebiera esa cosa!. Jacob lloró.
-No es tan difícil, solo necesitas entender lo que ella quiere. -Se rió Esme ligeramente. Ella era natural en esto.
-¡No es justo!. -La voz de Rosalie flotó con enojo desde el baño que compartía con Emmett. Si todavía estaba enfadada, que Jacob estuviera aquí y que le contáramos a Charlie no iba a mejorar su estado de ánimo.
El agua se había cerrado hace unos minutos, por lo que debe haber salido y vestido. Escuché el movimiento de la tela y luego los tacones altos de Rosalie resonaron por las escaleras. En poco tiempo, Rosalie estaba de pie frente a nosotros, su largo cabello rubio goteaba ligeramente en el suelo.
-¿Olvidaste cómo encender el secador de pelo Blondie?. -Jacob se rió.
-¡Cállate perro!. -Rosalie espetó, sí, todavía estaba enojada.
-¡Rose!. -Esme le gritó.
Rosalie puso los ojos en blanco y caminó hacia Emmett, sentándose elegantemente en su regazo.
-Bueno, Charlie, ¿por qué no empezamos por el principio, de acuerdo?. -Yo pregunté. Charlie asintió.