Capítulo 9

Ángela:
¡Los Cullen eran tan amables!. La Sra. Cullen me había dicho que la llamara a ella y a su esposo Esme y Carlisle. También me dijeron que Bella se despertaría pronto y admito que estaba muy emocionada de verla de nuevo. Extrañaba verla todos los días, lo cual era parte de la razón por la que estaba aquí en primer lugar.
Cuando llegamos a casa, Carlisle le dijo a Rosalie que fuera a buscar al bebé, Renesmee, o Nessie como la llamaban, y que la mantuviera abajo, lejos de mí y de Bella por el momento. No me molesté en preguntar por qué, pero supuse que era por el hecho de que ella tenía sangre y yo no tenía autocontrol, no lo creo de todos modos, y ellos aún no sabían de Bella.
-Bella debería estar despierta en cinco minutos, prepárate. -Advirtió Alice.
-¿Por qué deberíamos "estar listos"?. -Rosalie se burló de su hermana psíquica.
-Solo porque sí. -Se rió Alice.
-Tengo una pregunta. ¿Quién es mayor?. ¡Me moría por saber!. También era una pregunta legítima, porque cuando hacían de humanas, Rosalie era mayor, pero ahora, ni siquiera lo sé.
-No lo sabemos. -Dijo Rosalie mientras Alice se encogía de hombros.
-¿Cómo no puedes saber quién es mayor?.
-Bueno, Alice no sabe cuántos años tenía cuando la cambiaron. Yo tenía dieciocho años. -Sonaba Rosalie engreída.
-¡Gran cosa!. ¡Entonces sabes sobre tu vida humana!. -¡Todo lo que sé es que mi verdadero nombre es Mary Alice Brandon!. Alice parecía satisfecha al recordar su nombre.
-¿Cómo puedes no recordar nada de tu vida humana?. -Incluso yo podía recordar cosas, estaban borrosas y parecía que las estaba mirando a través de un charco de barro, pero podía recordar. Y estaba bastante segura de que todos los demás también lo sabían, no es que hubiera llegado a preguntarle a nadie sobre cómo se habían convertido en vampiros todavía, llegaría a eso más tarde.
-Simplemente no. Sé que cambié antes que Rosalie, pero nada más que eso. Solo pensamos que Rosalie es mayor. ¡Es más alta que yo, por mucho!. -Dijo Alice.
Siempre supe que Rosalie era más alta, pero al mirarlas ahora, con mis ojos de vampiro, me di cuenta de que había una diferencia de un pie entre las dos.
-¡Treinta segundos!. -Alice trinó después de que su expresión desapareció de su mirada en blanco.
Edward suspiró desde arriba y escuché un par de autos conducir por la carretera.
-Deberíamos subir, Angela. Rose, quédate aquí con Renesmee. -Ordenó Alice.
Entonces, el nombre del bebé era Renesmee, entonces, ¿por qué la llamaron Nessie?.
-Es un apodo creado por su impronta, Jacob Black. -Respondió Edward en un tono monótono. Incluso sonaba aburrido.
¡Sal de mi cabeza!. Pensé. Saqué una risita de él.
-Diez segundos. -Dijo Alice, estaba rebotando ligeramente.
Los latidos del corazón de Bella eran fuertes y extremadamente atractivos. Me contuve.
Edward gruñó fuerte ya a la defensiva.
-Ella no va a hacer nada, Edward. Bella tiene cinco… cuatro… tres… dos… . -Alice movió su dedo hacia Bella como lo haría un camarógrafo con un grupo de actores.
Habíamos llegado a la habitación justo a tiempo. Entré en la habitación que todos en la casa llamaban el estudio de Carlisle. El corazón de Bella se detuvo.
Esme:
Tan pronto como Alice y Angela entraron en la habitación, el corazón de Bella dio un último latido antes de detenerse por completo.
-Se acabó. -Anunció Carlisle a la sala silenciosa.
Bella se tumbó boca arriba por un momento. Completamente inmóvil, escultural.
-¿Bella?. -Edward llamó lentamente a su inmóvil y quieta esposa.
Sus ojos se abrieron para revelar los brillantes ojos rojos escarlata que Angela también lucía.
-¿Estoy muerta?. -Preguntó con asombro después de unos segundos.
-No, pero en cierto modo, sí al mismo tiempo, amor. Bienvenida a la inmortalidad. -Edward la atrajo hacia un beso romántico.
Después de un par de segundos, Emmett fingió aclararse la garganta. A regañadientes se separaron el uno del otro.
-Esa frase fue un poco cursi, Edward. -Se rió Alice.
Se rieron hasta que Bella notó lo que llevaba puesto.
-¿Alice?. ¿Te importaría explicar por qué estoy usando esto?. -Bella preguntó, su voz era encantadora, noté.
-Bueno, tu otra ropa estaba arruinada y era completamente poco favorecedora, así que me tomé la libertad de hacerte lucir bien sin tener que escuchar todos los lloriqueos y quejas. -Dijo Alice y saltó hacia su cuñada.
-¡Edward, deberías llevarla a cazar!.
-Iba a hacerlo, pero pensé que querías ver su reacción cuando se mirase a sí misma por primera vez. -Dijo Edward, acercando a Bella a él.
Alice salió corriendo de la habitación y volvió unos segundos después. Llevaba el enorme espejo de la habitación de Rosalie. Colocándolo frente a una de las muchas estanterías antes de alejarse.
-¡Mira en él!. -Ordenó, señalando con uno de sus pequeños dedos al espejo.
Bella se giró y se miró en el espejo antes de jadear ruidosamente por la sorpresa. Ella era hermosa. Su cabello castaño ondulaba hasta la parte inferior de su espalda y su piel era aún más pálida que antes. Ella había estado diciendo que era albina antes, ahora era casi demasiado blanca.
Después de un rato apartó los ojos de su reflejo para mirarnos a todos.
-¿Vamos a cazar amor?. -Edward le ofreció su mano.
-Claro. -Bella dio un pequeño paso hacia la puerta.
-No, no de esa manera amor. -Edward la agarró por la cintura antes de que pudiera llegar a alguna parte.
-¿Por qué no?. -Bella parecía confundida, pobrecita.
-Porque Renesmee está abajo y es posible que no quieras estar cerca de ella hasta que sepamos cuánto autocontrol tienes. No querrás lastimarla, ¿verdad?. -Edward tiró de ella hacia donde estaba antes.
-Tienes razón. ¿Estás seguro de la ventana?. -Parecía tan preocupada.
-No te preocupes amor. Ni siquiera sugeriría algo si no fuera una buena idea, ¿verdad?. -Edward sonaba arrogante sobre eso.
-¡Edward, deja de ser tan arrogante!. -Lo regañé a la ligera.
-Lo siento, mamá. -Edward antes de saltar por la ventana, seguido lentamente por una Bella vacilante.