La luz de la venganza

14.- No fue tu culpa

Aurora

La culpa es un sentimiento que nos carcome el alma y lleva a nuestra mente a imaginar lo que pudo haber pasado si tan solo hubiéramos actuado de diferente manera.

Es un sentimiento como cualquier otro, es bueno sentirlo ya que a veces te lleva a reflexionar pero otras veces te puede llevar incluso al abismo más profundo de dónde no encuentras una salida.

Su mirada estaba al frente en un punto distante, sus puños estaban apretados, su espalda recta y el traje negro que traía estaba completamente liso.

Me puse a su lado y en ningún momento volteo a verme, eso es lo que había notado desde que le dije lo que había pasado con el policía, su mirada nunca se posaba sobre mi o tan siquiera intentaba hablar conmigo.

Solamente se apartaba y eso me incomodaba, porque quizás él no quería estar junto a una niña que fue tocada, una niña sucia y que nunca volverá a estar limpia porque un maldito pedófilo la tocó.

–¿Te descepciona tener una hija así?– eleve la mirada.

Pero Stefano se quedó en silencio, así se comportaba despues de la primera plática que tuvimos donde me enteré que ellos eran mis verdaderos padres, cuando compartíamos la misma mesa él siempre estaba en silencio y en cuanto terminaba su comida se iba.

Era como si intentará estar lo más lejos posible de mi.

–¿Te descepciona tener una hija que ya no está limpia y que posiblemente nadie la tomé en serio porque alguien más ya me tocó sin mi consentimiento, o porque no pude defenderme de aquel hombre?– mis ojos se habían llenado de todas las lágrimas que retenía.

»¿Te enoja tener a una hija que provocó a un hombre para que la tocará cuando solo tenía cinco años?

–¿Quién te dijo tremenda estupidez?– por primera vez sus ojos azulados me tuvieron en su campo de visión.

Y en ese momento paso algo que nunca pensé que pasaría, sus brazos me atraparon en un abrazo pegando su cuerpo al mío, dejando que mi cabeza reposará sobre su pecho donde podía sentir su respiración que iba al compás de la mía.

Su corazón al igual que el mío iban con mucha velocidad, como si hubiéramos corrido una maratón.

–No me descepcionas en nada, simplemente no puedo evitar verte y sentirme culpable porque no te pude defender de un hombre que tocó a mi princesa– una de sus manos comenzó a acariciar mi cabello.

–Eso fue mi culpa– más lágrimas comenzaron a hinundar mis mejillas– yo provoque a ese hombre.

Olivia y Andrew no se equivocaron cuando me lo dijeron, yo fui la unica culpable de haber provocado a aquel hombre.

–Mi loquace, no fue tu culpa. Te juro que no descansaré hasta encontrar a ese Figlio di puttana por haberte tocado y me suplicara porque lo perdone.

–¿Entonces no estás enojado conmigo?– eleve la mirada para poder ver su rostro.

–Nunca, ¿cómo estaría enojado con mi hija, la hija que estuve buscado por trece años por todo el mundo?

Y entonces todo lo que alguna vez había sentido que estaba mal, se había reparado con solo sus palabras.

Al fin sentía lo que por tantos años había estado buscando, el amor de un padre que me apoyara y protegiera de todo.

Incluso de mi misma.

____

La tarde estaba soleada, ninguna nube se interponia en el cielo y el aire fresco hacia que el cabello de mi mamá y el mio volarán como dos aves en lo alto.

Papá estaba podando el pequeño árbol que teníamos frente a la casa, mientras que mamá y yo estábamos sentadas en el jardín viendo el trabajo que hacía papá.

Deje reposar mi oído sobre la barriga abultada de mamá tratando de escuchar cualquier sonido que emitiera Charlotte desde dentro.

–¿Mami, me seguirás consintiendo aunque mi hermanita esté con nosotros?– le sonreí de lado haciendo que un hoyuelo se marcará en mi mejilla izquierda.

–Por supuesto– acaricio mi cabellera jugando con algunos mechones que se habían soltado de mi coleta– siempre te consentiremos y seguiremos amando con todo nuestro corazón porque eres nuestra primera hija, será un amor equitativo.

Pero con el paso del tiempo aquel amor equitativo solo fue para Charlotte, la promesa de que siempre me consentirían se fue con el mismo viento de aquella tarde en el jardín.

Tal vez a Charlotte la querían más porque si era su hija y a mi ni siquiera me llegaron a querer y solo mentían con un amor que nunca existió. Quizás solo eran buenas personas conmigo porque me tenían lástima y con el tiempo dejaron de sentirla.

¿Acaso no fui suficientemente buena para ellos?

¿Si ellos no eran mis verdaderos padres para que separarme de Stefano y Eleanor?¿Con que fin lo hicieron?

Si nunca me iban a querer, ¿para que mantenerme a su lado? ¿Por qué compararme cada maldito día con Charlotte?

Yo también tenía mis logros, ¿por qué nunca festejarlos?¿Qué me hacía diferente a Charlotte?

No quiero culparla a ella, pero es que si tan solo esa tarde de verano se hubiera retrasado un poco más, si tan solo Charlotte se hubiera esperado un poco mas en nacer, si tan solo me hubiera dado un año más para poder disfrutar un poco de Olivia y Andrew como padres. Quizás todo sería diferente.

No puedo culparla porque ella nunca tuvo la culpa de nada, ella nunca pedía todo aquel amor y atención que le daban, a ella simplemente se la daban y ya.

Yo siempre tuve que vivir bajo su sombra y al principio eso no me disgustaba, era todo lo contrario, me gustaba ser invisible ante los ojos de los demás, pero cuando sus comparaciones se hicieron mayores fue que ya no lo pude soportar más. El simple hecho de que olvidarán mi cumpleaños porque Charlotte tenía alguna presentación.

Eso sí que dolía.

Yo solo quería ser invisible ante los ojos de los demás, pero ante los de Andrew y Olivia queria que me tratarán igual que Charlotte, aunque sea por un solo día.



#1463 en Novela romántica
#142 en Thriller
#68 en Misterio

En el texto hay: mafia, trianglo amoroso, amor

Editado: 23.08.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.