La luz de Lamia

Capitulo 3

Dedicada a GabyToasa 
 










































 

—¿Qué es lo que has pensado entonces, Christopher?

Levanto la mirada al escuchar la voz de mi abuela. La veo después encaminarse al comedor donde me encuentro haciendo una tarea de historia.

—¿De qué hablas, Annie?
 


 

—De... asistir de nuevo con el doctor Cárter. 
 


 

La sola mención del psicólogo que solía atenderme antes, provoca que mi estómago se sienta pesado y que este se revuelva por la temprana ansiedad que me empieza a invadir. No puedo evitar preocuparme de esta manera,  pensé que ya había olvidado este tema.
 


 

Demonios.
 


 

—B-bueno, es que... ya no tienes de qué preocuparte. Lo de la otra vez no ha vuelto a ocurrir.— miento con claro descaro y con pobre disimulo, porque las pesadillas no se han detenido desde la última vez que sufrí aquel ataque pero no quiero decírselo. No puedo...
 


 

Luce inconforme con mi respuesta. A esta mujer no se le puede escapar nada o de seguro yo soy muy estúpido para saber fingir.
 


 

—No lo sé, cielo. Te he notado en estos días algo nervioso, temo que empeore...
 


 

Mi corazón se aprieta al oír ese tono tan angustiado. Me reprendo en mis adentros al ver cómo le provoco tal preocupación. No se lo merece, tampoco el mentirle cómo lo hago, pero creo que es lo mejor por hacer, al menos por ahora, sólo en lo que busco una solución por mi cuenta.
 


 

—Es por la escuela, Annie, es que..., nos han dejado muchos proyectos últimamente y me siento un poco abrumado por ello. Es todo. — trato de sonar casual, pero el modo de fruncir el ceño de ella me hace saber que no ha creído ni una palabra de lo que le he dicho.
 


 

— Sé que no es eso, cielo. Eres bueno para la escuela, es lo que más se te ha facilitado y lo sabes, así que no intentes salir con eso porque ambos sabemos que no es de lo que se trata. Además... te conozco lo suficientemente bien para saber cuando mientes.— se cruza de brazos, mientras me estudia con la mirada.
 


 

Ahora mismo quiero arrojarme por la ventana. Vergüenza y remordimiento me hacen añicos por dentro, pero no es por el que me haya descubierto, sino que por el mero hecho de estarle mintiendo a la persona que más ha estado conmigo.  No es justo para ella pero tampoco es justo seguirla preocupando con esta mierda. 
 


 

—N-no es nada importante — fracaso terrible al querer lucir relajado y quiero golpearme por eso. Lo único que he conseguido al final ha sido un susurro que apenas se logró a entender por el nerviosismo en mi voz.
 


 

Me mira con recelo y su renuencia para hablar me pone más nervioso.
 


 

—Josh me contó acerca de algo que tú mismo le dijiste, algo que te hacía sentir asustado, ¿es cierto? 
 


 

Me quedo sin respuesta y con nudo instalándose en la boca de mi estómago.
 


 

<<¡Ese hijo de...!>>
 


 

— ¿Qué estás ocultando ahora, Chris? Esta vez quiero la verdad.
 


 

Niego, sin saber qué responder. 
 


 

Ahora mismo no puedo evitar sentirme más allá de lo molesto y traicionado por Josh, pensé que le había dejado claro cuando le expliqué que no quería causarle más preocupaciones a Annie.  No puedo creer que no haya podido mantener su maldita boca cerrada.  Justamente quería evitar esto. Sé que igual está mal mentirle con algo así pero si es necesario ocultarlo para evitarle un disgusto de esta magnitud..., lo haré.
 


 

—Chris, tú siempre has sido honesto conmigo sobre estos temas. Teníamos un trato, ¿recuerdas? ¿Por qué ahora me lo ocultas?
 


 

La encaro ya que mi mirada estaba perdida en un punto del suelo.
 


 

—Han vuelto.—  ella me mira con temprana confusión ahora, eso haciéndome sentir arrepentido de inmediato, pero aún así me obligo a continuar —. Han vuelto esas pesadillas acerca del momento en el que Nathan...— hago una pausa para respirar profundo. La miro removerse incómoda en su lugar. Su reacción dándome a entender que no necesita que termine pero aún así me atrevo a hacerlo—, la fiesta. No sé por qué han vuelto, hacía casi dos años que no los tenía que ya hasta comenzaba a olvidarlos.
 


 

Ella me mira, incrédula, y con un destello triste en sus ojos cansados. Mi mirada se desvía pero cuando la siento tomar mi mano que se encuentra encima de la mesa, la vuelvo a encarar. Me siento confundido por la calidez que encuentro ahora en su expresión. Creí que estaría molesta por habérselo ocultado...
 


 

— Cielo, no quiero que vuelvas a ocultarme algo así, era justo lo que temía.— trato de mantenerme firme y de seguirla mirando a los ojos, pero ese maldito nudo en mi garganta se aprieta más cuando lo hago  —. Chris, no puedes decirme que no es importante cuando ambos sabemos cómo te sigue afectando, ya después de tanto. Comprendo lo que sientes ahora, ambos lo vivimos y es algo que nunca vamos a olvidar pero podemos disminuir el dolor si seguimos adelante, enfocándonos en el aquí. Debes intentar dejarlo atrás pero no podrás lograrlo si sigues fingiendo que no necesitas ayuda cuando ambos sabemos..., que es eso lo que te tiene asi de angustiado. No es sano que sigas aferrándote a esto, cariño. Sabes que no estás solo. 
 


 

Mi mirada se baja de nuevo, sus palabras me han quitado el valor para seguirla enfrentando. Es verdad, todo lo que piensa es verdad, todo eso es lo que me he reprimido hablar con ella, pero aún lo creo necesario hacer, aún lo creo... seguro.
 



#799 en Paranormal
#3171 en Thriller
#1703 en Misterio

En el texto hay: misterio, demonios, amor

Editado: 15.03.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.