La luz de Lamia

Capitulo 6































 


 

Apenas puedo soportar el dolor en mi pierna, gran parte de mi cuerpo se encuentra entumecido pero eso se lo atribuyo a las bajas temperaturas que envuelven al lugar. Seguimos sin poder encontrar algo que nos indique que estamos cerca de la salida, tampoco he logrado reconocer un poco del camino por el cual, los chicos y yo, cruzamos el día de ayer. Estoy comenzando a temer, perderme sería el colmo de mis desgracias de este día. No creo que tengamos mucho tiempo antes del anochecer.
 


 

Estoy preocupado...
 


 

La herida que tiene la chica que me acompaña ahora, también luce muy grave. Mi estómago no puede evitar revolverse cada vez que le echo un vistazo. Ella, apesar de eso, actúa cómo si nada, cómo si no le doliera o importara en lo mas mínimo. De verdad luce cómo si algo le hubiese mordido. Eso me ha dejado ridículamente nervioso y angustiado, pero no puedo evitarlo y tampoco puedo evitar sacar conclusiones al respecto de lo que le habrá pasado... 
 


 

Aún no puedo dejar de darle miradas, a ella, y a la parte dañada y ensangrentada de su pierna. Verla me estremece, aún me parece de lo más  inquietante estar a su lado y las mil dudas que revolotean cómo locas dentro de mi cabeza en este momento..., sólo logran aumentar mi ansiedad. 
 


 

¿Qué clase de animal pudo haberle hecho eso? Y tambien, si fue algo relacionado al ataque de un animal... ¿Cómo es posible que haya logrado salir con vida ella sola?
 


 

No puedo detener el hilo de pensamientos respecto a eso, y tampoco puedo evitar temerle a todas esas teorías que crean dentro de mi cabeza. Su silencio y su renuencia, incluso para mirarme, sólo me intriga y me confunde más, porque, en primer lugar, ni siquiera logro entender qué demonios hace o hacía ella aquí. 
 


 

¿Quién demonios es?
 


 

Jamás la había visto. No estoy seguro de si pertenecerá al pueblo, ya que nunca se me ha hecho verla por ahí y, de haber sido así..., no la hubiese olvidado, puesto que muy poca gente vive en ese lugar y ella es bastante..., peculiar. Estoy seguro de que la recordaría de haberla visto antes por Beacon.
 

 

Oh diablos...

Un escalofrío me recorre el cuerpo cuando caigo con brusquedad en la dura realidad.
 


 

<<Los chicos... 
 


 

¿Estarán bien? ¿Habrán salido con bien?>>
 


 

Todo mi ser suplica que se encuentren bien y que hayan podido encontrar a las chicas y a Marcus a salvo, ya que en ese lugar donde quedé varado no encontré ninguna señal de ellos, más que la desconcertante sorpresa de la presencia de esta chica extraña que ahora viene conmigo. 
 


 

Mierda.
 


 

¿Qué demonios hacía aquí sola? ¿Qué es lo que habrá ocurrido con ese incendio también?
 


 


 


 

Llevamos más de una hora y media caminando debido a este atajo que lleva a un recorrido más largo. Tuve que elegir este camino ya que el otro estaba obstruido por el fuego. No sé si estemos cerca de encontrar al fin la gloriosa salida, pero eso espero con todas mis fuerzas porque ya no creo poder soportarlo mas. Estoy empezando a sentir que mis fuerzas se evaporan por el cansancio, y además... este inquietante silencio que se ha instalado entre la chica y yo, está logrando hacer que me sienta  muy nervioso y alarmado. 
 


 

Quiero preguntarle todo lo que está revoloteando dentro de mi cabeza en este momento, quiero saber exactamente lo que le pasó, ya no soporto contener tantas dudas dentro de mí, pero ella ni siquiera se ha molestado en mirarme de nuevo. Tampoco ha querido volver discutir.
 


 

Verla tan seria y distante, cómo un robot, me hace sentir un poco cobarde y... extraño. Ahora sólo se sujeta con firmeza de mi hombro para seguir avanzando. No entiendo del todo esta alarma que siento hacia ella. Tal vez sea por su forma de reservarse en el silencio. Tal vez sea porque aún no termino de entender lo que fue haberla encontrado aquí así, o tal vez sea... porque verla me hace darme cuenta de que ha sido ella la persona más impresionante y extraña que he conocido en mi vida...
 


 

— S-si quieres... podemos detenernos un momento para que descanses.— quiero golpearme por tartamudear pero de verdad necesitaba cortar este silencio incómodo. 
 


Al fin se digna a mirarme. No logro descifrar su expresión. Parece molesta y confundida.

— Sigue caminando. — la dureza de su tono me toma de sorpresa. También me ha sacado de balance su seca y determinada respuesta. 
 


 

Su mirada envía un escalofrío a todo mi ser. Trago grueso, y después intento armarme de valor para decir;—Pero esa herida en ti se ve grave... Necesitas descansar aunque sea un minuto o sino...—
 


 

—¡Yo estoy bien!, ¡dije que sigas, niño!
 


 

— Sólo déjame revisar qué tan mal está.
 


 

Intento agacharme para mirar la parte de su pierna que se encuentra ensangrentada, pero ella me detiene antes de poder acercarme, cuando sujeta fuerte y dolorosamente mi brazo con su mano. Me estremezco ante eso y siento cómo la sangre se congela en mis venas al encontrar sus ojos de nuevo. Estos lucen extraños y aterradoramente furiosos cuando me miran. Más grandes y de un color un poco más... ¿oscuro?
 


 

¿Cómo es posible?
 


 

—¡No te atrevas a hacer eso de nuevo, niño, o lo lamentarás!— Grita y de inmediato me paralizo por su reacción.
 


 

<<¿Pero qué demonios le pasa ahora?>>
 



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En el texto hay: misterio, demonios, amor

Editado: 15.03.2023

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