—¿Tengo que repetirlo? Ya le dije que no había nadie más con ella —dije, tratando de mantener la calma.
—Es necesario aclarar hasta el más mínimo detalle, hijo. Necesitamos la información para poder resolver esto cuanto antes —respondió el detective, un hombre de traje negro que me miraba con seriedad y apuntaba todo lo que decía en una pequeña libreta—. Dime una cosa más, Chris. ¿Alguien más sabía que ustedes estarían en ese lugar?
Tragué grueso y bajé la mirada. Mi abuela estaba allí, mirándome, y me dolió descubrir que era decepción lo que encontraba en sus ojos. No la culpaba por sentirse así, ya que no solo le había mentido, sino que también le había dado un susto de muerte.
Me sentía un idiota.
Después de varios segundos de silencio, negué débilmente con la cabeza.
—No. Nadie más sabía, solo los chicos y yo. No estoy seguro de si ellos le comentaron algo al respecto a otra persona, pero no lo creo. Todos lo estaban ocultando para que sus padres no se enteraran y los castigaran —terminé de aclarar con un hilo de voz.
El detective suspiró, rompiendo el tenso silencio.
—Muy bien. Creo que con eso será suficiente por ahora.
Me atreví a mirarlo después de escuchar eso. Lo vi guardar su libreta y su bolígrafo.
—Señora Evans, no se preocupe, seguiremos buscando respuestas. Tal vez alguno de los testimonios de los otros chicos nos pueda dar más pistas.
—¿Está seguro de que esto es necesario? Hay muchas otras maneras en las que se puede originar un incendio —pregunté, tratando de cuestionar su enfoque.
El detective asintió.
—No podemos descartar nada, hijo. Estuvieron en un gran peligro.
—¿Pero de verdad cree que alguien pudo...? —empecé a preguntar, pero el detective me interrumpió.
—No quiero alarmar, pero incendios así no eran muy frecuentes en ese lugar, y un desastre como ese a veces no puede tratarse de solo un accidente —dijo, su voz llena de gravedad.
La tensión en la habitación se incrementó después de sus palabras. Mi abuela me miró con preocupación y sospecha, y el detective y el médico también parecían estar evaluando la situación.
—Dios mío... —mi abuela rompió el silencio, colocando una mano sobre su pecho. Parecía demasiado afectada por lo que había dicho el detective, y yo también me sentía un poco así—. ¿Pero por qué alguien querría hacerles algo así a unos niños como ellos?
La interrumpí de inmediato, sintiéndome nervioso con el tema.
—¿Puedo verlos ya?
Todos se giraron para verme, y me sentí un poco acorralado. No me gustaba recibir tanta atención, especialmente de un médico y un policía. Eso me traía horribles recuerdos de lo que había ocurrido con David y mi madre.
—En un momento, Chris. Están siendo atendidos también —respondió el detective.
Mi pecho se estrujó de ansiedad. No era paciente, y la incertidumbre me estaba ahogando.
Niego con la cabeza, maldiciéndome por titubear como un idiota.
—Es que... no los he visto en todo el día y...—
—Tranquilo, ellos están bien —me interrumpió el doctor—. Tu amigo Marcus solo tiene una leve lesión en el brazo, y ahora mismo se le está atendiendo. Estará bien. Podrás ver a tu primo y a los demás chicos en un momento. Necesitan su testimonio.
Suspiré en rendición, mientras me perdía en mis pensamientos. Mi abuela y los dos hombres seguían hablando, pero yo ya no les prestaba atención. Me sentía sofocado y confundido. Era demasiado con lo que estaba lidiando.
Había pasado todo el día sin poder ver a ninguno de los chicos. Afortunadamente, todos habían salido ilesos del caos. Corrieron con la suerte de que llegaran unos bomberos al lugar para ayudarlos a salir. Eso fue lo que declaró Marcus hace unas horas.
Mi amigo dijo que al despertar , se percató del caos y actuó de inmediato porque le preocupó mucho que el fuego viniera de la zona donde estaban las chicas. Dijo que quiso ir solo porque no pensó en nada en ese momento, estaba demasiado asustado y desesperado. La lesión en su brazo derecho se produjo cuando una rama de un árbol en llamas cayó y le rozó el brazo con brusquedad cerca de él, mientras se dirigía hacia las chicas. Marcus mencionó que logró encontrar a las chicas, que solo estaban siendo sofocadas por el humo, y que trataron de volver por nosotros, que nos encontrábamos dormidos, Josh, Aarón y yo. Sin embargo, el fuego les impidió el paso, ya que había obstruido el camino que los llevaba a donde estábamos. Así que, al igual que yo, tomaron un atajo para poder salir y fue cuando se encontraron con los bomberos que se habían adentrado para calmar el infierno.
Ellos fueron los que los ayudaron y volvieron a adentrarse para ir en busca de nosotros, ya que Marcus les dijo que aún nos encontrábamos dentro. Eso explica por qué perdí de vista a Aarón y a Josh: esos hombres fueron los que les ayudaron a salir cuando se perdieron y les impidieron, como a Marcus, volver al bosque a buscarme debido a que esa zona era un literal infierno.
Es lo que me han dado por enterado, pero al menos la calma ha vuelto un poco a mí al saber que ellos salieron con bien. Sin embargo, sigo hambriento de respuestas porque no todo ha sido aclarado. Ni el incendio ni quién es esa chica que apareció ahí.
Me pregunto quién será ella y si será de Beacon. No puedo dejar de pensar en ella y quisiera saber qué está pasando ahora. Me dejó muy preocupado. Aunque no la conozco, aunque no sepa nada de ella, de verdad me ha hecho sentir angustiado. Estaba tan asustada la última vez que la vi. Solo espero que por fin se encuentre bien o, al menos, más tranquila.
Y, sí, admito que una parte de mí quiere volver a verla.
El interrogatorio del detective era demasiado extraño, y parecía que estaba seguro de que lo que había pasado no había sido un accidente. No quería pensarlo así también, pero aún nada había sido aclarado respecto a eso.
Ya estoy harto.
No me gustaban los hospitales, y quería salir de allí lo antes posible. Sólo quería ir a buscar a los chicos.
Editado: 31.05.2025