La luz de Lamia

Capitulo 20

Christopher.

—¿Te sientes mejor, hermano? —Josh me toma del hombro y después se sienta conmigo en la banca.

Solo asiento como respuesta, aunque aún no me siento muy seguro de estarlo; sin embargo, trato de convencerlo de eso porque ya no soporto ver esa preocupación en sus ojos. Ahora hay algo más en ellos: mucha confusión y temo descubrir que también se halla el temor. Siempre logro hacerle esto, pero ahora no creo tener el valor suficiente para aclararle algo acerca de lo que he visto.

Fue real...

Sé que en realidad lo ví, sé que no era parte de mi imaginación. ¡Estaban aquí! Fui capaz de percibir la abrumadora energía de esos seres oscuros e incluso sentí la del resplandor. Ambos le provocaron algo a mi cuerpo: una pesadez fría... algo así. Estoy seguro de que no tuvo que ver con el ataque que tuve hace unos momentos. Ni siquiera he logrado devolverme al aquí; las piezas en mi cabeza siguen sin acomodarse y el pánico aún me tiene tan cautivo que aún sigo temblando como un niño pequeño.

¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué aún sigo sintiendo este malestar extraño?

Algo sigue mal aquí... lo sé, es muy abrumador; aún quiero huir.

—¿Es costumbre tuya asustarnos de esa manera siempre, angelito? —Constans me saca de mis pensamientos con esa pregunta. Me atrevo a enfrentarla; se encuentra de pie frente a mí junto a Jess.

Diablos...

Ahora no me siento con el valor para mirarla; Me siento tan avergonzado por lo que pasó hace un momento. No puedo creer lo que hice... Jamás creí que podría acercarme tanto a ella. Me sorprende que no se haya molestado por eso. No tengo idea de porqué lo hice. Sólo sé que no pude contenerme en cuanto la ví. De verdad sentí la necesidad de abrazarla y al parecer eso fue lo que logró ayudarme a calmarme de verdad.

Qué extraño.

Sólo bastó con tenerla entre mis brazos para que todo el fuego del miedo dentro de mí se apagara.

—¿Pasa esto seguido contigo? —Trago grueso al encontrarme con sus ojos increíbles.

No quiero contestar eso; no quiero que ella se entere de esto... Pero, por supuesto, olvidé que aquí estaba Josh para hablar por mí.

—Le sucede desde niño. Se supone que ya deberían detenerse esos ataques. —Maldigo en mis adentros al terminar de escuchar eso. Lo último que quería era quedar en más ridículo con ella.

Ahora lucen muy afectadas las dos por lo que les dijo mi primo.

—¿Tienen idea del por qué sucede? —cuestiona Jess cuando desvía su mirada hacia Josh. Noto cómo este se tensa por completo ahora. Después envía su mirada hacia mí, como si con ella estuviese pidiéndome permiso para responder esta vez.

—Amm... bueno, hubieron algunos problemas cuando Chris era pequeño y...—

—¿Cómo supieron que estaba aquí? —lo interrumpo, logrando que todos posen su mirada en mí.

—La abue nos dijo que te fuiste algo raro de casa, así que deduje que estarías aquí. Es el único lugar público que toleras. —Josh trata de sonar un poco divertido con eso último, pero aún así soy capaz de notar cierta cautela en su tono.

—Y nosotras encontramos a Josh en tu casa cuando llegamos. Quisimos venir con él a buscarte en cuanto tu abuela nos enteró de cómo te habías ido—me responde la chica de cabello negro; sus ojos no dejan de estudiarme con preocupación, eso poniéndome nervioso en anticipación—. Tienes que decirnos lo que te pasó, angelito, pero trata de no alterarte de nuevo. —Olvidaba que ella no se anda con rodeos, pero yo anhelaba que ignorara ese tema, al menos por unos minutos más.

Aún necesito tiempo para armarme de valor para poder asimilarlo, aún no sé cómo enfrentarlo y para hacerlo necesito encontrar las palabras correctas primero que puedan ayudarme a describir lo que pasó... sin parecer un loco.

Mi mirada se baja, y después aprieto mi mandíbula y mis manos, empuñando estas encima de mis rodillas. Trato de traer esas memorias de nuevo a mi cabeza, pero las imágenes siguen siendo tan impactantes que incluso me cuesta concentrarme. Me recorre un escalofrío de solo recordarlo, y el tartamudeo en mi voz no ayuda en nada; pero aún así, continúo contando lo ocurrido a los tres chicos que ahora mismo me miran con extrañeza y escepticismo.

Les digo todo...

Les digo de mi insomnio, de lo que pasó en la escuela cuando escapé, también de lo que pasó esta tarde de camino a casa y de lo que ví hace segundos en todas esas personas que estaban en el parque. Ya no pude ocultarlo más; siento que estallaré si lo sigo reprimiendo. Trato de explicarlo lo más claro que puedo, pero creo que eso no está siendo suficiente para que ellos me crean, pues ellos no dejan de mirarme con preocupación y asombro.

Noté en varios momentos, mientras hablaba, cómo Jess y Constans se daban miradas extrañas. Lucían más allá de lo preocupadas. Eso para nada me gustó; al contrario, el preocupado ahora soy yo.

Genial, Chris, ya te deben creer un demente.

Siguen mirándome, impactados. No me han interrumpido, y ahora parece que no quieren preguntar nada al respecto... a pesar de esas miles de interrogantes que se delatan en sus miradas.

De pronto, siento que cometí un grave error al haber hablado...

<<Fue mala idea... muy mala idea decírselos.

¡Pero tenía que dar una explicación! Además... ya no podía callarlo, menos por lo que pasó hace rato.

¡Te creen un loco! ¡Te querrán internar en un manicomio por eso!>>

Continúa esa lucha en mis adentros; la angustia comienza a comerme vivo por este silencio incómodo que nos ha invadido a todos. Ya no lo soporto.

¡Maldición! ¡Digan algo! ¡Que ya dejen de mirarme así!

Algo dentro de mí se activa cuando veo cómo Josh las observa primero y después a mí. Aclara su garganta para luego romper el silencio con cautela—: Bien, hermano... —Observo cómo sube y baja su manzana de Adán, después de que las palabras mueren en su boca—. ¿Seguro que...? —Niego con la cabeza y suelto un suspiro, ya siendo preso por la frustración.



#104 en Paranormal
#417 en Thriller
#177 en Misterio

En el texto hay: misterio, demonios, amor

Editado: 31.05.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.