La luz de Lamia

Capitulo 28

"Manum.

Mammon, también conocido cómo Mammonas o Amon, es un querubín que se unió a Lucifer en la rebelión de los ángeles contra Dios. Tras ser derrotado por San Miguel Arcángel, cayó del cielo junto con Satán y el resto de los ángeles rebeldes, transformándose en uno de los príncipes del infierno. Como demonio de alto rango, Mammon representa el pecado de la avaricia, la codicia y el materialismo. Es el arquetipo de la sed insaciable de riqueza y poder, y se deleita en la explotación y el abuso del materialismo desenfrenado.

Mammon simboliza la brecha creciente entre ricos y pobres, y la esclavitud del alma humana a la ambición desmedida de adquirir dinero y posesiones. Se le asocia con el engaño, el juego, la traición y la destrucción. Como príncipe del engaño, Mammon manipula a los humanos para que rindan tributo a la vanidad y el vacío, trabajando sin cesar para alcanzar el estatus y el poder económico."

El sonido del timbre del teléfono que yace encima de mi escritorio me hace sobresaltar de pronto en mi lugar. Maldigo en voz baja y trato de salir de mi ensimismamiento para tomar el aparato que no deja de sonar. Mi mirada se despega del computador y lo tomo, percibiendo un ligero temblor en mis manos. Me parece extraño no haber notado los mensajes de voz que han dejado en la contestadora. Son demasiados.

Reviso los mensajes y me doy cuenta de que Josh ha estado llamando con creciente urgencia:

2:30 pm- "Hermano, ¿estás en casa?"

2:45 pm- "¿Chriiiis? ¡Es urgente!"

3:21 pm- "¡CONTESTA, CABRON!"

3:35 pm- "¡HIJO DE PERRA! ¡SI NO CONTESTAS TE DARÉ UNA BUENA GOLPIZA CUANDO TE VEA!"

3:46 pm- "No es cierto, hermano, ¡pero ya responde que me estás preocupando!"

4:12 pm- "¡Bien, tú te lo buscaste!, ¡en cuanto te vea será mejor que corras por tu vida!"

4:13 pm- "Está bien, me alteré, a ver... ¿onta Chris?"

Vuelco mis ojos al cielo, Josh es más bipolar que yo.

Le envío un mensaje de voz: "Tranquilo, estoy bien. Y sí, estoy en casa. ¿Qué pasa?"

Después de enviar el mensaje, suena el teléfono.

—¿Qué?

—¡¿POR QUÉ MIERDA NO RESPONDÍAS?!

—Estaba ocupado, lo siento.

—¿Estuviste a punto de morir de nuevo o qué carajos te pasó?

—Ya dime qué diablos pasa.

—¿Ya se fue la abuela?

—Ya no tarda. ¿Por qué?

—Bien. No te muevas de ahí, no salgas, Chris. Llego en media hora.

—Está bien, pero dime qué...—

Vuelvo a maldecir cuando cuelga. Odio cuando hace eso y también cuando se pone paranoico. ¿Por qué no quiere que salga de casa ahora? Sonaba preocupado, es lo que pude notar en su voz.

Me levanto de la silla y me enfrento al espejo que está en la puerta de mi armario. Antes no me atrevía a hacerlo, no me gustaba ver lo mucho que me afectaban esas noches de desvelo. El aspecto de mi rostro en ese entonces reflejaba la tortura que vivía por dentro, como un espejo que muestra la verdad sin piedad. Sin embargo, ver mi reflejo ahora me asusta más que lo que antes me presentaba de mi apariencia demacrada...

No es posible que, después de un mes sin dormir bien... vea ese rostro, que, sin intención de alardear, me atrevo a decir que luce mejor que nunca.

No me reconozco, no sé quién es ese chico, pero no tiene nada que ver conmigo o con lo que solía ser antes de que todas estas cosas extrañas pasaran. Mi mandíbula luce más afilada, mis rasgos se han vuelto más maduros, mi nariz parece haberse acomodado sola, como si la perfección hubiera sido siempre su destino. La fractura que me había dejado un idiota hace años ha desaparecido, y mi nariz ahora es recta y perfecta.

Mis ojos, que antes eran opacos, ahora brillan con una claridad que me hace pensar en los de Constans... como si el cielo mismo se hubiera reflejado en ellos. Mis labios también tienen una forma distinta, más atractiva. Mi cabello, que antes era más claro, ahora luce casi negro, como si la noche misma hubiera descendido sobre mi cabeza.

No sé si luzca así por la poca iluminación que hay en mi habitación, pero recuerdo que Marcus y Elizabeth me habían preguntado hace días si me había echado un tinte. También habían mencionado lo diferente que les parecía mi aspecto últimamente. Lo halagaron, y he recibido miradas distintas desde entonces... miradas de admiración que no me han agradado mucho.

No me siento cómodo con esa atención, pues con eso me aferro más a la idea de que este cambio extraño en mí... es real, y que todos los demás también lo han empezado a notar.

Mi cuerpo luce más robusto, mis brazos y hombros son más fuertes. No entiendo cómo ha pasado esto en tan poco tiempo. Me siento alarmado y confundido, y la atención de los demás no hace más que empeorar las cosas.

Me alejo del espejo y siento cómo la ansiedad se apodera de mí. No comprendo cómo he logrado soportar todo lo que ha pasado. La situación con Constans y sus secretos, las personas rodeadas de sombras... todo es demasiado para mí. Siento que estoy al borde de un colapso nervioso.

Ha pasado una semana desde que vi a Constans, y sigo sin entender lo que ocurre. La información que me dio es confusa y contradictoria. Me siento perdido y desesperado por encontrar respuestas. La chica de cabello negro prometió traerme información, pero ya me siento abrumado por la cantidad de preguntas sin respuesta. ¿Qué significa la marca que tengo en la piel? ¿Por qué estoy relacionado con Manum? ¿Qué quiere de mí?

La incertidumbre me está matando.

Necesito aire y espacio para procesar todo. Camino de un lado a otro en mi habitación, tratando de calmarme. Pero no funciona. Me siento atrapado en una pesadilla de la que no puedo despertar.

Mi cabeza está a punto de estallar. No puedo explicar el conflicto que siento dentro de mí después de todo lo que ha pasado recientemente. Me temo que estos sucesos me perturbarán de por vida. Estoy seguro de que no hay vuelta atrás. Cada vez que creo que he tocado fondo, algo nuevo y peor surge.



#116 en Paranormal
#429 en Thriller
#191 en Misterio

En el texto hay: misterio, demonios, amor

Editado: 31.05.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.