¡Auch!
-estas bien hija, te dije que tuvieras cuidado al caminar.
- Estoy bien, no te preocupes solo me raspe un poco la rodilla
- Ten cuidado papa se va a preocupar si ese raspón empieza a sangrar
- Estoy bien mama tengo que encontrar a mi papa o él me va ganar a las escondidas
- ¿En serio? Quieres que te ayude a encontrarlo
- ¡si! Así va a ser más rápido encontrarlo.
- Entonces vamos, pero ten cuidado esta bien
- Claro, vamos mama creo que se dónde se esconde
*luego de un rato*
- lo sabía mira mama aquí esta papa estaba detrás del tobogán
- Me encontraste tu has ganado
- ¡Si! ahora puedo pedir cualquier deseo
- Si claro ¡oh! pero tu mama te estaba ayudando eso no es justo
- Tu nunca dijiste que no Valia ayuda jaja
- Es cierto cariño tu nunca dijiste eso
- está bien, cuál va a ser tu deseo
- ¿pueden ser dos? porque mi mama también estaba jugando a ella también de toca un deseo
- bien, aunque es un poco injusto
- bien, primero mi mama
- yo solo deseo esos helados que se venden en la entrada del parque
- bien voy a comprar tres
- ahora lucia ¿cuál es tu deseo?
- yo quiero...
En ese momento jamás pensé que ese deseo me traería tanto dolor que ese día tan ordinario para mí se volvería en uno de mis días más felices y que esos días se volvieran solo un recuerdo si nunca hubiera dicho esas palabras talvez hubiera seguido con la familia que tanto amaba
Solo si nunca hubiera dicho esas palabras.
Hubiera seguido con los días más felices, donde mi mama me despertaba para ir al colegio donde mi desayuno estaría en la mesa esperándome y luego ir a la escuela donde estarían mis amigas y cuando terminara el colegio mi mama me esperaría en la puerta de salida para llevarme al restaurante de papa, donde él nos esperaría con un gran abrazo y se sentaría con nosotras para poder almorzar juntos y después de eso mi mama me llevaría a la casa para descansar ver televisión juntas, jugar algunos juegos, ayudarme con mis tareas y al final del día que llegue mi papa con algunos dulces hechos por el para luego ayudar a mama para hacer la cena luego de comer la cena y reír juntos mientras nos contábamos como fue el día que ellos me digan que era hora de ir a dormir y mientras me preparaba para dormir que mi mama me esperara en mi cuarto y cuando llegara me arrope con mi cama me de un beso en mi frente y me diga-buenas noches y que cerrara mi puerta con una gran delicadeza y así yo solo esperaría el siguiente día.
Esos días ahora solo son un sueño.
Las palabras que dije ese día volvieron mi vida que eran tal felices en un infierno en donde no puedo regresar.
¡¡SI NUNCA HUBIERA PEDIDO ESE DESEO!!
- Lo siento hija no te escuche bien me puedes decir de nuevo cual es tu deseo
- Yo quiero una hermanita.
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