Quizás eres la sombra que da sentido a la luz
De mi alegría, o tal vez la nostalgia que nos
Recuerdan que somos efímeros como las estrellas.
Eres la bruma que envuelve mis sueños la
Melodía triste de un violín, tal vez eres
El adiós que nunca llego.
Mis lagrimas son como las gotas de lluvia
Que caen sobre las hojas marchitas, y en
Cada suspiro, en cada silencio, se esconde
La tristeza que me habita.
Así, entre suspiros y notas melancólicas, te
Escribo, día a día, este efímero, una nota
A la añoranza y al tiempo pasado,
Tal vez en los rincones sombríos de mi alma,
Donde el tiempo se desvanece en susurros,
Te encuentro, mi querida musa, mi más antigua
Compañera.
Y solamente en tus brazos encuentro páz, y
En tus lágrimas, mi dulce consuelo que me
Volviera a hacer humano, vulnerable y ser
Como antes como las flores en primavera.