El violín, con cuerdas de seda fina
Acaricia el alma con dulzor,
Sus notas danzan de amor y pasión.
Sus maderas guardan historias,
Vibraciones que viajan desde el pasado,
Y en cada sonada, un mundo desplegado
Un lamento y un alma mendigando.
Susurra melancolía y alegría
Envolviendo el ambiente en fragancia
Cada tremolo y melodía sin distorsión.
Resuena en el aire, como suspiros
De estrellas, y el musico con pasión
Su arte entrelaza el alma revelada.