La luz en mi camino está apareciendo

6| Victoria

—Eso está bien. Vendré por ustedes mañana y nos iremos de compras. Las cuatro. ¿entendido?

—Si cariño, pero desayunamos aquí, tu abuela compró los ingredientes para hacer unas quesadillas, son tus favoritas.

—Ok mamá, desayunamos aqui y luego nos vamos.

—Se nos está haciendo tarde, iré a ver cómo van.

Cuando iba hacia el cuarto mi abuela salió y me abrazó.

—Estas hermosa nena

—Gracias abuela.

En ese momento sale Sara del cuarto y me quedo sorprendida al verla con un lindo vestido color azul, sencillo, que se entalla a su busto y cintura, y tiene la falda con un poco de vuelo que le llega unos centímetros más arriba de las rodillas, tiene el cabello recogido adelante como una diadema.

—¡Dios! te ves hermosa linda.

—Gracias —contesta abrazándome.

—Vamos o llegaremos tarde.

Después de despedirnos de mi mamá y mi abuela salimos de la casa y nos subimos a la camioneta.

—Sara ella es Jessica, es amiga de Sebastián.

—Mucho gusto.

—El gusto es mío Sara, tenía muchas ganas de conocerte.

—¿Cómo te sientes respecto al examen? —pregunta Sebastián.

—Bueno, se supone que tengo buen nivel en la mayoría de las clases así que no me preocupa mucho, creo que puedo quedar en el mismo grado que estoy, siendo sincera.

—Eso es muy bueno, ¿y tu Victoria?

—Bueno pues como lo hablamos esta mañana, creo que existen muchos factores, y no puedo decir si considero que voy a quedar en el grado en el que estoy, en uno menor o en el siguiente. Pero considero que hay materias que al llamarme más la atención entiendo mejor y sé más cosas, así que puedo llegar a tener mejor nivel en esas que en otras pero no confirmo nada en verdad.

—¿En cuáles crees que puedes ser superior?

—Literatura, matemáticas, filosofía, álgebra tal vez.

—¿Y en nivel normal o inferior?

—Biología, informática, inglés.

—¿Tienes dificultad con el inglés?

—Mmmm, no consideraría esto como dificultad, más bien como que , en el colegio daban el nivel más básico.

—Bueno, eso lo podemos arreglar con clases particulares, para ambas.

—Es una buena idea. —Contesté con una pequeña sonrisa.

—Cambiando de tema. La extensión de mi tarjeta ya está lista, te la entregaré en la noche.

—Gracias.

—Compren todo lo que necesiten y quieran, y mientras entregan la casa y hacen los arreglos necesarios se quedarán en un hotel.

—No es necesario —interviene Sara.

—Yo considero que sí lo es.

—Yo también. Es mejor Sara.

—No creo que a mamá le guste mucho la idea.

—Mamá hará lo que crea más conveniente para las tres, y si lo considera y lo piensa bien dirá que sí.

—No estamos seguros de eso.

El resto del viaje fue un tanto tenso, Sebastián y Jessica estuvieron viendo un par de cosas de la empresa y mientras tanto Sara me dijo que en el colegio uno de mi salón le preguntó por mi.

—Bueno, es un tanto tonto.

—¿Usas tonto para no decir la palabra “imbécil” frente a mi?

—¿Tal vez? —digo con una pequeña sonrisa.

—Bueno pues, estoy de acuerdo contigo.

No puedo evitar reír un poco por lo que dice.

—Aunque es guapo —continua, y pone una sonrisa pícara —¿En serio no te gusta? ¿Ni un poco?

—Es un imbécil Sara, es guapo pero, no me atrae, no me gusta, no siento que sea suficiente para mí, y no lo digo por avaricia sino más bien porque creo que todo el mundo debe tener a su lado a alguien que esté a su mismo nivel, que tenga expectativas para la vida similares a la suya. Y dudo que Marlon tenga expectativas siquiera para la vida más que intentar sobrevivir, mientras que yo… bueno, al parecer heredaré una de las empresas de marketing más importantes del país.

—Wow, eso no me lo esperaba.

—Siendote sincera, yo tampoco me lo esperaba, pero es mi nueva realidad, nuestra nueva realidad, y hay que aceptarlo.

—Todo cambió muy rápido. De un momento a otro.

—Ya lo sé, por eso es que vamos a intentar pasar tanto tiempo juntas como nos sea posible.

—Ya no vivimos juntas.

—Pero siempre estoy contigo, lo sabes, estoy casi segura de que mamá permitirá que te compré un celular, y así podremos hablar siempre que quieras aunque no estemos en la misma casa.

—No será igual, y lo sabes, solo que la que menos sufrirá con este cambio serás tú.

Sus palabras me hieren, ¡Dios! Claro que me duele, me duele estar lejos de ella, no estar a su lado, me duele saber que me voy a perder momentos importantes de su vida, que no voy a estar ahí 24/7 para que me cuente sobre cómo se siente, si le gusta algún chico, si la invita a salir tal vez no pueda estar con ella para quitarle a nuestra madre y abuela de encima, me duele con todo mi corazón no estar ahí con ella para verla seguir creciendo como lo he hecho todos estos años.

—Sara…

—No quiero que intentes hacerme creer que no es así, te has adaptado muy bien a tu nueva vida, y si eso ya lo hiciste, nosotras también tendremos que hacerlo.

—Esto, esto a lo que me he adaptado, es lo mejor para las tres, y no creas que es fácil, que no lo es. Me duele no estar ahí contigo siempre, me duele saber que me voy a perder momentos importantes de tu vida, que no se te suban los humos a la cabeza Sara, que no creas que porque ahora irás a una de las mejores escuelas del país, que vivir en una linda y gran cass te haga olvidar todo lo que mamá y la abuela te han enseñado.

—Lo dices después de salir corriendo en cuanto tu padre apareció por la puerta y dijo que era dueño de una gran empresa de marketing.

—Sara, a mí no me hables así, que quieras o no soy tu hermana mayor, y por otro lado, Sebastián es mi padre, y ofreció darte tanto como a mi, educación, protección, chofer, y una casa para las tres, más dinero mensualmente. Quiero que seas alguien en la vida, que estudies lo que quieras, que hagas lo quieras en tu vida, esta escuela tiene talleres de baile, porrismo, deportes, bellas artes, diseño gráfico, todo lo que te gusta lo puedes hacer estando en esa escuela.




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