—Director Elias. —se acerca el que parece ser el profesor.
—Maestro. Quería presentarle a sus posibles nuevas alumnas.
Los estudiantes pueden escoger dos talleres o deportes o un taller y un deporte por tres meses e ir cambiando o seguir en el mismo en las nuevas inscripciones. Las de este año son el lunes por lo que no nos tenemos que preocupar por no habernos escrito durante esta semana, los que están practicando son los titulares de los equipos o los que estaban el año pasado que querían seguir en el mismo taller o deporte.
—Bienvenidas, también hay equipo femenino de baloncesto por sí les interesa.
—Gracias —decimos ambas.
—Maestro es posible que nos preste al capitán un par de minutos.
—Claro, el juego terminará en unos segundos.
Hacen otra cesta y el silbato suena anunciando el final del juego.
—Nathaniel, ven aquí —pide el entrenador o maestra, sea lo que sea, un chico alto con los músculos de los brazos marcados se acerca a nosotros después de que el maestro le hace una seña hacia aquí.
—Tia Jess —la abraza y le da un beso en la mejilla, después saluda a Sebastian —Tiempo sin verte Sebastian, mi padre dijo que te debe una barbacoa desde hace tiempo.
—No he tenido mucho tiempo. Buena cesta.
—Gracias.
—Nate, te presento a Victoria, mi hija.
—Un gusto conocerte Victoria, puedes llamarme Nate.
—El gusto es mío. Ella es mi hermana Sara.
—Hola —dice ella.
Él asiente con la cabeza a modo de saludo.
—El entrenamiento terminará en media hora, me ducho y podremos irnos.
—No hay problema, de todas formas aún nos falta una parte del recorrido y que les asignen tanto el grado como su horario a ellas.
—Bien —el sonido del silbato se escucha —Debo volver, un gusto conocerlas chicas.
Sonríe mientras me ve y se da la vuelta volviendo trotando a la cancha.
—¿Seguimos con el recorrido? A los maestros no les falta mucho. —dice el director Elias a mi espalda.
—Buena idea —contesta Sebastian por todos, seguimos caminando y pasamos por los talleres de teatro.
Después de eso nos vamos de nuevo al edificio principal y entramos a la sala de profesores.
—¿Con quién empezamos?
En ese momento me llega un mensaje de mi mamá, diciendo que no quiere qie Sara llegue tarde.
Se lo muestro a Sebastian que asiente con la cabeza.
—Con Sara.
—Bien.
Una de las maestras una chica de unos 30 y tantos años alta y delgada, con unos pantalones elegantes sueltos y una blusa de botones se levanta.
—Sara, primero que nada bienvenida a la escuela, soy Brenda, una de las profesoras de inglés.
—Gracias maestra —contesta ella con una pequeña sonrisa.
—Sara quedaste asignada a grado 8° con inglés en grado inferior 6° —la maestra se acerca y le entrega una hoja —Este es tu horario tu maestra de base soy yo.
—Gracias Maestra.
—Cualquier duda que tengas puedes consultarla conmigo o con el maestro de la materia correspondiente.
—Está bien, gracias.
—Victoria —habla un profesor alto, con cabello castaño y cuerpo trabajado. —tienes un muy buen desempeño, quedamos gratamente sorprendidos con los resultados de tu examen, quedaste asignada a grado 12°, en tu antigua escuela estabas asignada a un grado 10° pero tus conocimientos son más que necesarios para pasarte a grado 12° la única materia que te queda inferior es inglés en grado 10° al ser el último año debes elegir una rama que te ayude con la carrera que planeas estudiar y según eso pueden verse algunos cambios en tu horario. Tu maestro de base soy yo. Mi nombre es Lincoln cualquier duda o asesoría que necesites puedes hablar conmigo o con el maestro correspondiente a cada materia, el director nos pidió que te diéramos un horario con similitudes al de Nathaniel que será quien te ayudará en el proceso de adaptación a la escuela. quedas también en materias avanzadas de cálculo y literatura, Nathaniel también está en esas clases, tu horario y el de él coinciden, la única clase en la que no están justos es en inglés. Soy el maestro de literatura. Y a Sara se le asignará un compañero que la acompañe en el proceso de adaptación el lunes.
—Muy bien Gracias Maestro —digo recibiendo mi horario.
—Y nos queda más que decirles bienvenidas y nos vemos el lunes.
Después de despedirnos de todos Jessica dice que Nathaniel no tardará mucho así que salimos y lo esperamos junto a la camioneta, mientras tanto nos despedimos de Sara.
Cuando se ha despedido de Sebastian y de Jessica me acerco con ella a la camioneta que la llevara a la casa.
—Oye, Sara, esto… este cambio está siendo difícil para todos, me duele no estar con ustedes, y sé que parece que me estoy adaptando de forma fácil por como me veo, pero eso no quiere decir que nos las extrañe, que no me haga falta quedarnos hablando de los idiotas del colegio hasta que nos quedamos dormidas…
—Lo sé, fui muy dura contigo hace rato pero es que me haces falta y siento que tu estas rodeada de personas que te quieren.
—Tu también lo estás, tienes a mamá y a la abuela.
—Pero es diferente, hablo de que tienes a más gente que te quiere y te apoya ahora y siendote sincera ya no sé si lo que mamá dice de que mi padre murió cuando era bebé es verdad.
—Oye, si lo es, eso si es verdad, yo conocí a tu padre, la abuela también, tienes una foto con él.
—Pero ¿murió? Hay un certificado que me asegura que está muerto y que él no se alejó de nosotras, que simplemente nos abandonó.
—Es verdad, no recuerdo un funeral pero… era muy pequeña, creo que lo mejor es preguntarle a la abuela.
—Victoria, la abuela no nos va a decir nada, o bueno, no me dirá nada a mi, me siguen viendo como una niña indefensa.
—Sara, debes entender que en muchos momentos hay cosas que no nos dicen porque no nos quieren lastimar, y hay otras cosas que no nos dicen porque no nos consideran lo suficientemente maduras como para saber.