Cuando terminamos subo con Madi a su habitación, es bastante acogedora con colores rosa claro y azul claro, cuadros con imágenes de olas y una estantería llena de trofeos.
—¿Qué deporte entrenas?
—Varios, algunos son de cuando era una niña, adoraba el patinaje, tengo 7 de competencias de velocidad y otros 5 de fondo, también hay algunos de basket, otros son de natación, los más recientes.
—¿Ya no patinas?
—Sigo teniendo los patines y salgo a dar una vuelta en ellos de vez en cuando, pero no compito hace mucho, no soy tan rápida como era antes.
—Siempre quise aprender a patinar.
—Te puedo recomendar una buena academia, si quieres.
—Creo que por el momento estoy algo ocupada, tu tía me dará clases de natación, debo tomar clases de inglés extra porque voy algo atrasada con eso, además de aprender a conducir y el taller o deporte extra después de clases.
—Bueno en verdad estás ocupada. Creo que este te debe quedar me queda algo pequeño.
Recibo el bikini color verde oscuro que me entrega y empiezo a soltarme el corset.
—¿Te ayudo?
—Por favor, fue muy fácil ponermelo pero parece que esta parte no lo será.
Me ayuda a soltar el listón de forma que me lo puedo sacar por arriba, me pongo la parte de arriba del bikini y luego me quito la falta para ponerme la parte de abajo.
—¿No sabes nadar?
—No.
—¿No te da miedo el agua?
—No desde que alcance la superficie.
—Pues a mi me llega apenas empinada pero tu eres más alta que yo así que no creo que haya ningún problema.
Ella se pone un bikini de color rojo y salimos de su habitación.
Cuando llegamos a la sala, por donde está la salida a la piscina, nos encontramos a los adultos con copas de vino en sus manos hablando. Nate está con ellos en bermuda y con un trago de algo en su mano.
—¿Te quedas o vienes con nosotras Nate?
—Voy —dice antes de terminar su trago y dejar el vaso sobre la mesa del centro.
—Pensé que iríamos a la fiesta. —le dice Nate a Madi.
—Sabes que estoy castigada intente convencer a mamá pero sabes que está furiosa.
—¿No quieres ir Victoria?
—¿A dónde?
—Cada año los estudiantes de último año hacen una fiesta alguien pone la casa y los demás nos encargamos de llevar bebidas y de invitar a algunos chicos de grados inferiores, sería bueno que conocieras a algunas chicas antes de empezar la escuela el lunes.
—Nate, sabes que a esas fiestas no son bienvenidos los nuevos estudiantes a menos que se hayan unido a alguno de los grupos.
—¿Grupos?
—A ver, Nate está en el de los chicos del equipo de basket, sus novias y las porristas. Yo estoy con los de vóley, las chicas, los chicos, sus novios, novias. Hay otros grupos, como los del equipo de fútbol o los del taller de baile. El punto es que no todos están invitados, normalmente los nuevos no son muy bienvenidos a menos que se hayan unido a uno de estos grupos, normalmente los invitados son los de básquet, fútbol, vóley, baile y quienes están en estos grupos por amigos o relaciones.
—Bien, ya entiendo.
—¿Quieres ir? —Vuelve a preguntar Nate.
—No se supone que no soy bienvenida.
—Vas conmigo, nadie te dira nada.
—Solo tendrá muchas enemigas el lunes. El chico más popular de la escuela llega acompañado por una chica que no es su hermana a la primera fiesta oficial del año.
—Oye, si no te quieres quedar sola puedo convencer a mamá de que te deje ir. Solo decidan rápido.
—¿Crees que Sebastian te deje ir?
—No lo sé.
—Pues nada se pierde con preguntar.
—Hagamos algo, si Sebastian, permite que Vic venga con nosotros, mamá no me impedirá ir, si Sebastian no permite que Vic vaya, los tres nos quedamos.
—Bien, vamos.
Los tres volvemos a entrar y todos nos voltean a ver.
—¿Pasa algo chicos? —pregunta Miguel.
—¿Recuerdan la fiesta que hacen los de último año todos los años? es hoy, y queríamos ver si no hay problema con que vayamos.
—¿Todos? —pregunta Esteban
—Pues, Victoria podría conocer a algunas de las chicas de basket, y las de baile, así que nos pareció buena idea.
—¿Quieres ir? —me pregunta algo dubitativo.
—No estaría mal.
Esteban voltea a ver a Miguel.
—Pueden ir, pero ninguno va a tomar, Nate porque es el único que puede conducir, Madi está castigada, pero permitiré que vaya hoy y Victoria porque si tu madre se entera lo puede sacar como excusa para que no puedas vivir con Esteban frente al juez el jueves.
—Y Victoria debe estar en casa a las 2. —dice Esteban.
—Perfecto. —dice Nate por todos.
Todos subimos agradezco haberme puesto el corset con esa falda al ver lo que se pone Madi, cuando estamos listas salimos y encontramos a Nate en la entrada esperandonos.
—Se ven hermosas —Y lo veo recorrerme de pies a cabeza.
—Gracias —contestamos Madi y yo al tiempo.
—Ve adelante llamaré a una amiga para ver si pasamos por ella.
Hago lo que me pide y subo en el asiento de copiloto del convertible.
—Mantente cerca de mí todo el tiempo, te presentaré a algunas amigas, novias de amigos míos, una de ellas está en el taller de baile.
—Ok.
—¿Todo bien?
—¿Lo de las fiestas es a menudo?
—No mucho, hay algunas que están como tradición, esta es una de ellas. A veces son de cumpleaños, claro que a esas no nos invitan a todos que digamos. Las que son más una tradición son vuelta a clases, como esta, inicio del verano, fin del verano, en el viaje de graduación, este año iremos a cabo, y normalmente cuando es en la playa hacen una fiesta a escondidas sin que ninguno de los profesores se den cuenta y hacen hogueras en la playa para quemar los uniformes.
—Wow. Es interesante, en mi antiguo colegio, todos somos ¿como lo digo…? rivales, es complicado, nadie es amigo de nadie, a menos que le sirva para algo esa amistad.
—En los grupos de los que te hablo no diré que no hay cierta rivalidad.