La Madrastra

Capítulo III

 

 

Habían llegado a Bedford, Alison volvía a estar dentro del carruaje junto a Aisha cuando se adentraron a Bedford, El duque era saludado por la gente de su pueblo, pero nadie parecía temerle como tantos rumores decían, el monstruo de Bedford al parecer era muy querido, y eso se notaba en él como la gente prestaba sus respetos al Duque, pero ignorando esto Alison empezó a pensar en todo lo que había pasado la noche anterior, y eso, era nada, no había pasado nada entre ella y su ahora esposo y eso le preocupaba pero al mismo tiempo la hacía sentirse mejor, no quería sufrir más y el estar en brazos del Duque solo la lastimara si las cosas pasaran a más, y esto claro era algo que ella no deseaba. 

 

 

Cuando Alison despertó, el duque no estaba a su lado, por lo que no tuvo siquiera que hablar con él esta mañana, y al ver que solo partirán después de desayunar Alison solo hizo lo que tenía que hacer y partió nuevamente junto a todos, viajan hasta Bedford donde estaban ahora, habían llegado al que sería su hogar y no estaba tan mal, era algo colorido y un poco más animado que el lugar de donde venía Alison y eso le alegró un poco, no quería vivir en la oscuridad siempre por lo que se sentía más aliviada, pero ese alivio desapareció cuando el carruaje entró a la Residencia Lancaster, en Bedford, la cual sería su nueva casa, y donde viviría a partir de ahora. 

 

 

–¿Está bien señora? 

 

 

–Si… no pasa nada. 

 

 

Viendo que su señora estaba casi pálida Aisha se preocupó, pero Alison solo disperso esa preocupación y finge sentirse bien, a pesar de que sus nervios estaban a flor de piel, por lo que viviría ahora y por el hecho de que conocería a los que ahora serían sus hijos, y eso la preocupaba aún más, conocer esos niños era algo que la mantiene presionada siempre ya que desde su primer matrimonio se había mentalizado el no tener hijos por los maltratos que sufría, había evitado a como diera lugar el quedar embarazada, pero ahora ya estaban allí los niños, no podía evitarlos, solo dentaria que convertirse en alguien que ellos pudieran respetar y que los pudiera ayudar. 

 

 

–Llegamos 

 

 

La voz del Duque hizo reaccionar a Alison que se preparó para salir, pero Aisha la detuvo: 

 

 

–Mi señora, debe tranquilizarse antes, se ve muy nerviosa–Aisha aconsejo a su señora, y Alison hizo caso a esto, volviendo a sentarse y respirando profundo después de esto, y una vez la puerta del carruaje se abrió salió con una sonrisa dibujada en su rostro, y al tomar la mano del Duque sin guantes se sobresaltó un poco por lo fría de esta y al bajar fijó su mirada en los ojos del Duque que la miro sin expresión alguna. 

 

 

–Denle la Bienvenida a La nueva señora de la Casa Lancaster, La Duquesa de Bedford 

 

 

Todos los empleados que esperaban fuera de la casa bajaron sus cabezas en señal de respeto y junto a ellos estaban los dos niños de la casa: 

 

 

–Bienvenida Duquesa–todos hablaron al unísono y saludaron a Alison, que devolvió el saludo bajando su cabeza. 

 

 

Los empleados esperan que la nueva Duquesa entrara junto al Duque y los niños que los siguen para después entrar detrás de ellos. 

 

 

–Sean Bienvenida Duquesa–La voz de los niños esta vez se hizo más notable y Alison los muros sonriéndoles soltando la mano del Duque que aun la sostenía al soltarla dentro de la gran casa. 

 

 

–Muchas gracias por su bienvenida, es un placer conocerlos 

 

 

La suave Voz de Alison salió sin titubear cuando les hablo a los niños que asintieron y se dispusieron a irse sin siquiera presentarse ante la Duquesa, y sin va se fueron, lo que dejó a Alison con un amargo sabor de boca, y fingiendo una sonrisa, miró a su doncella que se encontraba detrás de ella, junto a todos los empleados que esperaban expectantes: 

 

 

–Es un placer recibirla, Duquesa, Me presento, soy Jean Mickey, su ama de llaves y soy quien se encargará de darle un recorrido por la casa, si quiere claro. 

 

 

–Bien–Acepto Alison viendo al Duque a su lado que se dispuso a irse, no sin antes despedirse de su ahora esposa y dejarla en medio de la residencia, con todos los empleados viéndola y sin más Alison empezó a Seguir a su ama de llaves que la guiaba por la casa dando un recorrido para que conociera las instalaciones que sería su nuevo hogar a partir de ese día. 

 

 

–Es un lugar hermoso–halago Alison viendo los paisajes desde el segundo piso de la enorme residencia 

 

 

–Lo es, gran parte de estas estancias fueron construidas por el Duque para la difunta Duquesa, fueron hechas a su gusto–dijo de una forma constante la mujer y con un tono de voz mucho más despectivo del que lo había hecho antes, no había hablado así cuando se presentó ante ella 

 

 

El resto del recorrido Alison lo hizo sin hablar más, o más bien sin interactuar más con la mujer, que terminó su guía por la residencia en la habitación que ocupa, y sin más la dejó sola allí, con Aisha que al parecer continuará siendo su única doncella ya que ninguna de las criadas de la casa se presenta ante ella, por lo que solo entro a su recamara encontrándola bastante normal, sus ropas estaban aún en las valijas que había traído y solo las habían acomodado en una esquina, por lo que Aisha sin decir nada empezó a acomodar todo. 

 

 

–Las cosas no será muy diferentes aquí Aisha–dijo sentándose sobre la cama viendo a su Doncella intentar acomodar las cosas en el clóset que tenía en su recámara, mientras ella, por sí solo empezó a desvestirse sin esperar a que alguien la ayudara ya que la única persona que tenía a su servicio en esa casa era a Aisha. 



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En el texto hay: romace, amor, familia real

Editado: 12.01.2023

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