La Madrastra

Capítulo IX--Epílogo

 

 

Aaron tomó el rostro de Alison en sus manos y sin poder esperar más la besó, unió sus labios con los de ella y fundió su cuerpo con el de su esposa por primera vez, sus lenguas danzaron en la boca del otro y jadeos se escaparon de sus labios, por lo que ya sin aire se separaron. Aaron paso su mano por la cintura de Alison pegándola más a él, y haciéndola sentir su creciente erección, lo que hizo a la mujer soltar un jadeo, por la impresión, pero aun así siguió el beso, soltando a su esposo una vez se quedó sin aire y este sin perder el tiempo hundió su rostro en el cuello de la duquesa, besándolo y bajando por este hasta el inicio de su pecho donde se detuvo y la miro a los ojos, esperando recibir una afirmativa, y así fue. 

 

 

Aaron alzó a Alison en sus brazos volviéndola a besar mientras la llevaba hasta su cama y con delicadeza de dejar sobre la cama sin soltar sus labios y mientras hacían estos fue bajando su vestido de dormir, dejando libres los pechos de Alison, por lo que el rostro de la mujer se empezó a sentir cálido, pero aun así continuó, no sin antes ocultar su rostro con sus manos, pero el Duque la detuvo sosteniendo sus manos y besándola: 

 

 

–No te ocultes, eres hermosa, y vas a hacer mía… 

 

 

 

 

*** 

 

 

Meses después… 

 

 

 

Alison estaba recostada sobre su cama, abrazada a su esposo, y mientras empezaba a despertar un malestar empezó a crecer dentro de ella, y al abrir sus ojos casi corriendo fue hasta el baño, donde dentro de un balde vómito, soltando todo lo que había cenado la noche anterior, y al terminar lavo su boca y rostro, un poco sorprendida por eso, se había sentido mal días antes, pero esa era la primera vez que vomitaba. 

 

 

Alison salió del baño y se encontró con su esposo, parado frente a la ventana cruzado de brazos, por lo que Alison salió despacio hacia él, intentando sorprenderlo. 

 

 

–¿qué hacías? –pregunto Aaron al sentir sus manos en su espalda 

 

 

–No me sentía muy bien. 

 

 

–¿Estás segura?... Alison no quiero que tengamos nuevamente la plática sobre tu intentando ocultarme tu apariencia en las mañanas–hablo un poco preocupado y molesto el Duque por lo que su esposa negó y le sonrió 

 

 

–Veme, solo me sentía un poco mal, pero ya estoy bien, ¿nos vestimos y desayunamos? 

 

 

–Bien 

 

 

La mañana transcurrió con normalidad, aunque Alison se sentía un poco mareada y eso lo notaron Daphne y Oliver que se quedaron a su lado toda la mañana al ver a su madrastra mal, e hicieron que su padre mandara a llamar al doctor cuando Alison estuvo a punto de desvanecerse en medio de las escaleras, y en esos momentos se encontraba en la habitación que compartía con Aaron acompañada de sus hijastros y sus doncellas, mientras su esposo iba por el doctor. 

 

 

–¿Tienes alguna idea de que puede ser? –preguntó Oliver sentado a un lado de Alison y tomándole de la mano 

 

 

–No puede ser nada grave ¿verdad? –esta vez hablo Daphne muy preocupada por su madre 

 

 

–Tranquilos, seguro solo es cansancio. 

 

 

–¿Estás segura? No nos mientas, ¿enserio vas a estar bien? –hablo preocupado Oliver sosteniendo aún más fuerte la mano de Alison 

 

 

–¿Podemos hacer algo? ¿quieres comer algo? ¿me hicieron dulces hoy? ¿o quieres pudin de leche? –Daphne no paraba de hablar intentando hacer sentir mejor a Alison, pero al estar mencionarle el Pudin de leche Alison hizo una mueca, y rápidamente se paró de la cama corrió hasta el baño para volver a vomitar: 

 

 

 

–¡Papa! –Oliver corrió fuera de la habitación para llamar a su padre que estaba buscando al doctor–¡Papa! 

 

 

Alison volvió a salir del Baño encontrándose con una Daphne que lloraba al pensar que tenía algo muy grave, por lo que al ver a la niña así, Alison se acercó a ella y la abrazo en la cama intentando dejarle claro que no tenía nada malo, solo se sentía un poco mal, pero eso no pasaría a mayores; o al menos eso pensaba, pero cuando Oliver volvió, junto a Aaron que traía un doctor todo se volvió un caos nuevamente. El doctor pidió que todos volvieran a salir de la habitación, dejando solo en esta a Aisha, la doncella de Alison, por si ocurría algo, pero el Duque y sus hijos fueron expulsados de la habitación, dejándolos demasiados preocupado a todos, con el duque que cargo a Daphne en sus brazos porque la niña no dejaba de llorar, y Oliver se abrazó a su padre que lo recibió en sus brazos, mientras esperaban: 



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En el texto hay: romace, amor, familia real

Editado: 12.01.2023

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