— Me doy cuenta de que haces muy bien tú trabajo Juliet, a diferencia de muchos otros, cabe decir que te considero mi mano izquierda, sin embargo el último trabajo que te encargué no lo cumpliste y estuviste protegiendo al hijo del enemigo, eso es imperdonable espero comprendas – hablaba Fabian, el lider del grupo de asesinos al que pertenecía Juliet.
— Lo lamento señor Fabian, pero jamás mataré a ese chico no me importa lo que hagan conmigo – contestó Juliet escupiendo sangre.
— Entonces estás dispuesta a morir por ese chico, que cómico de tí Juliet, pero si lo quieres así entonces como quieras – Fabian sacó una pistola de su cinturón y la puso en la cabeza de Juliet.
— Últimas palabras
— Jodete...
El sonido del disparo retono en todo el lugar, todos miraban asombrados, — Joder que carajos es ésto...