La mafia del amor

La primera piedra en los zapatos

Fueron cuestión de segundos para que nadie pueda ver la moto, pero fue allí cuando apareció Jair, un teniente que sabía manejar moto, él los persiguió a toda velocidad, Sillao se dio cuenta de eso, incluso analizó la moto que tenía, así que aumentó la velocidad, Jair, confiado por lo que podía hacer, también aumentó, otros policías que estaban viendo lo siguieron y hubo una persecución durante varias calles, los carros de los policías se detuvieron por el tráfico, pero Jair, y los 2 policías en moto, perseguían a Sillao y Sergio, sin embargo, lo que ambos tenían era una moto modificada, ya que, de un momento a otro, se alejaron casi 500 metros, ellos pensaban que tenían la carrera ganada, pero Jair conocía todos los atajos posibles, así que decidió acortar camino junto a los otros 2 policías y, también, anticipo la avenida por la cual pasarían, acertó y tuvo frente a frente a Sillao, sin embargo, él actuó rápido y giró la moto hacia otra avenida, Jair les gritó que tenían que detenerse sino iba a disparar, Sergio, seguro como siempre, le dijo a Sillao que acelerara y él hizo eso, Jair, sin dudarlo un segundo, agarró el arma que tenía en su bolsillo e hizo 2 disparos, los cuales no dañaron ni a Sergio, ni a Sillao, sin embargo, Sillao estaba asustado, nervioso, los disparos fueron casi consecutivos, pero para él fueron casi 20 balas, esto hizo que se desconcentrara y perdiera un poco el equilibrio, pero Sergio, al instante, lo animó dándole una cachetada y diciéndole “si salimos vivos, la casa que compraremos será solo tuya y de tu familia”, esto animo a Sillao e hizo que acelerara la moto, Jair disparo 2 veces más, pero esto no perturbó a Sillao, hasta que, en una esquina, vieron llegar a una patrulla a toda velocidad, esto hizo que Sillao cambie de dirección de una forma muy rápida, Jair hizo lo mismo con los otros 2 policías que manejaban moto, entraron a un pequeño callejón y Sergio sabía que la probabilidad de que disparen sería mayor, así que le dijo a Sillao que acelerase, Jair los amenazó nuevamente, pero Sergio solo grito “Inténtalo si puedes”, y mientras él alistaba su pistola, Sillao salió del callejón hacia una avenida, Jair, hartó de la situación, le dijo a los policías que les disparen, Sergio vio que la situación ya no estaba a su favor, porque ahora serían 3 policías quienes dispararían, así que le dijo a Sillao que cruzará a la otra avenida antes que el tráiler, él le gritó que no se podía, pero Sergio lo convenció y Sillao aceleró, Jair pensó “estos tipos están locos”, pero igual le dijo a los otros 2 policías que disparen, ellos lo hicieron y, como si de una película se tratase, Sergio vio como Sillao giró la moto en el aire para poder pasar al tráiler mientras una bala paso cerca de él y, también, vio como el tráiler casi los atropella, Jair se detuvo junto a otro policía, pero el otro que andaba en moto se apresuro sin saber que, atrás del tráiler, venía un camión de mudanza, y fue arrollado por el camión, Jair, fue a auxiliarlo y, mientras iba para allá, notó que había un rastro de sangre justo por el lugar en el que se fueron Sillao y Sergio, al ver esto, le dijo al otro motociclista que llamara a una ambulancia mientras que él iría por los ladrones, el otro aceptó y Jair fue a por los ladrones, simultáneamente a esto, Sergio notó que Sillao disminuyó la velocidad, y antes de poder decirle algo, vio que su barriga estaba manchada de sangre

  • ‘Mano, ¿Qué fue? -pregunta Sergio asustado-
  • No sé… siento que no tengo fuerzas…

Y antes de poder seguir hablando, le tapó la herida con el papel que tenía en su bolsillo para que nadie siguiera su marca, luego de eso, manejó la moto hasta la casa de pezuña, él, a pesar de no saber manejar como Sillao, condujo lo más rápido que pudo, según él, se tardaría 15 minutos, Jair siguió el rastro de sangre pero, cuando ya no vio nada, comenzó a preguntarle a la gente del lugar si habían visto algo, no encontró respuesta hasta que una señora le dijo que los vio yéndose hacia cierta dirección, pero Jair pensó que ya se había alejado de allí, así que regresó con los policías, quienes estaban auxiliando al que fue atropellado, pasaron 18 minutos y Sergio llegó al taller de Pezuña, allí se bajó rápido de la moto y cargó a Sillao hacia el taller junto, Sergio estaba casi llorando por su amigo, quien estaba agonizando, cuando entraron comenzaron a hablar

  • ¿Qué fue? -pregunta Pezuña-
  • ‘Mano… no sé… nos persiguieron y le dispararon -dice Sergio asustado-
  • No puedo curar la herida, pero puedo taparla… lo bueno es que está dormido… ¿Cómo lo trajiste?
  • No sé ‘mano… putamare, fue mi culpa… ahora no sé qué hacer
  • Llévalo a un hospital
  • No mano, nos persiguieron durante 20 minutos… cúralo por fa’, ya veré que hacer
  • ¿Te lo vas a llevar? Necesita descansar…
  • ‘Mano entiende, él necesita descansar, voy a llevarlo a la guarida… aparte, tu papá viene a las 5 y no puede verlo
  • Tienes razón… ¿Quieres que te lleve en el carro?
  • Ya… pero primero dale algo

Pezuña buscó el gran mega kit de primeros auxilios que tenía, luego de eso, vio la herida y se dio cuenta que no era una bala, eran 2 en la zona de la barriga

  • Putamare, son 2 balas -dice Pezuña-
  • ‘Tamare mano -dice Sergio de forma alterada- ahora no sé qué hacer… ¿Y si se muere? ¿Y si se infecta? ¿Y si…

Pezuña le tiro una cachetada y le dijo lo siguiente

  • Cálmate ‘mano, así no solucionarás nada, tú eres el niño que nos cambio a todos, y también le diste una oportunidad a Sillao… no solucionarás nada si lloras, crea un plan… si lo llevas a un hospital te atraparán, ingéniatelas p, ni yo ni nadie del grupo puede pensar en planes tan sofisticados como los tuyos, así que, deja de ser maricón y cura a Sillao

Esas palabras animaron a Sergio y trató de ayudar con la limpieza de herida, fue allí que a Pezuña se le ocurrió darle sedante para que durmiese todo lo que quedaba del día y toda la noche, esto aceptó Sergio y le dieron el sedante que tenían, luego de esto, le siguieron limpiando la herida, se dieron cuenta que las balas estaban muy metidas, así que lo hicieron con mucha delicadeza, luego de hacer esto, Sergio le dijo que él iría con la moto para practicar, cosa que Pezuña aceptó, a las 4:10 se fueron del lugar, Sergio no sabía manejar como Sillao, pero igual sabía lo básico, a las 4:35 llegaron a su casa en Maranguita y Pezuña se fue diciéndole que volvería el lunes temprano, cosa que Sergio agradeció, al entrar, puso a Sillao en el sillón echado mientras escribió en el grupo lo que paso, todos quisieron ir pero Sergio les dijo que necesitaba la noche sola para pensar en alguna estrategia, cosa que todos respetaron, luego de esto, prendió la televisión y, cerca a las 5:45, mira la siguiente noticia “Asaltantes casi matan a policía”.

  • ¿Cómo esta Hugo? Cuéntanos lo que sucedió -dice la presentadora del programa-
  • Que tal María, lo que estamos viendo son las partes de la moto que fue… arrollada por un camión de mudanza, el policía salió volando por la embestida del camión, él está en el hospital con varias fracturas provocada por el choque… aquí tenemos al policía… perdón, sargento de La Marina que estuvo al frente de esta persecución Jair García… cuéntanos Jair, ¿Qué pasó exactamente?
  • Bien, yo trabajo como teniente de San Miguel y estaba en los alrededores de “Plaza San Miguel”, me dijeron por medio del celular que 2 ladrones huyeron en moto, fui y los perseguí con otros 2 policías, en medio de la persecución uno de ellos nos apuntó con una pistola y esto hizo que mi compañero perdiera el balance y fuera atropellado…




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