La mafia del amor

El amor llega sin avisar

Al mediodía, comenzó a hablar con Odebrecht porque estaba aburrida, quería hablar con Sergio, pero supuso que estaba durmiendo

  • ¿Y tú como te llamas? -pregunta Fernanda-
  • Yo… soy Odebrecht
  • JAJAJAJA… ¿Por qué te dicen así?
  • Porque tengo plata p
  • ¿Y por qué ayudas al chico ese? O sea, es de Lurín y allá son todos pobres
  • JAJAJAJA… todo el mundo piensa así, pero no, yo tenía plata, de hecho, estudie en la “Cato”
  • ¡Uy!... ¿Qué estudiaste?
  • Arqueología… siendo más exacto, arqueología prehistórica… básicamente, busco restos de generaciones muy pasadas p
  • ¡WOW!... ¿En Perú hay eso?
  • Sí… pero voy a viajar a otros países para estudiar otras culturas… eso todavía será en un futuro, ahora soy administrador de la empresa de mi papá
  • ¿Cuántos años tienes?
  • Yo tengo 30 años… ya me siento viejo
  • Un poco sí la verdad JAJAJAJA… ¿Y cómo lo conoces?
  • ¿Te refieres a Se…Sillao?
  • No, al otro chico… “Condimento” creo que le dicen
  • Ah JAJAJAJA, sí sé quién es
  • ¿Pero como lo conoces?
  • Es del barrio… en realidad, conocemos a su hermano… todos conocemos a su hermano
  • ¿Su hermano?
  • Sí… de pequeño lo conocimos todos nosotros… luego él murió
  • ¿Cómo así?
  • Hizo algo muy… peligroso
  • ¿A que te refieres?
  • Mira… la historia es muy larga… pero, para simplificar las cosas, lo encontraron con 3 balas en el piso al frente de la Villareal
  • ¿Él estudiaba allí?
  • Sí… de hecho, te diré un secreto de… “Condimento”, él siempre ha querido estudiar medicina por su hermano, pero ahora hace esto que, a mi parecer, le sale bien
  • Bueno… tan bien no le sale, casi muere Sillao, pero no lo hizo… tómalo como cuando desapruebas un curso… te queda aprender de eso
  • Pero él dice que ya no lo hará más
  • No sé… ahora le falta dinero por hacer, le debe a Tocosh y… tiene alguna cuenta pendiente, sin mencionar que tiene que darle dinero a su mamá por… problemas… que ella tiene
  • Sé que ella tiene cáncer… él me lo dijo
  • ¡Ay!... ya sabes un poco más entonces…
  • ¿Solo lo apoyas por su hermano?
  • De hecho… no… él hizo… “algo” por mi
  • ¿A que te refieres?
  • Pregúntale a él mejor… ahora vengo, quédate acá

Odebrecht se fue al sótano mientras que ella se quedó en shock, no sabía como el tipo que la había secuestrada era alguien que le gustaba ayudar a la gente, ella, en lo más profundo de su ser, comenzaba a sentir curiosidad por la vida de él, así que planeó una conversación en su cabeza para saber más. Llegan las 3 de la tarde y Tocosh levanta a Sergio porque todos querían ir a comer, cuando él se levanto les dijo a todos que tenía que cumplir un trato que hizo con ella, ellos preguntaron sobre el trato y él les contó, ellos se opusieron a la idea de darle pistas a la policía, pero él tenía un plan, cuando todos le preguntaron sobre eso, él les dijo que después de comer se los contaría, cuando estaban por salir, él les grito que le traigan comida a Fernanda, cosa que los tomó por sorpresa aunque, de cierta forma, ya se lo esperaban. Él se quedó a solas con Fernanda, estaba un poco nervioso, no por la presencia de ella, sino por el “plan” que se le había ocurrido, caminaba por la casa mientras cantaba su canción favorita, ella le comenzó a hablar

  • ¿Qué cantas? -pregunta ella-
  • Feliz de Brock Ansiolitiko
  • ¿De quién?
  • Brock… no lo vas a conocer, es muy buen rapero
  • Ah… de rap no sé mucho…
  • Pero sí de medicina, por eso Sillao está vivo -dice Sergio con una sonrisa en un tono muy amable-
  • Oe… hablé con uno de ellos… creo que era…
  • Odebrecht… si sé con quién hablaste
  • Él me dijo que tu lo ayudaste en algo… ¿A que se refiere?
  • Este tara’o ha ayuda’o a to’s -dice Sillao-
  • Oe mano… ¿Ya estas mejor? -pregunta Sergio-
  • Sí… bueno, me duele un poco todo… ¿Quién es ella?
  • Es larga historia… pero ya sabes cómo… comportarte
  • Verdad… buenas tardes doctor, mucho gusto
  • ¿Y a donde fueron tus insultos-pregunta Fernanda-
  • Nosotros somos ladrones, pero no somos malcriados -dice Sillao- aunque, volviendo… ay, se me dificulta un poco hablar
  • Obvio p… mejor descansa, no gires tanto tu cuerpo -dice Sergio- pero sí… creo que ambos hemos ayudado a todos
  • ¿Cómo así? -pregunta Fernanda-
  • Uy… tenemos aquí para hablar 10 horas -dice Sillao entre risas- solo dile lo el resumen de cada una
  • Bien… aunque, mejor te contaré la de Odebrecht
  • Sí oe, eso fue lo mejor que hicimos -dice Sillao-
  • Ya mira… fue hace 7 años… yo y este… y Sillao, mejor dicho, fuimos a la casa de Odebrecht p… yo en ese momento tenía… 16 si no me equivoco y Sillao tenía 17… estábamos los 2, para ese momento no había nadie, solo estaba su papá y él estaba… molesto por así decirlo porque le estaba yendo mal en su empresa… bueno, ni tan mal, es que, su única competencia estaba mejor p, y eso le jodía… el caso es que nosotros hicimos lo siguiente, nos metimos en las cuentas del otro gerente…
  • ¿Cómo se metieron?
  • Esto es lo mejor… esa empresa tenía una ventana muy alta, allí no había cámaras… eso lo sabíamos porque vigilamos el lugar con mucho detalle… el caso es que yo me metí aparentando buscando a mi papá, cuando pasó eso, él se fue por atrás y rompió la ventana haciendo su tarea, se escucharon las alarmas y 3 de los 5 policías fueron con él, ese fue mi momento pa’ meterme a las escaleras de seguridad…
  • ¿No había policías en las escaleras?
  • Estudiamos el lugar durante 2 semanas, solo había uno… pero también sabía en que piso él, habitualmente, salía a vigilar… volviendo al tema, yo sabía que tenía 15 segundos pa’ llegar al último piso… eran 5 pisos, así que no fue tan difícil llegar hasta arriba… hasta me dio tiempo de cerrar todas las puertas con llave…
  • ¿El gerente no estaba allí?
  • Como te dije, yo sabía todo de ese lugar, y sabía que él no estaba, pero también sabía una cosa, yo no podía transferir nada porque se necesitan datos personales, así que…
  • Espera… Dijiste que no había cámaras en el ultimo piso… ¿Eso también era en el cuarto del gerente?
  • No… allí si había, pero acá fue lo interesante… ¿Te acuerdas que te dije que Sillao estaba haciendo su “tarea”. Pues… su tarea era apagar las luces de allí, con eso se apagan las cámaras, luego rompió el vidrio que estaba al costado para atraer a los policías y ellos, pensando que fue una travesura, no le tomarían tanta importancia
  • ¡WOW!... ¿Y como transferiste el dinero?
  • Acá viene la magia, sabía que no podía entrar a las cuentas, así que busqué algún indicio de su trabajo y encontré una hoja de papel en la que había un número de cuenta del BCP… lo mejor de todo fue que se parecía al número que me había dado Odebrecht… fue entonces que cambié los números e hice mi letra lo más parecida a la de él… luego salí por la ventana…
  • ¡¿QUÉ?! ¿Cómo saliste por la ventana? -pregunta Fernanda asombrada-
  • Por las ventanas que habían… esto eran saltos simples… soy deportista, así que no me fue tan difícil
  • Igual, nadie puede saltar de una ventana a otra
  • ¿Lo has intentado?
  • No… porque es una locura
  • Todos mis planes son locos… sin embargo, funcionaron a la perfección… yo lo hice porque siempre estuve seguro de que iba a salir bien, los saltos no eran tan arriesgados tampoco, había mucho espacio entre la ventana y la partecita esa de la pared
  • Yo lo vi desde abajo… la verdad, pensé que te ibas a morir -dice Sillao un poco dolido-
  • Te juro que eso da para hacer una película… o mínimo un libro
  • Pues toda mi vida es para un libro la verdad…
  • Hablando de libros…¿Es cierto que querías estudiar medicina?
  • Pues… sí la verdad…
  • ¿Por qué quieres, o querías, estudiar eso?




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