Las sorpresas de la vida
Sergio, apenas cortó la llamada, cerró la cuenta de Fernanda, apagó y rompió el celular y, luego de esto, cavó un pequeño hoyo y lo enterró allí, luego se alejó del teléfono, y justo cuando vio a Odebrecht a lo lejos, un chico lo agarra por la espalada
- Oe, ya te escuché conchatumare -dice el chico con un cuchillo en la mano- mejor no hagas nada, o te va a salir peor
Sergio se iba a defender, pero pensó rápido: “¿Por qué no me roba si me tiene?”
- ¿Qué quieres? -pregunta Sergio-
- Mejor ven conmigo, ya lo sabrás pronto…
Luego de esto, salen 2 chicos más y, entre los 3, se lo llevan, Odebrecht, quien estaba muy cerca, fue cautelosamente hacia donde estaban ellos, estaba asustado, pero también temía por la vida de su amigo.
Odebrecht fue hacia allá a toda velocidad, los seguía muy de cerca, mientras que Sergio estaba siendo llevado hacia una zona oscura, llegados a un punto, lo tiraron al suelo y uno de ellos intento darle un puñete, pero él, tan elegante como siempre, lo esquivo y le dio una patada en el estómago, el otro, al ver la patada, se metió también, solo para que termine en el piso por un golpe en la cara, Odebrecht, al ver esto, se escondió.
- Mejor dime que quieres -dice Sergio de una forma seria-
- Parece que si eres el que robó -dice el otro chico- mira… me llamo Rodolfo… soy hijo del jefe de “Las águilas de Lurín”
- ¿La banda de los mafiosos?
- Sí… somos muy conocidos por todos
- Pero… ¿Qué quieres?
- Primero… quiero que tu amigo salga de donde está… o le disparare
Odebrecht sabía que hablaban de él, así que salió de su escondite
- Ho… hola -dice Odebrecht asustado-
- Él viene conmigo -dice Sergio mientras se acera a su amigo- pero ya… ¿Qué quieres?
- Eres el chico del robo y… ‘tuvimos investigando un poco, también eres de Lurín
- Sí… pero eso no tiene na’ que ver con esto
- Es lo que dice… mira, no seas huevón… mi papá ‘ta que busca a la g más seria p, puros bandidos como nosotros podemos estar allí
- ¿En la mafia de tu papá?
- Sí… será mejor que aceptes a las buenas o…
- Espera… ¿Por qué me metería a su grupo? Supuestamente, ustedes no han sido encontrados hasta ahora
Rodolfo se le acerca y, con una mirada seria, le dice lo siguiente.
- Mi papá conoció a tu hermano… y él hablo de ti
Esto impactó tanto a Odebrecht como a Sergio, sobre todo al último, quien no sabía eso de su hermano
- ‘Mano, hablas huevadas, él murió, y nunca estuvo involucrado en estas cosas…
- Sé que tú estabas allí con tu amigo… los vimos… pero contarte la historia ahora, sería un desperdicio… solo te diré algo, sabemos quién lo hizo
- Necesito saber, soy su…
- Estás concentrado en tu robo actual… molestarte sería algo tonto
- Entonces…
- Después de tu robo, iremos a buscarte, no importa donde te escondas, siempre te encontraremos…
- No será necesario, si ustedes tienen información sobre mi hermano, yo iré con ustedes
- Bien… ahora, necesito que me pidas un favor
- ¿Favor?
- Entre nosotros, los mafiosos, los favores son importantes
- Yo no soy mafioso
- Tienes tu grupo, has robado por toda Lima y, aquí, eres muy conocido…
- ¡WOW!... eso no sabía
- Ahora lo sabes… y ahora, necesito que nos pidas un favor
- Bien… supongo que la policía vendrá a este lugar por el teléfono público… necesito que lo rompas
- ¿Solo eso?
- Sí… solo rómpelo, la policía vendrá … también he visto 2 cámaras nuevas, necesito que la rompan
- Bien… ¿Cuándo vendrás?
- Mi amigo está con una bala en la barriga y tengo que escapar… en 2 meses volveré
- ¿2 meses? Es mucho tiempo
- Solo así tendré el tiempo suficiente… luego me uniré a su grupo para vengar a mi hermano
- Esa es la actitud carajo… toma este papel -le entrega un papel con un numero de teléfono-
- ¿Ese es tu ‘fono?
- Sí… ya sabes, tienes que avisar cuando vengas
Luego de decir esto, Rodolfo se aleja de Sergio y levanta a sus compañeros
- Entonces… tenemos un trato -dice Rodolfo en voz alta- déjame estrechar tu mano para cerrar el trato
Rodolfo le da la mano a ambos y se va con los otros 2 chicos corriendo para hacer el trabajo, mientras que, Sergio y Odebrecht se fueron al carro, subieron y se fueron, por otro lado, muchos patrulleros llegaron al canal donde fue transmitida la nota, entre ellos estaba Jair y el comandante Canuto, pidieron toda la información para rastrear la llamada, trabajaron desde la oficina de seguridad del canal para localizar los datos, 5 minutos después, los policías encontraron que, la llamada fue hecha desde un teléfono publico y, como eran antiguos, sería difícil identificar el lugar exacto, el comandante le dijo a Jair que se quedara a cargo de la búsqueda del celular porque él tenía que ir al banco para ver las transacciones, cosa que él aceptó, 10 minutos después, el comandante llegó al banco y buscó, en la base de transferencias, el nombre de su hija, 5 minutos después y, como si de magia se tratase, ambos policías de alto rango encontraron información: Tanto la transferencia de dinero como la llamada fueron realizados desde Lurín, el comandante lo llamó a Jair diciéndole que tenían que ir rápido en patrulla hacia el lugar porque él iría en otra patrulla, luego llamó a otro policía diciéndole que busque las tarjetas que el ladrón había dejado cerca la hospital “Mongrut”, ambos se fueron y tomaron el mismo rumbo para llegar al lugar, por otro lado, Sergio y Odebrecht estaban en el carro, no hablaron en todo el camino porque estaba nerviosos, hasta que cambiaron la radio y escucharon como la policía “tenía nueva información sobre el robo a Plaza San Miguel y el secuestro de la hija del comandante”, allí comenzaron a hablar
- Oe ‘mano, van a venir conchasumare -dice Odebrecht-
- Cálmate… eso no es lo malo… me sorprende saber que mi hermano conoce a esa gente -dice Sergio-
- ¿Crees que ellos sepan algo? O sea, no parecen saber mucho
- Ellos sabían que yo tenía un hermano y también que vivía en Lurín
- ¿Y por que no me conoce a mí?
- Porque tú y los demás están encubiertos por mi… nadie los conoce, solo a mí y a Sillao
- Y eso de que eres mafioso es nuevo… parece que sí lo eres
- Recién me entero la verdad… pero lo importante será hacer eso para ver que info tienen de mi hermano
- ¿Crees que son fuertes? O sea, tú derrotaste a dos de eso…
- No te dejes engañar… yo también pensé que eran débiles, pero se dejaron golpear
- ¿Cómo sabes?
- Cuando se fueron, parecía que no les había hecho nada, no solo eso, parecía que ellos ya sabían que no les iba a hacer nada… y eso es porque saben que no mato a nadie
- Tienes buen ojo… ahora vamos rápido a la casa…
- Verdad… no le digas a nadie de esto
- Pero…
- No… vamos con un problema a la vez… cuando escapemos, les diré a todos lo que paso, pero por ahora no
- Bueno…
- Confío en que no dirás nada, eso será lo mejor
- ¿Tampoco a Fernanda?
- ¿Qué tiene que ver ella?
- JAJAJAJA, se nota que te gusta
- ¿Qué?... No -dice Sergio nervioso- no me gusta
- Ts, se nota que le gustas
- Supongamos que fuera cierto… no le puedo contar
- Sí puedes contarle… si la enamoras
- ¿Qué? ¿Y como se supone que haga eso?
- ¿Ves que te gusta? Si no, no preguntarías eso
- JAJAJAJA… ‘tamare
- No eres el único que piensa
- Ya oe… ¿Qué puedo hacer?
- Pues… no sé… enamorar a una chica que ha sido secuestrada por ti es… casi imposible
- Ya lo sé… por eso… es imposible
- Todos los planes que has hecho han sido “imposibles”… pero lo lograste… de seguro lo haces
- Bueno… veremos que sale