La mafia del amor

Los amigos son la verdadera familia

Sergio levantó a Fernanda y a Sillao, cuando se levantaron, saludaron a todos y cambiaron al canal “5”, apenas hicieron esto, vieron lo siguiente:

  • ¡Tenemos información en vivo! -dice la presentadora eufóricamente- según varios vecinos, la policía cree que han encontrado al ladrón o a uno de sus cómplices… aquí algunas imágenes

Luego de ello, el canal mostró como lo policías estaban metiendo a la fuerza al papá de Pezuña, todos en la casa de Sergio lo vieron.

  • ¡¿QUÉ MIERDA ACABA DE PASAR?¡ -pregunta Pezuña al aire de forma furiosa-

Se levantó del sillón y se dirigió a la salida como fue tan rápido el movimiento nadie lo vio, excepto Sergio, quien, en un instante, agarró a Pezuña antes que saliera

  • No te vayas -dice Sergio-
  • Acabas de ver como tienen a mi padre allí… no sabes lo que se siente -dice Pezuña molesto
  • Cálmate… no harás nada si te enojas
  • ¿Crees que no? Digo la mierda de tu plan y sales perdiendo…
  • Tú también porque también eres parte
  • Pero… es que… no sé ya -dice Pezuña mientras se sienta en el piso- tal vez allá lo tratan mal o…

Sergio se agacha y le da una cachetada tan fuerte que sonó en toda la casa, luego de eso, le dijo lo siguiente:

  • ¿Crees que no sé que se siente ver como se llevan a un familiar tuyo sin saber si volverá?... lo mejor que podemos hacer ahora es calmarnos, haciendo estas cosas de niños no solucionamos nada… ¿O tu crees que por estar así van a dejar a tu papá? No oe… tu y yo no somos amigos… somo familia, y así como estamos en las buenas, también estamos en las malas… ahora te pido que te sientes en el sillón mientras hago un plan

Pezuña se levantó y le dijo lo siguiente.

  • Yo confío en ti ‘mano… que no se quede mucho tiempo allí

Luego de ello, se sentó en el sillón.

  • Los demás, vayan a sentarse y apaguen la tele

Fernanda apagó la televisión y todo se sentaron, solo Sergio estaba parado.

  • Bien… vayamos por parte… Oliva, necesito que revises las cámaras de Pezuña…
  • Seguro… pero tendré que ir a mi casa -dice Oliva- yo le compré las 2 cámaras, así que sé cómo funcionan… me demoraré media hora o por ahí
  • Ya, ahora vete -dice Sergio de forma seria-

Luego de decir esto, Oliva se fue del lugar.

  • Bien… para la gente normal, la única forma de que alguien salga de ahí es escapando…
  • Solo escapa la gente que sabe que ha hecho algo malo -dice Tocosh- pero si no has hecho algo malo y quieres irte, no puedes a menos que te lo diga la policía
  • Eso para la “gente normal”… esto vamos a hacer… Tocosh, vas a ir a la policía de Breña y le dejarás una carta a la policía
  • ¿Para qué la carta?
  • Voy a escribirla rápido

Luego de esto, Sergio escribió una carta en la cual le decía al comandante Canuto que buscara su usuario en las redes sociales y también, lo que iba a pasar si le disparaba a alguien.

  • ¿Quieres que les dejé eso? -pregunta Tocosh
  • Sí… y si no entiendes, tranqui, primero haz eso y luego te diré la otra parte del plan
  • ¿Cómo lo haré?
  • Simple, dirás que alguien te la dio y tu solo la tienes que dejarla allí…
  • ¿Y si ven la carta en el momento?
  • Nadie lo hará por este motivo, a esta hora, todos están cansados y, para trabajar menos, solo la pondrán en una mesa de recepción… aparte, si ellos hacen eso, tu te irás diciendo que tienes que ir a trabajar…
  • ¿No quieres que vaya con él? -pregunta Odebrecht-
  • No… a ti te necesito para otra cosa… ahora vete Tocosh, así haremos las cosas más rápidas

Tocosh se fue rápidamente, allí fue donde Pezuña hablo

  • ¿Cuál es tu plan exactamente?
  • Mi plan… hacer un escandalo mediático -dice Sergio con una sonrisa en el rostro-
  • ¿A que te refieres? -pregunta Sillao-
  • El comandante jugó sucio… se metió con tu papá -dice Sergio señalando a Pezuña- él se cree que es el dueño del juego, pero… nosotros también sabemos jugar, así que, si la justicia no puede hacer nada… la sociedad sí
  • ¿Y como vas a hacer eso? -pregunta Fernanda-
  • Esta vez… tendré que llamar a alguien para que nos ayude… iré afuera a hacer una llamada, no tardaré…

Sergio agarró su polera y salió a la calle, como sabía que Oliva ya estaba haciendo un trabajo, no le dijo que difuminara las cámaras ni nada por el estilo, así que trató de evitarlas, llegó a un callejón y llamó a Rodolfo

  • Oe ‘mano… soy Sergio
  • Sabía que ibas a llamar…
  • Aún no me uniré a su grupo… pero necesito un favor
  • Ya te hicimos el favor
  • Ese era para ver si cumplías… ahora necesito el verdadero

Rodolfo lo pensó unos segundos y dijo lo siguiente:

  • Bien… ese favor fue al grupo como tal… ahora, este nuevo, será de parte mía… ¿Qué necesitas?
  • Necesito que traigas a 8 personas
  • ¿Para qué?
  • Es para un plan…. Pero necesito a uno que sea rápido… los demás, no te preocupes, saldrán cubiertos
  • Todos mis hombres son importantes… necesito a los 8 de vuelta…
  • Tranquilo… todo estará bien… necesito que los mande al “mercado Santa Rosa”… el que está cerca del “Puente Alipio”…
  • ¿Irás a recogerlos?
  • Mi grupo irá… irán 2 carros, uno Negro y otro Azul… pregunte por “Pezuña” y “Odebrecht”… pero tiene que ser ahora
  • Bien… ya los envío…
  • Ahora me voy… hablamos luego

Sergio cortó la llamada y se fue a su casa, allí le dijo a Pezuña y a Odebrecht que vayan al lugar

  • Está lejos -dice Odebrecht-
  • Lo sé… pero allí recibiremos ayuda
  • ¿De quién? -pregunta Pezuña- hasta donde yo sé, nosotros…
  • Es una larga historia que se las contaré cuando acabé todo esto… ahora vayan lo más rápido posible




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