La Mafia Negra

Capítulo 3

Solo asiento y me voy a practicar mi puntería, a lo poco recibo una llamada.

¿Qué carajos quieres?

— al parecer llamo en mal momento.

— ¿Eso crees? Solo ve al punto, que tengo cosas más interesantes que hacer.

— ok relájate hermano, solo quería decirte que estaré allá por un par de días.

— maldición.

— veo que estás muy feliz de tenerme allá.

Inmediatamente, cuelgo la llamada, salgo de donde estaba y me dirijo hacia mi despacho revisando algunos papeles.

Melany Russo

Me encontraba, en uno de los bares de mi hermano, obviamente bebiendo, para ser sincera, no sé ni qué diablos hago aquí, debería estar no sé vendiendo droga, matando a alguien o torturando, mi hermano me saca de mis pensamientos.

— Hola Melany, pensaba que estabas en casa.— me dice algo sorprendido.

— Te recuerdo que también soy libre de andar por donde se me pegue mi puta gana, dure mucho tiempo escondida de la sociedad, así que creo que tengo la libertad de recuperar el tiempo perdido —digo con simpleza.

— Nunca dije lo contrario, solo que pensé que estarías...

Lo interrumpe el sonido de mi teléfono— disculpa, tengo que atender.— él solo asiente.

— ¿Hola?

— ¿Con la señorita Melany Russo?

— Sí, con ella misma habla.

— Soy Milán Meyer, la llamo para ver si usted se podría encargar de un asunto, ¿Usted es francotirador, verdad?

— Sí, lo soy.

— De acuerdo, le voy a mandar la dirección y el objetivo, a su cuenta se le depositarán Quince millones de dólares.

— De acuerdo, espero la información.

Terminó la llamada y me dirijo hacia mi hermano— Oye, tengo que irme, no me esperes, tengo llave, así que puedes cerrar.— Él solo asiente y me dice que si me dejo dar aún que sea un golpe vamos a tener problemas, algo normal que él me diga eso.

Salgo del lugar y a lo poco recibo la información, duro aproximadamente 30 minutos en llegar al lugar, me posiciono en un edificio cerca del lugar, saco una Barrett m82, comienzo a buscar a mi objetivo, cuando lo tengo en la mira, jalo del gatillo dejando a la víctima sin vida, al rato recibo una llamada del señor Meyer, diciéndome que el dinero ya se encontraba depositado.

Salgo del edificio en el que estaba y me subo a mi McLaren y me dirijo hacia uno de mis lugares favoritos.

Llegó al campo de puntería para obviamente comenzar a disparar al blanco, es algo relajante, muchos mafiosos se relajan de formas diferentes, para algunos es fumar, beber y para mí es disparar aún círculo que supuestamente prueba tu puntería.

— Qué sorpresa encontrarla aquí, señorita Russo.— dice una voz detrás de mí.

— también es una sorpresa para mi señor Romanov.— digo mirándolo a los ojos.

— Me imagino que vino para probar su puntería, aunque no dudó que no lo necesita.— dice acercándose.

— Tiene toda la razón, solo vengo aquí por qué es una forma de relajarme y olvidarme de toda la mierda en la que estoy metida, en pocas palabras, para olvidarme de mi vida como mafiosa.

— No es por juzgarla, pero, ¿en serio? Disparar le va a ser olvidar un rato de la mafia.

— Aunque no lo crea a sí mismo, es.

— Me sorprende que este sin seguridad.— dice mirando a mi alrededor.

— Sé que es algo arriesgado, sé que puedo defenderme sola. Todo el entrenamiento que tuve tiene que servir para algo.— le digo y él solo asiente.— una pregunta¿Sabe quién es el líder de la bratva?

— sí, si sé quién es, es más, lo conozco muy bien.



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En el texto hay: traicion, desepcines, violence

Editado: 10.12.2023

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