La Mafia Negra

Capítulo 20

Jackson Romanov 

Después de  30 minutos llegamos donde la supuesta ex agente del FBI Kenia Ortiz, aunque nunca escuche de ella, pero qué más da.

Cuando observo por el retrovisor que la camioneta donde están Sam y Nick y las demás camionetas se estacionan salimos, Melany y yo nos colocamos lentes negros, los demás se distribuyen por el lugar para que nada nos tome de sorpresa, Nick me pasa mi arma y la recibo colocándola a un lado de mi pantalón.

— Vamos.— Dice la castaña a mi lado.

Entramos a la propiedad, a diferencia de la de Smith esta si cuenta con lujos y sistema de seguridad, no es por criticar ni nada, pero es la verdad. Mel toca el timbre y a los pocos minutos nos abre una señora de la tercera edad. 

— ¿En qué puedo ayudarles jóvenes?

— Estamos buscando a la señorita Kenia Ortiz.— dice Melany.

— Denme un momento.— cierra la puerta. Nos quedamos esperando a que nos informe si la señorita Ortiz tiene la gana de recibirnos.

— Pueden pasar, ella los recibirá en su oficina, solo tiene cinco minutos.— Abre la señora y nos deja pasar.

Entramos y ella nos conduce hacia la oficina de la señorita Ortiz, Melany saluda y pasamos, nos sentamos o más bien Melany se sienta, yo antes de hacerlo cierro la puerta con seguro.

— ¿Por qué ha cerrado la puerta?— dice Ortiz algo sorprendida y asustada.

— Solo queremos hablar con usted o más bien ese es el plan inicial.—digo sentándome.— claro, si usted está dispuesta a colaborar señorita Ortiz.

— ¿Y si no quiero colaborar?— entrelaza sus dedos en forma de superioridad.

— Bueno, ya las cosas serían diferentes, por ejemplo, la obligaríamos a hablar y créame cuando le digo que le conviene hablar a las buenas. — dice Melany con tono de superioridad. 

Ortiz se queda un momento pensando lo cual me comienza a desesperar, tengo muy poca paciencia y no me gustaría gastar la poca que tengo con ella.    

— ¿Qué necesita señor Romanov?— Sonrío.

— Conoce muy bien al joven Jonathan Laurent Russo, sé que sabe donde él se está quedando en Francia.— cuando menciono el nombre veo como se pone pálida.

— ¿Qué es usted de él?— pregunta.

— Yo soy su hermana, y quiero que responda la maldita pregunta de una puta vez sin rodeos.— al parecer Mel tiene menos paciencia que yo.   

— No tienes por qué alterarte Laurent.— veo que Melany está por sacar su arma, la detengo antes de que la ex agente la vea.— bueno... la última vez que supe de él me dijeron que se encontraba en un apartamento en París cerca de la torre Eiffel, aproximadamente a unos diez minutos del lugar. — termina de hablar.

— ¿Es lo único que sabes? — hago contacto visual. 

— Si, lo juro, ahora que ya tienen lo que quieren se pueden ir.— Mel y yo sonreímos a lo que dice. 

— Me causa mucha gracia que piense que nos iremos y la dejaremos libre teniendo información de nosotros .— Veo en su cara sentimiento de miedo y eso me gusta.

— He colaborado.— se defiende.

— Me imagino que pensó que si colaboraba no le harían nada, no sé cómo es que aun la gente piensa eso, es algo tan patético y estúpido .— habla la castaña a mi lado.

— Solo porque colaboro no vamos a ser tan cruel con usted, su muerte no va a ser tan dolorosa, y como me entere de que usted es feminista dejaré que la dama aquí a mi lado se deshaga de usted.— saco de mi costado un revólver pasándoselo a Melany, ella lo toma y se levanta.

— No creo que sea necesario, puedo guardar silencio, por favor Laurent te conozco desde que tienes memoria, no me dispares. — me aburre tanta súplica.

— ¿Sabes? Como me conoces desde que tengo memoria deberías saber que el pulso no me tiembla al momento de matar a quien sea, no importa el lazo que tenga con esa persona, nunca me tiembla el pulso, nunca. 

Ortiz vuelve a suplicar, Mel me pasa el revólver, saca su arma y dispara, el sonido viaja por toda la oficina, la sangre se esparce por todos los lados, al notar esto sonrió.

Mel guarda su arma y salimos de la oficina dejando todo lleno de sangre, la señora que nos abrió al parecer no escuchó nada, pero algún día se dará cuenta y por esa misma razón le disparo, salimos de la casa.

— Nos vamos, misión cumplida .— Hablo por el comunicador, todos en menos de un minuto se encuentran en el lugar inicial, cada quien se sube en sus respectivas camionetas para volver a la mansión con la información recolectada, si seguimos así es posible que solo necesitamos las coordenadas exactas para acabar con esto.

 

 



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En el texto hay: traicion, desepcines, violence

Editado: 10.12.2023

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