La Mafia Roja

Capítulo 18

Jackson Romanov.

Desde el momento que Sam me dijo que Melany había sido muy malherida en el enfrentamiento en la casa de Flenter siento que el corazón se me está por salir del tórax.

Estoy entrando al centro de salud acompañado por Nick y Kate quien insistió en venir, cuando llegamos a la sala de espera veo a Sam y a Dilan con la cabeza agachada con cafés en mano. 

— Dime que está estable.— digo cuando estoy a metros de ellos.

—Lleva cinco horas allí dentro, ya no sé qué pensar.— dice Sam pasándose la mano por la cara.

—¿Perdió mucha sangre? — pregunta Kate.

— Cuando la traje venía desangrándose. 

Nick se acerca a Sam a darle apoyo moral.

Trato de no demostrar lo mucho que me afecta la situación, aunque sé que en algún momento será imposible.

¿Por qué la deje irse?, debí convencerla de que se quedara conmigo y así se hubiese evitado esto.

— Familiares de la joven Melany Russo.— mi corazón se acelera.

— Somos nosotros.— se acerca Sam.

— Bien, la joven Russo, recibió cinco disparos, los cuales cuatro de estos salieron de su cuerpo, uno de ellos impactaron en el hígado. Perdió mucha sangre, entre medio de la cirugía y a causa de sus heridas.

—¿Está estable si o no? — Preguntamos Sam y yo al unísono.

—En resumen sí, la dejaremos en unidades de cuidados intensivos por 24 horas, y si no presenta complicaciones la pueden llevar a casa.

— Gracias doctor.— agradece Kate.

— Sam, Dilan, vayan a quitarse esa sangre de encima, Nick y yo nos quedamos.— ordeno, a pesar de que Sam duda, lo termino convenciendo.

Ya estoy más tranquilo, está bien, está estable. 

Cecilio Russo

Estoy sentado frente al televisor viendo las noticias del día, siempre es lo mismo hablan de la corrupción en los países, destacando a los latinoamericanos.

Me levanto y voy a la cocina a buscar una taza de café, tomo la taza y vierto el contenido dentro de ella, ya cuando tengo la taza por la mitad vuelvo a donde anteriormente me encontraba.

Ahora la joven del noticiero comienza a hablar del clima para la próxima semana y lo que queda de esta, tomo el control para apagar el televisor.

— En la tarde de hoy, en Londres, ocurrió un fuerte tiroteo en donde se vio involucrada La Mafia Francesa, La Mafia Danesa y un grupo no identificado, según fuentes cercanas la líder francesa se encuentra entre la vida y la muerte, mientras que se reportan más de cincuenta hombres muertos de dichos grupos, la policía local a intentando dar con el paradero de dicha líder, pero no hay datos hasta el momento.

No.

No.

No.

Mi niña.

Le voy a cortar los huevos a Sam por no haber protegido a mi Pequeña.

Me levanto, voy a mi habitación y tomo todo lo necesario y lo coloco en una maleta, busco las llaves de mi Rolls-Royce, salgo de la mansión poniéndole seguro, subo al auto y conduzco hacia al aeropuerto, llamo para que preparen mi jet.

En unos minutos llego al aeropuerto, bajo del auto y me dirijo con mi maleta al jet, el piloto al verme se sorprende hasta el punto de quedar en Shock por unos minutos.

...

Luego de dos horas ya estoy en Londres, como nadie sabe que sigo vivo tomo un taxi para llegar a la mansión de los Russo.

Pasado cuarenta y cinco minutos llego, le pago al taxi, cuando se va me acerco a la puerta, mientras me acerco veo a cinco hombres cuidando la entrada.

Los hombres al verme se quedan helados.

— Soy Cecilio Russo, abran las puertas.

Se quedan un largo tiempo comprobando lo que acabo de decir.

— Si no abren ya, les meteré un tiro a cada uno entre ceja y ceja. 

Ante mi amenaza, van corriendo a abrir la puerta, entro a la mansión que construí hace varios años.

Cuando abro las puertas que me dejan ver el pasillo noto que hay mucho movimiento, uno de seguridad me dice que el líder a cargo me atenderá en unos minutos, que espere en la sala.

Río al escuchar esto. 

No hago caso y voy directamente a la oficina principal, subo los escalones.

Cuando llego, abro la puerta y veo a Sam hablando con alguien, las ganas de arrancarle los dedos con una pinza me invaden.

— Sam.— digo y voltea rápidamente. Cuelga y se acerca a mí.

— ¿Señor Russo?— dice sin creer que este frente a él.

Espero que se acerque más y lo mando al suelo de un solo golpe, cuando intenta levantarse voy contra él propinándole más golpes, ya cuando considero que es tiempo de dejarlo hablar me detengo, me levanto y me arreglo el traje.

 — Joder para ser un anciano golpea muy fuerte.— dice limpiándose y escupiendo la sangre de la boca.

— ¡Dejaste que le dispararan, hasta el punto de dejarla casi muerta!— le exclamo.

— Le juro que intente cuidarla lo más que pude.— dice levantándose.

— No debiste intentar, debiste hacerlo.— digo llego a servirme un vaso de Whiskey. 

— Quién le disparo, estuvo fuera del radar, disparo cuando ya los francos había bajado.— se excusa.— El responsable está muerto, lo mate en cuanto lo vi.

— Sabes que venía a cortarte los huevos, ¿Verdad?— digo sentándome en el escritorio.

— Soy consciente.— se pone a mi frente.— Está estable.

Claro que lo está, es una Russo, no somos fáciles de matar, no puedo esperar menos de mi nieta.

—¿Quién está con ella? ¿Hay hombres cuidándola?

— Esta, Jackson Romanov y Nick James. Mande Diez hombres.

— Bien. Límpiate la sangre y vamos a ir allá. 

—No. Ya te expusiste mucho al salir de Italia.

— Me importa una mierda, iré. 

No dice nada y sale de la oficina.

Me levanto del escritorio y reviso unos documentos que están en el estante, estos hablan de un tal LR y la RRF, pensé que ya habían resuelto el problema.



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En el texto hay: , arrepentimiento, desepciones

Editado: 10.09.2024

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