La Mafia Roja

Capítulo 19

 Cecilio Russo.
 


Sam y yo vamos de camino al centro de salud, seguidos por tres camionetas, luego de treinta minutos llegamos, entramos al lugar con cinco hombres siguiéndonos, caminamos al área de observación, cuando estamos ahí veo al líder Romanov hablando por teléfono mientras Nick James está tomando un café, también hay una joven la cual  no distingo quien es.

— Mierda.— dice Romanov al verme. Cuelga y guarda su teléfono.—Sam carajo, ¿A caso estás loco?

Tanto Nick como la joven me ven extrañados.

— No me culpes a mí, se apareció en la mansión.— dice alzando los hombros.  

—¿Qué diablos te pasó? Y ¿Quién es él?— pregunta Nick cuando se levanta y ve a Sam.

— Él es... Cecilio Russo— dice Sam y el joven Nick abre la boca en señal de asombro.— y me dio una paliza por dejar que casi muera la luz de su vida.

— Aún se mantiene señor Russo.— menciona Romanov. 

—Espera, no que Cecilio Russo estaba muerto.— al parecer el chico es algo retrasado.

— ¿En qué habitación está mi nieta? — pregunto.

— En esa, señor, ya está despierta.— me señala Jackson. 

Me aparto de ellos y voy directamente a la habitación de mi nieta, cuando entro conecto inmediatamente con sus ojos azules, iguales que los míos y los de su madre.

—¿Abuelo?.— dice y me acerco a ella.— no deberías estar aquí, es peligroso para ti.—intenta levantarse, pero no puede.— le voy a volar la cabeza a Sam por permitir que salieras de Italia.

— No es su culpa, decidí salir, me necesitas Melany, y no te abandonaré.—digo tomando su mano.

—Aprecio eso, pero  no me gusta la idea de que estés aquí, te has expuesto, solo es cuestión de tiempo para que las mafias se enteren de que estás vivo.

—No te preocupes por eso, estaré bien, te lo prometo. 

— ¿Crees que deba decirle a Jackson?— ya sé a qué se refiere.

—Si sientes que es el momento, hazlo.— sonríe sin fuerzas.— si te rechaza me encargaré de torturarlo hasta que sus ojos se salgan.— ríe.

— Eres el mejor abuelo.— dice en un susurro.

— Te amo mi niña.— digo y luego le doy un beso en la frente.

—Deberías irte, no quiero que te pase algo malo.

— Nada malo me pasará, soy un Russo.— daría la vida por ella sin pensarlo dos veces, es todo lo que me queda.— Cariño, me voy, creo que Jackson va a entrar a verte, volveré, pero antes arreglaré unos asuntos.

Asiente y salgo cerrando la puerta, al salir veo que Sam está hablando con una joven la cual no veo muy bien quién es, sigo caminando hasta estar cerca de ellos. Nick y Jackson se encuentran sentados junto con la joven, la cual desconozco su nombre.

— Sam.— menciono y ambos giran.

— Lizzy, hablamos luego.— ahora que la tengo más de cerca puedo ver algunas características físicas de los Flenter

— No puede ser.— aquí vamos otra vez. — ¿No que había muerto en un accidente?— cuestiona la ya nombrada Lizzy.

—Como puedes ver, aun respiro.— Necesito irme de aquí, tengo que investigar unas cuantas cosas con respecto a ese tal LR.

— No me había presentado, soy Lizzy Flenter.— ¿por qué se presenta?  se que debe ser la líder del imperio Flenter y ahora que recuerdo ella también estaba en Brainstrong y duro más tiempo que Melany, talvez por eso, tomo el imperio a este tiempo.

—Bien. Disculpe señorita Flenter, pero Lanssere y yo tenemos asuntos que resolver.— digo despidiéndome, Sam me sigue.

Ya estando caminando por el pasillo me dice.

— Cuando hablo de asuntos que resolver, no se refería a que me va a cortar la cabeza o ¿sí?

— No te cortaré la cabeza, haré que te tragues tus ojos, luego de cortarte los dedos con unas pinzas y entrártelos por la nariz— palidece y rio sonoramente.— eres como un nieto para mi Sam, no te haría nada de eso.

— Que bien porque por un momento temí por mi vida.— sonríe.

Salimos del centro de salud y nos dirigimos a la mansión, cuando llegamos pido que me lleven a la oficina principal los papeles e informaciones que han recolectado de LR.
 

Jackson Romanov
 


 

Cuando el señor Russo y Sam salen entro a la habitación de Russo.
 


 

Entro y lo primero que veo son sus hermosos ojos azules, lo cuales brillan de una maneja jodidamente hermosa.
 


 

— Pensé que te había perdido.— digo sentándome en el sillón que se encuentra cerca de ella.— desde que Sam me dijo, perdí la cabeza y vine de inmediato, no me imagino un mundo en el que no existas.— tomo su mano.
 


 

—Jackson, no debí rechazarte hace dos años, yo...
 


 

— Tranquila, no tiene importancia, ya pasó.— digo a su amago de sentirse culpable por los de hace años.
 


 

—No, no es eso, lo que sucede es que...
 


 

—Si me rechazaste fue por algo, lo comprendo Melany.— vuelvo y la interrumpo.
 


 

—Jackson, escúchame.— dice levantándose sin fuerzas.
 


 

—No deberías levantarte.
 


 

—Te rechacé porque tenía miedo.— me quedo analizando, ¿miedo? — tenía miedo de que me rompieras el corazón, de que jugaras con mis sentimientos.
 


 

—¿Me estás jodiendo? Por favor Melany, nunca jugaría con tus sentimientos.
 


 

—Te amo y odio eso, odio el hecho de pensarte en cada momento del día.
 


 

¿Dijo que me amaba?
 


 

Me ama.
 


 

Melany Russo me ama.
 


 

— No puedes decirme eso ahora que no puedo besarte ni tocarte.— digo besando su mano.
 


 

— ¿Entonces, aún te gusto?— rio a su pregunta.
 


 

— Nunca me dejaste de gustar bichito.
 


 

A pesar de que ella se encuentre malherida es uno de mis mejores días.
 



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En el texto hay: , arrepentimiento, desepciones

Editado: 02.05.2024

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