Sam Lanssere
Al llegar a Dinamarca, descendimos del jet y los hombres de ambos imperios ya nos esperaban. Por consiguiente, uno de mis hombres me pasó la llave del helicóptero y Jackson y yo nos embarcamos.
Enciendo los motores y me abro paso por los cielos, seguido de diez camionetas Range Rover velar, blindadas desde la carretera.
Luego de unos minutos nos encontramos volando sobre la central, al escuchar el sonido, los hombres de Flenter apuntan hacia al helicóptero, aprovechamos que nuestro personal aún no llega y Jackson lanza tres bombas, las cuales hacen que la propiedad estalle.
Pongo el Helicóptero en automático y Jackson y yo bajamos con arnés al jardín, donde encontramos a Lincon Flenter, dando órdenes.
Cuando nos indican que nuestros hombres están en el lugar, Jackson habla por el comunicador.
―Movilícense, quiero a todos los Flenter que estén en el edificio en el jardín, ahora.
Nos acercamos y se gira, nos mira algo confundido.
―Señor Romanov, ¿A qué debemos esto?― pregunta confundido, Lincon.
―Ajuste de cuentas, Lincon.―simplifico.
―Pero sí, el imperio hasta mi conocimiento no ha hecho nada.
― No es el momento de hacerse el idiota.―responde Romanov.
―Disculpen, pero no sé dé lo que me hablan, y aparte de eso, señor Romanov, acaba de hacer una explosión a nivel terrorista.
―¿Crees que me importa?―responde, ante la acusación.
En eso llegan nuestros hombres con el resto de Familia Flenter.
―Todos de rodillas.― ordena Jackson.
Tomo mi arma de mi cinturón, Jackson toma la de él y ambos cada vez que hablamos le disparamos a alguien de la familia Flenter.
— No somos culpables por lo que hizo Lizzy, fue su idea.— Menciona una mujer de mayor edad.
―¿Qué hizo Lizzy?— pregunta Lincon.
¿En serio no sabe lo que pasó, o simplemente se hace el estúpido?
―Lizzy Flenter, era LR, por si no sabías, porque al parecer, vivías en otro mundo.― mato a los quienes tengo por entendido eran los próximos herederos.
―¿¡Qué?!― palidece.
―¡Ay, por favor!, como si no supieras―dice Jackson, matando a todos los demás que quedan, solo quedando Lincon.
―No lo sabía, estaba ocupado encargándome de los clanes del este, incluso iba a ir a Londres a ayudar a investigar, pero se presentaron varios casos.― explica.
―¿Para qué querías ayudar? Sí, te convenía que los viejos de la mafia vieran que Lizzy como representante de imperio no daba lo que se esperaba.―dice Jackson y le doy toda la razón.
―¿Qué? Nunca quise el imperio, incluso se lo cedí a Lizzy, porque quien seguía era yo, no ella.
Okay, ahora estoy confundido, ¿No que ellos se odiaban?
―Lizzy dio a relucir otra versión de todo.―Menciona Jackson.
―No sé qué ella le dijo de mí, pero en ningún momento quise el imperio.― repite.
Jackson y yo nos miramos, creo que ambos sabemos que para que el mundo de la mafia siga con su rumbo y no se desmorone se necesitan los tres pilares.
―A pesar de que no quieres el imperio, lo tomaras.― determina Romanov.
―Lo que diga, señor Romanov.― acepta, ya que sabe que si no lo hace terminaría como sus otros diez familiares.
―Créeme que si el imperio Flenter no fuera importante para las mafias inferiores, no hubiese quedado ninguno de ustedes.―explica Jackson.
―Lo reconozco, y le agradezco que me haya perdonado la vida por la insolencia de Lizzy.―dice.
Romanov solo asiente, y ordena a sus hombres dejar el lugar, yo hago lo mismo.
Ambos subimos nuevamente al Helicóptero, pero esta vez él pilota, ya llegando al aeropuerto, pregunto.
―¿Por qué lo dejaste vivir? Sabes perfectamente que el Russo y Romanov podrían sustentar al mundo criminal.
No dice nada por un momento, creo que está buscando las palabras correctas.
―Cuando era adolescente, Mark me envió por cinco meses a Alemania, entonces, me metía en muchas peleas clandestinas para poder desahogar la ira, en una de esas noches, vencí al ganador local, entonces él y sus guardaespaldas cuando salí del lugar me perseguían, no tenía nada con que defenderme, ellos tenían armas, por más que intente, no pude evitar los cinco balazos que me metieron, iban a seguir, pero un chico que estaba fumando en una esquina cerca, les disparo antes de que siguieran y me desangrara.
―Ese chico era Lincon.― concluyo.
―Sí, aparte de evitar que me llenaran de balas, me ayudó a ir a un centro de salud sin que Mark se enterara o alguien de la mafia.― me mira.― si no fuera por él, hubiese muerto esa noche.
Solo asiento.
―Simplemente, le devolví el favor.
Después de unos minutos llegamos al aeropuerto, Romanov, aterriza e inmediatamente subimos al Jet.
Tenemos que regresar con Melany.
Melany Russo
Estoy pasando los canales de la televisión buscando algo interesante, pero parece que ya lo he visto todo. No me agrada estar hospitalizada; es tedioso y no deseo permanecer aquí. Quiero ver a Cecilio por última vez, necesito despedirme de él.
―¿Estás bien?― pregunta Nick. Hasta ese momento es que me doy cuenta de que estoy llorando.
―Sí, solo pensaba en Cecilio.― se acerca a mí y me abraza.
―Estarás bien, confía.
―Nick, gracias por estar, significa mucho.
―No hay de que, cuñada.― ambos sonreímos.
Paso accidentalmente el canal y presenta las noticias de Dinamarca.
―En esta tarde se pudo presenciar un ataque terrorista en el norte del país, algo que no se había visto en años, a pesar de que se desconoce la razón del ataque, podemos asegurar que hay más de doscientos muertos. Entre los videos podemos ver un helicóptero con las iniciales SL. ¿Será una nueva secta terrorista?, les brindaremos más información más adelante.
Podemos destacar que en la parte trasera del terreno hay una serie de diez cuerpos impactados con balas en el cráneo, los cadáveres se encuentran alineados, dando a entender que fueron obligados.