La magia de la humanidad

La magia del mundo

Bendred quedo incrédulo por las ramas y greit solo se quedó observando sin saber lo que pasaba. La llama de un color entre rojo y naranja comenzó a expandirse. Greit se acercó a la rama, intentando manipularla sintió calor.

¡No la aplastes o tratas de manipularla!-La enana traía en sus brazos más ramas de distintos tamaños y detrás de ellas las personas empezaron ha acercarse al fuego en busca de calor.

Tiro rápidamente las ramas que encontró y comenzó a echar hojas secas en pequeños puntos dejando que el fuego se extendiera.

-Cómo has logrado un conjuro aquí, sabes si ha vuelto la magia – La alerta sobre un posible uso de nuevo en la magia le dio una sonrisa al rey una cargada de esperanza

-¡Razas! intenten usar los conjuros es posible que allá vuelto nuestra magia y reúnanse pasen la voz.

Algunos de los que venían fueron rápidamente a dar el aviso, los demás traían más palos y hojas al ver que la enana comenzaba a encender más el fuego.

-¿Cómo lograste encender el fuego?-La incomodidad del color del fuego, hizo que greit tuviera bastante precaución en cuanto lo que la enana hacía.

-Greit, no es momento de dudar hay fuego ahora no es momento de dudar en usarlo, la lava que cayó de tu pecho encendió estas ramas.

-Pensé que otras ramas lo encenderían más en cuanto fuiste con el rey. Me di cuenta que este fuego no es como el que conocemos se empezó a apagar por si solo y fue rápidamente por mas ramas.

-Esto no fue obra de tu magia enana, o es algo de aquí.

-No lo sé sea lo que sea hay que usarlo o el frio nos matara.

-Rey Brended, puede usar a sus guardias para que los señores del bosque nos ayuden tal vez ellos sepan algo de estas hojas y palos.

El rey a un se encontraba confundido por la situación pero rápidamente su mente y cuerpo se movieron al ver la desesperación de la enana por mantener el fuego.

-Iré en seguida, mantén el fuego encendido – Sus palabras se alejaron mientras el corría hacia sus guardias a alertar a los señores del bosque.

Las demás personas comenzaron a darle los materiales a la enana, mientras detrás de ellos se intentaban usar sus conjuros sin éxito, muchos de ellos se rindieron e intentaron mejor llevar ramas.

-Con esto bastara e fuego ya está encendió – la voz de la enana para toda la situación un fuego grande como una hoguera se alzaba en frente.

-¡Es fuego profano debes apagarlo! enana o puede que traiga a Lemar a nosotros.

- El fuego debe ser puro como todos los conjuros solo morado o blanco.

Un elfo mal vestido comenzó a gritarle a la enana y los demás la multitud comenzó apartarse del fuego por un miedo a que apareciera de nuevo el Lemar.




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