La ciudad es bastante grande… y como las hadas pueden volar hay muchos sitios inaccesibles para los humanos que no podemos usar magia y mucho menos flotar, camine según yo siguiendo la exacta dirección en la que aquella chica iba, pero no pude encontrarla por algún sitio, cansado y con la noche llegando decidí ampliar mi estadía al menos por un día más esperando que al día siguiente pudiera encontrarla.
Las noches en este sitio son realmente pacíficas, pero por alguna razón la de hoy fue diferente, no pude dormir y aunque quizás estén pensando que fue por la culpa que sentía por haber ofendido (sin querer) a aquella chica, la verdad es que no. Por fuera de la casa donde me estaba hospedando se escuchaban demasiadas voces susurrando cosas que no podía escuchar y tampoco comprender pues hablaban en el idioma Elfico, y he de aceptar que ese idioma se me complica demasiado, fuera de ese todos los demás son realmente sencillos para mí, incluso el Dracónico.
Ante los susurros constantes e interminables no me quedo opción más que levantarme de la cama y caminar por el pueblo, lo curioso es que aunque aún podía escuchar aquellas voces por más que volteaba hacia los lados no podía ver una sola persona y aquellas voces en algunas ocasiones se escuchaban justo a mi lado, lo cual fue ligeramente atemorizante; mientras avanzaba algo llamo mi atención y es que justo en uno de los extremos de la ciudad un torbellino que salía desde abajo e iba hasta la superficie se podía ver con una alta facilidad, esto era magia sin lugar a dudas. Me dirigí hacia aquel torbellino y en la parte de abajo donde se encontraba la cola del mismo había un pergamino con escritura en idioma hada, en ella decía lo siguiente: “i koa oi aok, ä i aok oi meu wrek aok” Que traducido al español seria lo siguiente: “De abajo hacia arriba y de arriba hacia aún más arriba.” Lo más curioso es que era como si este hechizo te invitara a meterte en el… El agua se veía demasiado limpia y brillaba con un polvo de hada que no se ve a menudo pues solo el hada reina es capaz de generar este polvo que el torbellino posee; mirando lo evidente decidí mejor alejarme pues meterse en el camino de la reina podría no ser muy conveniente, me giré y comencé a caminar para alejarme.
Giré mi cuerpo y justo al lado de aquel torbellino estaba una mujer bastante alta (1.94 metros de estatura) de cabello largo hasta la espalda baja de color azul turquesa, unos enormes ojos color miel y usando un vestido alargado que dejaba ver únicamente sus tobillos y sus pies descalzos, movía su dedo indicándome que fuera hacia ella y su rostro permanecía tranquilo, demasiado…
Al terminar de hablar me dio una pequeña palmada en mi cabeza agitando levemente mi cabello y luego se fue caminando hacia donde su palacio estaba, ese torbellino aun y cuando la hada reina se había ido seguía funcionando… Y cuando intente tocarlo me succionó y me lanzo hacia la copa del mismo dejándome ver toda la ciudad de una forma que no había visto antes con ayuda de esa gran luna. Al prestar atención a los alrededores vi que no muy lejos de donde estaba se encontraba aquella chica que me había pedido viajar conmigo, el problema es que no sabía cómo demonios bajar de este sitio por lo que a falta de opciones me termine lanzando hacia la pared de agua que dividía el lago de la ciudad, por fortuna para mi logré meterme dentro y nadar en ese lugar para bajar e ingresar nuevamente a la ciudad (con bastante frio pues la ciudad he de recordarles que se encuentra bajo el agua…) Sin perder mucho tiempo apenas entre en la ciudad me sacudí y corrí tan rápido como pude hacia el sitio donde había visto a aquella chica; si mal no recuerdo era básicamente todo derecho en esa dirección (me decía a mí mismo) Había un gran sitio con demasiadas flores girando en torno a unas más en el centro de color amarillo y ella estaba justamente en el centro de todas ellas; No recordaba todas las calles que tenía que pasar para llegar y estuve a punto de perderme porque estaba todo el camino muy enredado y confuso, pero logre dar con el sitio todo gracias a que uno de los nombres de las calles me lo dijo: “Floral”, solo esta estúpida pero muy explicativa señal me hizo comprender que estaba cerca de aquel lugar donde la había visto, corrí por esa calle en una dirección que yo pensé era la correcta y tras aun algunos minutos pude ver a la distancia como los colores de todas esas flores se reflejaban en agua que cubría el cielo (Lo curioso es que este reflejo pudo verse apenas acercándome bastante y no antes) Al llegar a ese sitio me fui derecho hacia el centro del todo pero esa chica no estaba allí.
Editado: 26.03.2021