La magia mas poderosa

Atardecer.

Hay un viejo dicho que se escucha por todas las ciudades: “El punto medio de la razón y el corazón, es el atardecer” No hay persona que lo entienda hasta que ve uno de estos acontecimientos tan “normales” Lo curioso llega cuando te das cuenta de que los atardeceres en este mundo en realidad no son algo tan común como se piensa, específicamente uno de ellos. Como se dijo antes las lunas van cambiando cuando se muestran a nosotros cada 2 días y quizás una vez al mes el atardecer choca con la luna “Oveo“ causando un fenómeno que conocemos como “Punto ciego” los atardeceres al verse de color naranja justo al centro poseen un “agujero” redondeado de color blanco que no es otra cosa sino la misma luna apareciendo al mismo tiempo que nuestro sol se oculta; los ancianos dicen que si una pareja mira este acontecimiento sus destinos se verán unidos de por vida y aunque quisiera decir que no somos supersticiosos lo cierto es que es algo que todos creen…

Como se han de imaginar el atardecer que estábamos por ver era justamente el “punto ciego”, pero ninguno de los dos lo sabía, ¿Cómo saberlo? No es algo que pueda predecirse aun y cuando la medición de los tiempos la tenemos no hemos sido capaces de siquiera acercarnos al día que pensamos saldrá el “Punto ciego”. Nos quedamos recostados sobre las flores mirando al cielo pues el evento aun no iba a comenzar, las nubes comenzaron a irse dejando el cielo completamente despejado y en este una luz naranja-roja se hizo visible.

  • ¡Es hora! – Dijo Hinie con fuerza alzando parte de su cuerpo para sentarse y mirar hacia el horizonte.

Yo no respondí, simplemente me reincorporé también para ver el atardecer, los colores en el cielo se hicieron aún más fuertes y notamos algo extraño en ese atardecer… Un punto blanco justo al centro tapaba parte de la vista: La luna Oveo no estaba saludando en un bello atardecer que jamás imaginamos que veríamos… Mirando esto nuestras miradas se cruzaron, ambos habíamos escuchado aquel viejo dicho o leyenda que iba de ciudad en ciudad y que de alguna manera nos decía: Ustedes estarán juntos; las miradas se perdieron al intentar ignorarse y solo una pregunta invadía mi mente… ¿Cómo? Sé que los humanos no podemos estar con las demás criaturas mágicas pues es una ley que ha estado firme desde siempre, ¿Por qué oveo nos dice que debemos estar juntos?

  • Es muy bello… - Dijo Hinie completamente avergonzada.
  • Lo es, sin duda lo es. – Respondí yo automáticamente aun pensando en aquello que me cuestionaba a mí mismo.
  • ¿A dónde iremos ahora? – Preguntó ella.
  • No lo sé. – Dije secamente yo. - ¿Quieres ir a la ciudad de los humanos?
  • ¿No es peligroso? – Su voz se tornó ligeramente temerosa y continuo. – He escuchado muchas veces que los humanos son realmente peligrosos…
  • Lo son… - Agregué. – Pero por fortuna no todos, la gran mayoría son como yo, y si no me tienes miedo a mí o piensas que te heriré seguramente pensaras lo mismo de aquellos otros.

Ante mi respuesta ella pareció complacida y se levantó del suelo se sacudió sus ropajes y comenzó a flotar levemente extendiendo su brazo para ayudarme a levantarme, cuando nuestras manos se tocaron pude sentir como ambos estábamos completamente avergonzados y estas temblaban un poco y la mía sudaba bastante (Una acción completamente normal quiero yo pensar)

  • Disculpa… - dije frotando mi mano contra mi pierna para limpiarla.
  • ¿Por qué? – Pregunto Hinie mirándome confundida.
  • No, olvídalo. – Contesté, pues quizás aquel dicho ella no lo conocía y solo yo estaba imaginando cosas que no eran. – Vamos, tenemos que ir en aquella dirección y en probablemente 1 semana llegaremos a mi ciudad, pero antes de que te emociones, no esperes ver algo tan bello como lo es tu ciudad, recuerda que nosotros no poseemos magia alguna…

Ella simplemente rio levemente y camino al frente en la dirección que le había señalado. Quisiera decir que los días pasaron realmente rápido pero fue todo lo contrario, algo me hacía sospechar que ella si conocía aquellas palabras sobre la luna de Oveo, pero ninguno de los dos quería comentar sobre ello, o eso pensé.

  • Oveo. – Dijo su voz caminando delante y sin voltear atrás.
  • ¿Disculpa? – Pregunté confundido.
  • Vimos a Oveo en el atardecer, ¿Cierto? – Su voz se notaba extraña pero no sabía que sentimiento adjudicarle.
  • Entonces si lo vimos… - Afirmé.
  • Y ¿qué piensas? – Su voz continuaba con aquel extraño tono.
  • No lo sé. Aquel dicho dicta que nuestros destinos se han unido, pero la ley dice otra cosa… - Dije recordando eso.
  • No he preguntado eso. – Agregó esa chica.
  • … - No respondí, solo permanecí callado.
  • He preguntado: ¿Qué piensas? – Repitió.
  • Qué es imposible. – Dije volteando la mirada aun y cuando ella no me miraba. – Soy humano, un ser carente de magia y tu un hada el ser con la pureza más alta. Dicen que el destino no se equivoca, pero esto que pensamos no es el destino, simplemente son unas palabras que alguien algún día dijo por lo extraño de aquel acontecimiento.
  • Quizás eso es… - La voz de Hinie regreso a la normalidad, pero aun contenía algo de ese sentimiento extraño que no puedo detectar que es. – En fin, el futuro dirá.

Cuando termino de hablar voló mucho más alto de donde estaba y se escondió entre las nubes; no sé qué es lo que sucede… Quizás esta igual de confundida que yo y lo peor es que ni siquiera sabemos que tan cierta o falsa es aquella frase, pero como dijo ella: “El futuro dirá” No sabemos qué sucederá pero si sabemos lo que sucede ahora, es mejor concentrarnos en eso y no en otra cosa que no entendemos.



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En el texto hay: amor, magia, retos

Editado: 26.03.2021

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